La materia no muere sino que se transforma. Le quattro volte pone sobre la mesa los cuatro estados de la materia. Un pastor que cuida a su rebaño de cabras con la templanza del que lleva cumpliendo el mismo ritual años y años. Una cabrita recién nacida perdida en el bosque. Un árbol reconvertido en cucaña para unas fiestas locales. La leña quemada hecha carbón. La naturaleza en su eterno discurrir. El cine como un pedazo de verdad. Un pequeño paisaje de la Calabria más rural como único argumento. Ver Le quattro volte es un reto y si se sabe conectar con su filosofía un remanso de paz. Frammartino filma a conciencia un film suicida, nada comercial, con una puesta escena tan natural que a ratos parece que estemos ante un documental mudo. Le quattro volte, más que experimental, es cine conceptual. En sus imágenes no pasa nada y al mismo tiempo ocurre todo: la muerte de unos da paso al nacimiento de otros, actos fortuitos que crean otros, la fuerza de la naturaleza y la mano creadora del hombre, el cosmos encadenado en el círculo de la vida. Le quattro volte va a la esencia (por eso no necesita ni un sólo diálogo para dar forma a su discurso), demuestra que el hombre y su entorno, por muy modernos que sean los tiempos, pase lo que pase, siempre se regirá por las mismas directrices. Y de vez en cuando hay que reconciliarse con el hombre para acceder al personaje, entender cuáles son las verdaderas historias para poder apreciar el cine de verdad. Se me ocurre que Le quattro volte, en su austeridad, con su rotundo tono salmódico, es la respuesta a los excesos, las repeticiones, los subrayados de un film como El árbol de la vida. El film de Frammartino, nominado a 3 premios David di Donatello, no necesita dos horas y media de metraje y experimentos visuales: dice lo mismo, más fuerte, con un calado mayor, con muchos menos recursos que la cinta de Malick. Pero la referencia es casi casual: Le quattro volte, estrenada en 2010 en Italia, coincidió por azar con la última Palma de oro en los cines españoles. Ya se pueden imaginar quién centrará todos los análisis de la crítica especialista. Desengáñense, abran los ojos: Le quattro volte es cine de categoría, una joya escondida. Frammartino ya es el Marc Recha del nuevo cine italiano. No dejen de disfrutarla.
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Nota: 8
Pues yo me aburrí y mucho viéndola, supongo que no sé de cine lo suficiente como para disfrutar ciertas cosas o que como bien dices tú es cine conceptual y a mí lo conceptual me repatea.
ResponderEliminarMe quedo con Malick, aunque sea pretencioso, al menos es más visual.
Un saludo
Pues yo tengo muchas ganas de verla, en mi curso asesor seo no paramos de hablar de ella.
ResponderEliminarSaludos
walter increpa a didi porque hector ya pago todo y didi se quedo con un vuelto, entonces didi le dice a hector que tiene todo al dia - shou ku rei - shou ku rei - shou ku rei
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