SPANISH MOVIE 6 / 10

La maniobra tiene su gracia. Una cinematografía tan preocupada de sí misma, a ratos catastrofista y otras ocasiones demasiado egocéntrica, merecía una parodia, pero una comedia liviana, para nada hiriente. El cine español es lo que es, y, como demuestra Spanish Movie, vive y malvive de sus éxitos de taquilla, pequeñas excepciones de unas películas poco promocionadas, menos seguidas y finalmente ignoradas. El ejercicio al estilo Scary Movie tiene, por definición, elementos sanos y malsanos, buenos y malvados, intrascendentes y guiños destinados al público cinéfilo. Decir que Spanish Movie es una mala película o que carece de interés es una gran mentira: quedará como un pequeño juego entre amigos, una mezcla de momentos tronchantes y escenas pésimas. Lo sublime, a veces, se aúna con lo estúpido, y Spanish Movie utiliza sus defectos a su propio favor: si el cine español es, según opinión popular, cutre y malo, Spanish Movie no es menos cutre y mala, aunque también divertida, amistosa, en el fondo blanda. Spanish Movie remite no sólo a un cine, sino a una idiosincrasia: notamos el humor zafio de posguerra y la sátira postmoderna de Muchachada Nui. Hay mucho de nuestra querida España en Spanish Movie y ello apabulla. En este caso, reciclar momentos de la ficción natural se traduce en un ejercicio sano donde la admiración y el homenaje ganan a la socarronería. Y como todo cabe y todo vale en unos ochenta minutos que no paran, vemos cameos inesperados, guiños surrealistas y alguna que otra chorrada. Seamos benévolos: solo debemos pensar en el gag de la polivisión para percatarnos que Spanish Movie quiere divertir a todo el mundo sin pretensiones ni excepciones… y lo consigue. Irreprochable, pero no intachable.

Silvia Abril es aquí un ama de casa particular, mezcla de Kidman y Rueda en Los Otros y El orfanato. Quien fuera musa del mismísimo Chiquilicuatre es, junto a una Raimunda bastante casera, la protagonista de un chiste que toca todos los palos: de El laberinto del Fauno a La soledad, de Yo soy la Juani a Los lunes al sol o Alatriste, de Mar adentro a Abre los ojos, de No es país para viejos hasta La mala educación o REC. Amenábar y Almodóvar, los dos pilares de nuestro cine, son también la base de Spanish Movie: de hecho, el despropósito empieza con un personaje de Almodóvar entrando en un escenario Amenábar. Spanish Movie, cóctel de muchos ingredientes, prefiere eludir el cine social y servirse de obras de la última década. En todo caso, una reflexión poco académica, siempre disparatada, de propiedades casi terapéuticas. Esperemos que dentro de diez años exista una segunda parte dispuesta a partir más pana y quemar más leña. Aunque lo mejor de todo sería que el cine español pudiese contar en un futuro con iconos cinematográficos tan sólidos y reconocibles como los que aquí se parodian. Al final, el mensaje es claro: no vamos tan mal pero tampoco somos ejemplo de nada. El truco de todo esto, como también la clave para disfrutar de la película, está en no tomarse nunca en serio a uno mismo.