El público reconoce un film de Almodóvar desde el primer fotograma, domina los puzzles de David Lynch (más artista que cineasta) y sabe de antemano el barroquismo que pueblan los títulos de Peter Greenaway. A estos tres ejemplos, nacidos y crecidos en festivales de prestigio, cabe añadir el nombre de Kim Ki-Duk, director que rueda poesía por necesidad y convicción. Sus historias han sido cruciales para que nuevas plateas logren entender el tempo lánguido, los silencios, las miradas y las sutilezas del nuevo cine asiático. Ki-Duk ya no sorprende como el primer día, y ahora, víctima de su estilo simbólico, no recibe el apoyo de la crítica, la misma que habló maravillas de La isla o Hierro 3. Pese a todo, y como en todas las filmografías, debe diferenciarse títulos aceptables (El arco, Aliento), buenos (La isla), mejores (Hierro 3) y sublimes (Samaritan Girl). En este compendio de títulos, Time ocupa un lugar especial y se suma al cupo de pequeñas grandes sorpresas. Nunca Ki-Duk se mostró tan onírico, metafórico, radical y dramático: Time es un culebrón en toda regla, un festival de celos y obsesiones que acaba siendo un drama alambicado, una colección de momentos tan forzados como enigmáticos. Y al final, aceptando ser carne de festival y medallas, Ki-Duk hereda la pasión y las tramas surrealistas de Almodóvar, la tétrica mirada de Greenaway y los rabiosos trastornos de David Lynch. Pudo ser hilarante (por mala), pero al final Time es delirante, absorbente, totalmente impredecible. Peca de muchas cosas, pero Time, que aglutina lo mejor y lo peor de su creador, es una crítica a las apariencias, a la devaluación del amor en tiempos modernos, a la insatisfacción e inseguridad de una generación extraña, aunque sensible ante el arte (vía fotografías, esculturas o pinturas). La utilización de la cirugía estética como leitmotiv narrativo y juego de máscaras es, simplemente, sublime. Una victoria.
Ki-Duk sigue fascinando con su inusual unión de violencia y poética. Cada historia del coreano aúna un aura excepcional, roza lo inverosímil y se sirve de una sutil brutalidad para dibujar relaciones tortuosas, amores que matan. Ki-Duk es metafórico, tanto que puede resultar empalagoso. Debido a esto, los escenarios de Ki-Duk son misteriosos: una isla entre real y metafórica, un barco pesquero en alta mar, una estampa que muta con las estaciones, una cafeteria regentada por parejas en crisis o un paisaje urbano en el que el humano vive cohibido (el piso pequeño y tecnológico de Time ya aparecía, no por casualidad, en Aliento y, sobre todo, en Hierro 3, donde los protagonistas vivían en casas deshabitadas y se aprovechaban, aunque con bondad, de la morada del otro). Ki-Duk derrocha sensibilidad en cada plano y en cada gesto, aunque, como sucede aquí, la necesidad de cuadrar el relato, cerrarlo y dotarle de sentido puede enervar a más de un espectador comprensivo. Time, en definitiva, llega en el momento justo, en el punto en el que el coreano empezaba a perder seguimiento e interés. Lejos de todo esto, Time lame sus excesos y se convierte en una de las mejores películas del pasado 2007. Porque Ki-Duk, que a veces parece de otro mundo, seguirá dando mucha guerra.
Interesante. Este film no lo conocia. Intentare verlo como pueda.
ResponderEliminarsaludos
Excelente Kim Ki Duk, Time es perfecta en todos los sentidos!
ResponderEliminarAunque no termino de compartir plenamente esa pasión que el cine de Kim Ki-Duk despierta entre cierto sector de la crítica (recuerdo, por ejemplo, que con Hierro 3, aclamada casi unánimemente como obra maestra, era incapaz de apreciar tal grado de maestría), sí que he de reconocer que me parece un autor de lo más interesante. Ésta, Time, aún no la he visto, pero haré todo lo posible por verla; tu reseña, por cierto, excelente, todo hay que decirlo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y buen fin de semana.
¿Quién se cree usted para decir que David Lynch es "más artista que cineasta"?
ResponderEliminarLa ignorancia es definitivamente atrevida y no conoce límitesstencola
Disculpa te ha faltado un director asiatico en la lista, se llama Pen-ek Ratanuarang. Es muy reconocido... más que Brillante Mendoza, que se ha cotizado por el Cannes de este año.
ResponderEliminarSaludos.
Hola! Envío las calificaciones de las siguientes películas... Aburridísimas,por cierto:
ResponderEliminarTres monos:3
Star Trek:4
Ceguera (A ciegas en España):2
A mi Ki Duk me encanta, y paso de la crítica de los festivales, compuesta habitualmente por pandillas de intransigentes frustrados y maniáticos que se creen dioses y que después son ellos incapaces de escribir un buen guión. Eso sí, Time me pareció floja floja, muy floja, y una de sus peores películas, la verdad, a años luz de para mi maravillas como La isla o Hierro 3.
ResponderEliminarHolaaaa, perdona que t'escrigui aquí però és que et truco i no em contestes!!!!!!!!
ResponderEliminarSi bien no vi todo, todo lo que vi me gustó!!! La que a mi parecer es la más floja es El Arco. Gustos!!!
ResponderEliminarPero las otas tres que vi me encantaron, plantea de manera poetica cuestiones profundas del ser.
Aqui, bien haz comentado el amor hacia las artes, y pensando en eso, creo que además de acercarse (los personajes) al arte como busqueda de identidad, de su parte snesible, creo que también, este acercamiento tiene que ver con "el arte como inmortallidad", como "una burla al tiempo". Y eso es lo que ellos quieren!!
Muy buena entrada!!!