FRESA Y CHOCOLATE
Cuba, 1993. Dirección: Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío Guion: Senel Paz Música: Aurum Fotografía: Mario García Joya Reparto: Jorge Perugorría, Vladimir Cruz, Mirta Ibarra, Francisco Gattorno, Marilyn Solaya, Joel Angelino Género: Drama social Duración: 110 min. Tráiler: Link
¿De qué va?: David (Vladimir Cruz) es un comunista convencido que estudia Sociología en la Universidad de La Habana. Diego (Jorge Perugorría) es un artista homosexual acosado por la homofobia del régimen castrista. A pesar de las abismales diferencias que los separan, entre ellos surge una profunda amistad. (FILMAFFINITY)
Fresa y chocolate es una película de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío basada en un relato corto de Senel Paz, quien también escribe el guion. El filme fue nominado al Óscar a la mejor película en lengua extranjera, ganó el Goya a la mejor película extranjera de habla hispana y entre sus muchos reconocimientos obtuvo el Premio especial del Jurado del Festival de Sundance y del Festival de Berlín.
La obra se puede considerar importante o relevante debido a los temas que trata desde la perspectiva social de los años 90, pero no se le puede negar que el paso del tiempo le ha restado varios puntos debido a cómo plasma algunos prejuicios, como es el caso de la representación de los hombres gays, o cómo se ve a la mujer como simplemente un objeto sexual, o incluso la forma en que se habla de Cuba.
La historia ocurre en La Habana de 1970 y habla sobre la relación de amistad entre un joven homosexual llamado Diego, amante de los helados de fresa, que por una apuesta intenta, sin éxito, seducir a David, un joven militante comunista, heterosexual, que estudia Sociología en la Universidad de La Habana, aficionado a los helados de chocolate.
Ambos jóvenes entablan una relación de amistad que inicia mal desde el primer momento por las intenciones de Diego, pero luego también por David, que lo busca para sacarle información o pruebas para acusarlo de traidor a la patria, esto alentado por su compañero de universidad llamado Miguel.
Pero, pese a las mentiras y engaños entre ambos jóvenes, los dos logran entablar una amistad sincera, haciendo que el filme se vaya construyendo entre largas charlas sobre los diferentes temas que busca dialogar la obra, como es la homofobia, los prejuicios machistas, la discriminación y cómo se ve desde lados distintos la tensión social que vive el país.
Diego representa la figura del homosexual consciente, lúcida y culta, que desafía con buen ánimo el ambiente opresivo en el que le toca vivir en esa Cuba que en los 70 vivía una opresión que la cinta busca subrayar en cada momento. El tema que más plantea el filme no es nuevo y lo hemos visto ya en varias obras a lo largo de los años, incluso mejor tratado, pero no se puede negar que Fresa y chocolate fue una de las películas que abrió dicha conversación, especialmente en Latinoamérica, en la que todavía en 2021 hay varios países que discriminan a las personas homosexuales.
Dionar Hidalgo
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