miércoles, 28 de marzo de 2012

Crónica de un error judicial: Crítica de PRÉSUMÉ COUPABLE (PRESUNTO CULPABLE)

Alain Marécaux es un agente judicial de éxito casado y con tres hijos. Una noche una patrulla policial irrumpe en su casa con una orden para detenerlo: junto a su mujer, está acusado de haber violado a menores de edad en Francia y en Bélgica, de formar parte de una red de pornografía infantil por internet y de haber abusado presuntamente de sus retoños. Présumé coupable es su historia, la crónica de un error judicial que lleva Alain a la cárcel, a la soledad de los furgones policiales, a la violencia de interrogatorios y juicios, y a la desesperación más absoluta, representada al final de la película en forma de una huelga de hambre. El cuerpo de Alain ha menguado, su ánimo se resiente día tras día. El sistema ha destruido su vida y la de los suyos, y para colmo basándose en pruebas nada sólidas. Présumé coupable, al exponer el calvario de un hombre corriente, nos obliga a plantearnos la fragilidad del hombre moderno que confía en la ley y que no es defendido por los encargados de impartir justicia. La historia real de uno de los escándalos más sonados de la crónica social gala, y en lo cinematográfico un drama muy medido y un thriller bien contado, excelentemente interpretado por Philippe Torreton. Lo más fascinante es que un material existente (la película se basa en los diarios que escribió el verdadero Alain Marécaux en la cárcel) haya dado como resultado una cinta muy sólida que esquiva los sensacionalismos y las sensiblerías de las películas basadas en un caso real, y en este caso sumamente mediático en su país de origen. Una propuesta muy interesante, incluso notable si tenemos en cuenta que en España los episodios más sonados de nuestra crónica negra acaban siendo la excusa de telefilms poco fieles con los hechos de base y nada dotados en lo cinematográfico. Présumé coupable entretiene y da miedo: podría hacer sesión doble con la belga Illégal, curiosamente ambas inéditas en nuestro país. Una lástima, porque Présumé coupable muestra con firmeza los resquicios de un sistema judicial mil veces puestos en duda, tachado de ineficaz y paradójicamente de injusto; y sobre todo porque el cine es un arma cargada de poder a la hora de criticar el estado de las cosas, incluso de cambiarlo. No se arrepentirán de verla.


Nota: 6

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