Al final del camino representa lo peor del cine español: un humor zafio, una historia carente de interés y unos actores víctimas y ebrios de una popularidad televisiva mal utilizada. Roberto Santiago nunca ha sido cocinero de exquisiteces y en su filmografía figuran, media escondidas y avergonzadas, cintas como El club de los suicidas o El penalti más largo del mundo. Estamos ante un ejemplo de españolidad rancia en el que un chulesco Javier Gutiérrez, simpático en Un franco, 14 pesetas, cree cambiar de tendencia sexual tras un viaje tan innecesario como soporífero. Con esta referencia, queda claro que este viaje tiene paradas en José Luís Moreno, tramas de posguerra, los residuos de Aquí no hay quien viva y otras estaciones de servicio terroríficas. Es una lástima: aunque Tejero se limite una vez más a ser Tejero, rara enfermedad que también afecta al televisivo Resines (recuerden: lo peor de Celda 211), Malena Alterio es una gran actriz y merece más y mejores tramas. Al final de todo, lo único que queda es un pasatiempo rápido, televisivo, soporífero, insulso, previsible; chistes de brocha gorda y una excusa narrativa enclenque. Las peores vacaciones del panorama nacional tras Atasco en la Nacional. Tiene ganado a pulso el anti-Goya de este 2009, incluso por encima de Fuga de cerebros o la despreciada en exceso Mentiras y gordas. Nada, en definitiva, que se relacione con el 'buen cine' (ni tan siquiera con el 'cine')
Abróchense los cinturones: una periodista y un fotógrafo fingen ser pareja para descubrir las malas artes de un psicólogo que, obviamente, es argentino. La broma les llevará a iniciar el camino de Santiago con la compañía de personas no menos pintorescas, tampoco excentas de clichés. Ni qué decir que chico y chica, tras infinidad de peleas, restarán juntos para siempre a modo de príncipes de lo absurdo. Todo es tan cutre que crea estigmas en las retinas. Tras ver la película, cualquier ciudadano en sus cabales debería pedir un cambio de nacionalidad. No exageramos: nada tiene jugo, nada tiene sentido. 'Estoy en crisis', gritan las camisetas de estos caminantes paletos. No hay ninguna duda porque, con productos como este, no nos extraña que cierto público rehuya del cine patrio como de un resfriado contagioso. En caso de moqueo, pueden reutilizarse los pañuelos para limpiar las lágrimas que entonará el cinéfilo inocente. Una hora y media perdida. Un consejo, más bien un aviso: olvídenla.
Desconocia todo sobre esta película, dudo que la vea, NO LA VERE jeje. Excelente critica y punto de vista. Feliz Navidad Xavier.
ResponderEliminar¿Para cuando 35 rhums?
Al ver los anuncios de esta película no parecía gran cosa, pero le di una oportunidad por la gran Malena Alterio. Sin embargo, me decepcionó. Es floja, aunque no le pondría tan poca nota.
ResponderEliminarEs seguro que no veré esta película, primero porque probablemente no se estrene fuera de España, segundo porque será casi imposible conseguir una copia, y tercero porque confio en tu críterio y un 2 es suficiente para dejarla en el olvido.
ResponderEliminarPor cierto, he publicado mi revisión a "Los Abrazos Rotos", esperaría ver tu opinión.
Durisima la crítica! jaja pero muuuy buena... Ese 2 duele jaja
ResponderEliminarSaludos Xavi! Te espero comentando en mi crítica de "The Hurt Locker"!
Un abrazo!
PM