lunes, 31 de agosto de 2020

CRÍTICA | TENET, de Christopher Nolan



TENET 
Reino Unido, 2020. Dirección y guion: Christopher Nolan
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A Christopher Nolan le encantan los viajes en el tiempo, retorcer las líneas temporales y jugar con la percepción de los personajes y, de paso, de nosotros, los espectadores. En este sentido, Tenet es un thriller hermanado con Origen que volará la cabeza a los fans del director. Nolan ofrece lo que promete, con una gran fotografía orquestrada por Hoyte Van Hoytema, un envoltorio de efectos y sonidos que taladra la platea, en el mejor y en el peor de los sentidos, y una música de Ludwig Goransson al estilo de Hans Zimmer.


No os vamos a desvelar la sinopsis de Tenet, básicamente porque es difícil de explicar. En verdad, el argumento es lo de menos. Podría decirse que la historia se basa en una idea, una teoría, una premisa. Imaginad que hay objetos y realidades que funcionan hacia atrás, yendo del futuro al presente; que existe gente capaz de dominarlos; y a esas cronologías, sumad la posibilidad de que alguien, el villano de la función, conozca la existencia de esos tiempos simultáneos y que ese poder pueda desencadenar el fin del tiempo en su sentido más amplio. O sea, acabar con todo. Producir el apocalipsis. Mientras, los demás, agentes como el protagonista, están condenados a hacer y rehacer acciones. Todo el tiempo. En todos los tiempos. Esta retahíla tan abstracta es la base de Tenet, una película que se sigue, pese a no resultar inteligible. Pero poco importa. Ese es el mérito de Nolan: mantenernos pegados a la butaca mientras en la pantalla suceden cosas y caras sin ton ni son.


Tenet es un lío mayúsculo. Los fanáticos seguro que la verán más de una vez y llenarán las redes sociales con teorías varias. Otros, entre los que me incluyo, no haremos tal esfuerzo. Que una película sea entretenida no quiere decir sea interesante. Que sea complicada no significa que sea compleja. Que los diálogos tengan palabras rimbombantes no implica que estén dotadas de contenido. Y que toda la trama vaya a la velocidad del trueno no justifica que Nolan haga una construcción tan pírrica de personajes, o que los actores tengan un carisma nulo. Si Tenet es una película intelectual, que lo dudo, es más fría que el témpano. Y si son fuegos artificiales sin más, le falta emoción, conseguir, no ya que la audiencia entienda lo que ve, sino que le importe.


Seamos francos: hemos visto muchos viajes en el tiempo, en cine y series. Con menos presupuesto y más virtudes. Tenet, más allá de incrementar la mística, la megalomanía descomunal de su director, aporta más bien poco. Lo que en 2020 ya es mucho: 150 minutos de evasión palindrómica, antídoto anticovid que se propone salvar "el cine en el cine". Tarea mastodóntica, acorde con las proporciones nolanianas. Para poder opinar, y tras un sinfín de chismes y retrasos, ya tenéis Tenet en los cines españoles. El debate está servido.



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