Jaume Collet-Serra sigue su paso firme en Hollywood con Sin identidad, vendida como la primera película dirigida por un español que ha logrado el primer puesto de la taquilla yanki. Con su nuevo film, Collet-Serra vuelve a demostrar una fidelidad poco común a sus referentes. Porque, aunque sus historias cada día tienen mejor empaque, en el cine de Collet-Serra aún queda el regusto (llámenle entusiasmo, llámenle locura) de ese adolescente cinéfilo que viajó a los Estados Unidos con el sueño de dirigir películas. Después de La huérfana, una de las últimas entregas terrorificas más sobrias e interesantes, Sin identidad camina hacia la acción más clásica: más que un thriller, el film es un cuento de 'misterio' e 'intriga' (etiquetas que casi ya no se usan en las fichas técnicas de los films de hoy en día), conspiraciones y encadenamientos de sorpresas que culminan en un final inesperado. Seguramente Collet-Serra ha visto muchas veces Frenético (Polanski: primer referente) o Impacto (De Palma: segunda fuente de inspiración), y eso le ha llevado a conjugar su memoria de historias sobre espías y asesinos en serie con su conocimiento del mercado / negocio cinematográfico. Otra diferencia: no todas las acciones nacidas en Norteamérica llegan con un reparto tan atractivo, desde Liam Neeson hasta Bruno Ganz y Frank Langella, estos últimos en intervenciones muy breves. Resumen: Sin identidad es ligeramente más interesante que la media de películas que pueblan la cartelera española por fechas veraniegas. Aunque la trama tarde en arrancar. Aunque el espectador esté en el pleno derecho de cuestionar cada cambio en la lógica del relato (en general, el argumento casa casi a la perfección cuando descubrimos todas las piezas del puzzle). Se agradece, eso sí, que la curiosa localización de la historia (en este caso Berlín) no sea una excusa para realizar una descarada ruta turística como ocurría en The Tourist. Y que la película mantenga su talante hasta el final, su verosimilitud dentro de lo imposible; la elegancia de un producto que, sin dejar de dirigirse a una audiencia moderna (acostumbrada a los códigos y efectismos, desórdenes narrativos y demás de la acción actual), parece sacada de los años 80. Un digno pasatiempo.
Nota: 6
Pues de este fin de semana, no puede pasar que no la vea.
ResponderEliminarSaludos
Me apetece aunque sea digno entretenimiento porque se hacen tan pocas pelis de intriga o misterio, como tú dices, que tenemos mono los aficionados a ellas, jeje.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu crítica, he visto muchas entrevistas de Collet-Serra sobre esta película y es un logro enorme lo que ha conseguido, y siempre con esa humildad. Aún no he podido verla pero espero hacerlo pronto, además con Liam Neeson como cabecera de cártel, esto promete.
ResponderEliminar¡Un saludo!