PELÍCULAS INTERNACIONALES DE LOS ÓSCAR | TODO SOBRE MI MADRE (ALL ABOUT MY MOTHER), de Pedro Almodóvar (España)

TODO SOBRE MI MADRE (ALL ABOUT MY MOTHER)

España, 1999. Dirección: Pedro Almodóvar Guion: Pedro Almodóvar Música: Aberto Iglesias Fotografía: Affonso Beato Reparto: Cecilia Roth, Marisa Paredes, Penélope Cruz, Candela Peña, Antonia San Juan, Rosa María Sardà, Fernando Fernán Gómez, Fernando Guillén, Toni Cantó, Eloy Azorín, Carlos Lozano, Cayetana Guillén Cuervo Género: Drama. Melodrama Duración: 100 min. Tráiler: Link 

¿De qué va?: Madrid. Manuela, una madre soltera, ve morir a su hijo el día en que cumple 17 años, por echarse a correr para conseguir el autógrafo de Huma Rojo, su actriz favorita. Destrozada, Manuela viaja entonces a Barcelona en busca del padre del chico. (FILMAFFINITY)

Manuela, el personaje central de Todo sobre mi madre, viaja de Madrid a Barcelona, justamente el trayecto contrario que realizó 17 años atrás. Almodóvar filma esa huida con una transición sin significado aparente pero que acaba siendo crucial para entender el filme: el tren que la acoge atraviesa un túnel que parece un agujero insondable, las cavernas de un útero materno. El personaje hará ese trayecto dos veces más en el epílogo de la película, y de nuevo el cineasta filma esos momentos como visitas a un abismo interior, con travellings muy medidos en los que el rojo, su color distintivo, se alterna con el negro absoluto. El filme tiene muchos hallazgos visuales, sin duda dignos de un análisis pormenorizado, pero la cita de este detalle sirve por sí solo para reivindicar Todo sobre mi madre como la gran película de Almodóvar sobre la mujer en todas sus expresiones, roles, sexualidades y géneros, así como la reverencia definitiva hacia el carácter lúbrico, la capacidad de aguante y el altruismo sin límites de las madres, sin importar si estas son biológicas, adoptivas, abuelas o, por qué no, hombres. También actrices, de oficio o accidentales, porque Todo sobre mi madre entiende el arte interpretativo como estado natural de la mujer que, sabiéndose menostenida, se ha hecho a sí misma a base de fingimientos. Cine moderno, en fondo y forma, que sortea sus capas, saltos en el tiempo y mezcla de géneros con cercanía y credibilidad: el trazo de esta Manuela en duelo, la monja Rosa, la fantasmagórica Lola, la prostituta Agrado, la diva Huma Rojo y la drogadicta Nina exceden por mucho, ya no solo lo plausible en términos narrativos, sino el aperturismo real de un país tan contradictorio como el nuestro. La recreación (Eva al desnudo, Música para camaleones, Un tranvía llamado deseo, Yerma) convertida en creación misma. Probablemente el inusitado éxito que Todo sobre mi madre cosechó en todo el mundo tiene que ver con esa imagen moderna y modernista (Gaudí) que el extranjero quería asociar a la España del desarrollo. Acojámonos a eso, por muy ilusorio que sea, para justificar por qué es un placer y un deber volver periódicamente a esta obra maestra: Todo sobre mi madre es una película del futuro.