Inauguramos agosto y es inevitable pensar qué dará de sí el último semestre cinematográfico del año. El cine español ha dado su particular do de pecho con Torrente 4, la cinta más taquillera de la temporada que ha llegado a superar a Harry Potter y a Jack Sparrow. Medianoche en París, con más de 7 millones de euros, también ha sumado, al igual que el boca-oreja de Un cuento chino. Águila Roja: la película logró un buen dato la pasada Semana Santa, pero se esperaba más repercusión teniendo en cuenta su éxito en la pequeña pantalla. Primos suma 4 millones y También la lluvia, ya en dvd, logró unas cifras excelentes. La nota negativa la aportan las comedias que, pese a partir con un aparato promocional notable, llegaron a duras penas al millón de euros: hablamos de No lo llames amor... llámalo X, ¿Para qué sirve un oso? o la todavía en cartel Amigos. También pinchó Blackthorn. El balance no puede ser negativo, pero resulta contradictorio que lo más visto sea la cuarta entrega de la saga más casposa de nuestra cinematografía, seguida de títulos que en verdad son coproducciones con otros países (por lo que el público de a pie no las concibe como 'cine español').
El 26 de agosto, con el estreno de Lo contrario al amor, el cine español inicia la que aspira a ser una de las temporadas más brillantes (en calidad, en crítica, en cifras). Es precisamente esa cinta protagonizada por la ex-señora televisiva Adriana Ugarte y Hugo Silva la que debería romper la maldición de la comedia nacional. Tras ella, los grandes autores de nuestro cine estrenarán casi al unísono: Almodóvar volverá a recibir el juicio de la audiencia (siempre imprevisible) con La piel que habito; Urbizu regresa tras tanto tiempo con No habrá paz para los malvados; Zambrano puede firmar su mejor película tras Solas con La voz dormida; El capitán trueno y el Santo Grial aspira a ser la nueva Alatriste del cine español, aunque parece que acabará con las cifras de taquilla de productos como Lope; Eva inaugurará Sitges y se verá en Venecia, excelente promoción para esta ópera prima con sabor a Goya; Mientras duermes puede seguir la estela de terror taquillero tras Los otros, REC y El orfanato; Verbo, la esperada película del cortometrajista Chapero Jackson, es el título clave del fantastique español del año; Cinco metros cuadrados, ganadora en Málaga, puede ser uno de los bombazos con su discurso sobre la crisis inmobiliaria y el gancho de los televisivos y muy queridos Fernando Tejero y Malena Alterio; Fuga de cerebros 2 alegrará las cifras de diciembre como lo hizo 3 metros sobre el cielo con un reparto que va de Loles León al mismísimo David Hasselhoff; y a todo esto habrá que sumar la cinta animada de rigor (Copito de nieve), el primer título de terror local en 3D (XP3D) o cintas como La chispa de la vida, Arriya (La piedra) y Lobos de Arga.
Con esta cosecha, equilibrio entre grandes autores y nombres con posibilidad de taquilla, el cine español está obligado a cerrar un gran año. San Sebastián debería volver a dar el pistoletazo de salida a las cintas más emblemáticas del año, como ocurrió el curso pasado con Pa Negre (finalmente ganadora del Goya) y Elisa K (de momento Intruders, que a efectos prácticos puntuará como película española, inaugurará el certamen). Tampoco nos podemos quejar del recorrido internacional de nuestro cine: aunque el producto español no sea muy exitoso fuera de nuestras fronteras, Los ojos de Julia ha recaudado bastante en numerosos países, anima ver a No tengas miedo compitiendo en Karlovy Vary, la citada Eva en Venecia, o el recorrido de La piel que habito (de Cannes a Londres, con posible proyección en el Festival de Nueva York y estreno en Estados Unidos en octubre), que podría ganar impulso si finalmente acaba siendo nuestra representante a los Oscar. También hay que recordar que Cannes ha servido para financiar y confirmar el rodaje y estreno de cintas tan prometedoras como Solo y Autómata, ambas protagonizadas por Antonio Banderas. La fiesta del cine, este año a finales de septiembre, también beneficia al cine español, ya que por esas semanas habrá muchos títulos potentes en cartel.
Nunca hubo tantas ganas por conocer la temporada de títulos españoles del año. En septiembre se abrirá la carrera para el Oscar con La piel que habito y La voz dormida como favoritas. Tras quedarnos dos años a punto de lograr la nominación con Volver y También la lluvia, y con el recuerdo de la estatuilla ganada en 2004 por Mar Adentro, el cine patrio tiene ganas de volver a la alfombra roja del Kodak Theatre. En ese momento también empezarán las especulaciones para los Goya, de los que este blog hizo una primera predicción hace unas semanas (sabremos si al final se celebran en un escenario diferente al Palacio de Congresos, como especulaba el nuevo presindente de la Academia, o si la medida de no nominar a los intérpretes menores de 18 años será una realidad pese a la negativa de muchos). ¿Será finalmente 2011 un año excelente para nuestro cine? No hay que vender la liebre antes de cazarla, y más cuando nuestro cine vive en un eterno cuento de la lechera, pero todo apunta a que esta vez la cosa va en serio. Veremos.
Yo creo que si es un excelente año para el cine de ustedes.
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