Un secret no se ha estrenado en España, un dato alarmante porque los atractivos de la película no son pocos: nominada al César a la mejor película francesa del 2008, con un reparto de lujo y dirigida por un director en alza. Para desentrañar el secreto que propone Claude Miller hay que recurrir a internet... algo que no vale la pena ocultar. Más grave es el devenir de los personajes de esta propuesta. El cine francés revisa la persecución judía en su país con una película bastante atractiva que combina cine de época con un presente en blanco y negro, una trama desordenada a propósito para asegurar el in crescendo del secreto a rebelar. Si todo se diseña para que la estructura del enigma tenga fuerza, es una lástima que entre tanta cara y vestido bonito la trama sea previsible. Miller quiere dibujar una atmósfera enrarecida a base de repetir planos (la caída de Cecile de France a la piscina), incrustar sueños con recuerdos y mezclar momentos de archivo (la historia de todos) con otros personales (la historia de la familia protagonista). Basta recordar el final en el cementerio para detectar que Un secret, con otras formas e idiomas, ya la hemos visto. Aún así, la película se disfruta por arte y gracia de los actores: Mathieu Amalric, Julie Depardieu y otros artistas galos que dan vida a este culebrón de altura. El resultado final no dista mucho del de un telefilm de cierto presupuesto... aunque debemos recordar que Un secret competía en los César con La vie en rose, otro pastiche televisivo. No es una película mala, pero se añoran más momentos intensos como esa acción final que el personaje de Ludivine Sagnier hace ante un guardia nazi para, seguramente, intentar romper la pulcritud y la corrección de este The reader galo.
¿Cómo ordenar el puzzle para presentar el argumento de Un secret? Diremos que es la historia de un niño que, a los quince años, descubrió el pasado de su familia, y que ahora, a mediados de los ochenta, recuerda y habla para él mismo y para los espectadores. También es la historia de dos atletas unidos, al principio amigos, luego amantes a espaldas de sus parejas. Puede interpretarse como un cuento de fantasmas: la vida de un niño que ha crecido a la sombra de otro que no conoce y que él interpreta simbólicamente como amigo imaginario. Y al final, Un secret es un homenaje a todas las personas que murieron en el holocausto o perdieron a sus seres queridos, una forma de demostrar que el rastro del horror sigue latente en el París moderno (no por casualidad, filmado en blanco y negro, como si el pasado fuera realmente lo más vívido, actual). Todo concuerda, nada sobresale como brillante.
Es cierto que quizá no sea perfecta, pero a mi me ha gustado mucho aun cuando parezca un elemento más televisivo que cinematográfico ojalá fueran así todas las propuestas televisivas!!! EL reparto inmejorable, es cierto.
ResponderEliminarAún no la he visto... tendré que hacerlo :)
ResponderEliminarSe dejan venir los BLOGGER AWARDS 2010!
http://2010bloggerawards.blogspot.com/
saludos