miércoles, 2 de noviembre de 2011

Pepita y Hortensia: Crítica de LA VOZ DORMIDA

La voz dormida ha sido el ansiado proyecto de Benito Zambrano durante casi seis años. Un film mil veces pensado, postergado por la muerte de la autora de la novela Dulce Chacón y finalmente mutilado, al menos en lo económico, por la crisis. Ya estrenada, en La voz dormida palpita la película que esperábamos (gran dirección de actrices, emociones a flor de piel) y la que no ha sido (el cineasta ha resuelto las deficiencias de presupuesto con un estilo muy austero, una puesta en escena minimalista y unos planos muy cerrados: el único plano general filma a Pepita desolada en el momento en que Palmiro, su nuevo novio, ahora rebautizado como Jaime y en camino hacia Francia, se aleja sin remedio). Curiosamente ese plano viene a resumir la esencia de La voz dormida, una película de mujeres, sobre mujeres; en un momento en que los hombres tomaban las decisiones, dejaban viudas y miserias y ajusticiaban en nombre del Generalísimo. La voz dormida de miles de mujeres que, si bien no protagonizaron la guerra desde el frente, sí la sufrieron.


Zambrano ha diseñado La voz dormida desde el sentimiento, y la historia requería un poco más de raciocinio. El director se recrea en los momentos más dramáticos y deja claro que interpreta el pasado desde el presente: algunas frases de guión como 'esa guerra nunca tuvo que suceder' y similares demuestran una actitud demasiado conciliadora y 'buenrollista', las lenguas viperinas dirán que izquierdista. Pero el cine es ante todo perspectiva, y hay que respetar la posición de Zambrano. 

El realizador andaluz ha elegido el punto de vista acorde, ni el más fácil ni el más obvio, simplemente el que mejor le permitía narrar según sus dotes de genial domador de fieras (en femenino). La voz dormida no es un documento historiográfico preciso, algo que como cinéfilo no puedo reprochar: soy consciente que el cine imita la vida, puede llegar a parecérsela, pero siempre será un simulacro de la realidad, nunca la verdad. ¿Quién puede condensar la Posguerra española en apenas dos horas? La empresa es demasiado difícil, por no decir imposible; y de querer acometerla resultaría suicida, pedante. 

En términos cinematográficos, la película tampoco llega a ser perfecta: sin ir más lejos, en Pa Negre había una narrativa, una evolución de personajes, un misterio en sus entrañas, y lo más importante, una clara apuesta por ver la Posguerra desde la concepción del 'género cinematográfico' (los más evidentes, el western y el thriller fantástico). La voz dormida se aposenta en el drama a la espera de un final trágico, irremediable, inexorable. Como si Zambrano, ayudado por sus actrices, filmase el lento caer de sus supervivientes buscando más la empatía del espectador que el estilo puramente cinematográfico, la personalidad de su criatura fílmica.


También se presta a comparaciones sus evidentes conexiones con la todavía reciente Las 13 rosas. Se me ocurre que, como podemos hacer con la literatura española de determinadas épocas, ambas películas se inscriben en dos corrientes o escuelas diferentes: Las 13 rosas sería una película castellana, más pulcra, con un trabajado crescendo dramático y una recreación histórica espectacular; mientras que La voz dormida es claramente andaluza, más hiperbólica, más teatral y visceral.

El juego de relaciones acaba volviendo al material literario de Dulce Chacón. Zambrano se muestra fiel al esqueleto de la novela, cediendo más protagonismo a las mujeres. La película no acaba de describir con precisión el ambiente carcelario y en algunas escenas empeora la propuesta del libro: el momento en que la monja obliga a besar a las reas el pie de una imagen de Jesucristo acaba en parodia cuando leido contiene una ironía muy interesante. 

El problema, más por contexto que por texto, es que ahora contamos con demasiados referentes desde los que comparar, interpretar y ver La voz dormida. No ha llegado en un buen año: la sociedad española tiene demasiados quebrantos como para dejarse llevar por el cuento negro que propone Zambrano. Respecto a su precandidatura al Oscar, sólo queda decir que La voz dormida es la que más conecta con los gustos norteamericanos, pero que Pa Negre es mejor película. Si el cine es emoción, La voz dormida aguantará el paso del tiempo y se impondrá como uno de las mejores títulos de nuestra cinematografía. Decir que es una película triste es poco. Desecho su tono moralista y me quedo con el desparpajo de sus actrices: no es perfecta, pero está muy lejos de ser una mala película. Las interpretaciones de María León e Inma Cuesta son tan vivas y sentidas que difícilmente podemos despegar los ojos de la pantalla, contagiados por la energía, la pesadumbre y el magnetismo de sus rostros dolientes; y con ellas las del resto del reparto, con la carcelera Ana Wagener a la cabeza. Eso aunque se añore una historia más contenida. Carne de Goyas.


Nota: 8

Si te gusta esta crítica, vótala en Filmaffinity

6 comentarios:

  1. Genial reseña, en días tendré mi crítica, muy similar en gustos a la tuya, un saludo!!

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Una película muy emotiva y como bien dices los planos cerrados y minimalistas no dejan espacio a cosas superfluas. Es para preguntarse que harían estos creadores que están haciendo obras magnificas con los presupuestos con el que algunos hacen autenticas basuras.(es que ahora suenan Truenos por aquí).

    ResponderEliminar
  4. Totalmente de acuerdo que la actuación de María León es grandiosa y que bien merecida se tiene la concha de plata. A mi me encantó ese personaje que fisicamente muestra debilidad, inocencia o miedo pero que en el fondo, con sus acciones, demuestra todo lo contrario. Mi opinión de la peli por si te interesa echarle un vistazo :) http://unavidadecine.wordpress.com/2011/11/09/simplemente-ella-en-la-voz-dormida/

    ResponderEliminar
  5. Acabo de verla y me ha parecido una gran pelicula, para mi merecedora de un 9.
    Tras la decepcion que me supuso "Pa Negre" ha sido una gratisima sorpresa que me haya gustado tanto una pelicula basada en la guerra civil española.
    No solo me ha encantado de principio a fin sino que ademas ha conseguido sentirme indignado mas de una vez durante su metraje por las cosas que muestra, cosas que pasaron y que seguramente serian mas duras... La verdad es que conozco a unos cuantos que les obligaria a verla.
    Las actrices estan maravillosas, Inma Cuesta y Maria Leon derrochan naturalidad, y las secundarias la verdad es que tambien merecen destacarse.
    Cada vez entiendo menos como pudo ganar tantos Goya "No habra paz para los malvados" en un año que se estrena "La voz dormida" y "La piel que habito"...
    Saludos!.

    ResponderEliminar