miércoles, 6 de noviembre de 2019

CINE ESPAÑOL | ADIÓS, EL SILENCIO DE LA CIUDAD BLANCA y EL CRACK CERO


ADIÓS
España, 2019. Dirección: Paco Cabezas Guion: José Rodríguez, Carmen Jiménez y Paco Cabezas
¿De qué va?: Juan sale de prisión para asistir a la comunión de su hija. La pequeña fallece en un accidente de tráfico en el que están implicados capos del narcotráfico. Mientras dos inspectores se hacen cargo del caso, Juan decide tomarse la justicia por su mano. Ficha completa
Reparto: Mario Casas, Natalia de Molina, Ruth Díaz, Carlos Bardem, Vicente Romero, Mona Martínez Música: Zeltia Montes Fotografía: Pau Esteve Birba Género: Thriller Duración: 111 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 22/11/2019.

Paco Cabezas ha confesado en una entrevista reciente que cuando su padre vio Carne de neón le echó en cara que la película fuera poco andaluza. Ha pasado alrededor de una década, Cabezas ha conseguido labrarse una carrera en los Estados Unidos como director de series y ahora regresa a Sevilla para presumir de raíces. Adiós, en efecto, es un filme castizo por los cuatro costados, vitaminado por el dominio técnico que Cabezas ha perfeccionado en sus años norteamericanos. El mismo universo familiar y marginal, pasado por el filtro de la experiencia. La escritura de guion, con todo, sigue en estado embrionario. Adiós es una historia de venganza con personajes que llevan un notable historial violento a cuestas. Alrededor del barrio de las Tres Mil Viviendas todo parece corrupto, cuanto menos corruptible; tremendo y, a ojos de su responsable, tremendista. Cabezas apela a una visión casi lorquiana del linaje, del destino que ya está escrito con sangre, de perdiciones humanas que parecen designadas por los dioses, pero también a un sentido de la acción que obedece a prototipos genéricos, a fórmulas establecidas, a clichés muy nuestros y también muy ajenos. En la lucha de esas dos fuerzas, a Cabezas le ha quedado una película aparatosa, como un canto flamenco con más grito que desgarro. Estridente en todo momento y especialmente exagerada en su tramo final. No ayuda la endeble interpretación de Díaz ni la fiereza impostada de Casas y Martínez. Tampoco la tesis fácil de que todos los estamentos, de chabolas a comisarías y juzgados, están llenos de carcoma. Porque, allá donde Adiós debería responder como un fresco social y reflejarse en el mejor Alberto Rodríguez (o mejor: no asemejarse a nada y a nadie), Cabezas responde con subterfugios peliculeros: para el caso, tiros, carreras, complots sin fin, personajes satélite y giros inverosímiles. Queda una película digna en lo formal y realmente anecdótica en todo lo demás. Insuficiente, en resumen, para un director que, pese a su currículum, parece conformarse con no cruzar el umbral del disparate. Sería interesante preguntar la opinión de todo esto al padre de Cabezas.



EL SILENCIO DE LA CIUDAD BLANCA
España, 2019. Dirección: Daniel Calparsoro Guion: Roger Danès y Alfred Pérez Fargas
¿De qué va?: Los cadáveres de dos jóvenes aparecen en el interior de una catedral emblemática de Vitoria. El inspector encargado cree que detrás de los hechos se esconde el imitador de un asesino ritual que fue encarcelado años atrás. Ficha completa
Reparto: Belén Rueda, Javier Rey, Aura Garrido, Manolo Solo, Àlex Brendemühl, Sergio Donado, Ramón Barea, Itziar Ituño, Pedro Casablanc, Rubén Ochandiano, Richard Sahagún, Ramón Agirre, Josean Bengoetxea, Itziar Aizpuru, Joseba Apaolaza Música: Fernando Velázquez Fotografía: Josu Inchaustegui Género: Thriller Duración: 110 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 25/10/2019.

Ver un estreno de Calparsoro, con perdón de la expresión, es lo más parecido a tener sexo y no llegar al orgasmo. Hay talento, medios, actores, paisajes, la voluntad de alcanzar un clímax, un primer tramo de metraje que promete algo grande... Y luego, la frustración. El caso de El silencio de la ciudad blanca es más grave si cabe. El mayor desatino de toda la carrera de su artífice, que ya es decir. Desconozco la novela original de Eva García Sáenz de Urturi, aunque queda meridianamente claro que el guion de la película intenta condensar sin éxito todos los pasajes del texto. Con calzador, sin sutilezas, a costa de la paciencia y de las risas de vergüenza ajena del público. Eso explica, por ejemplo, que la cinta concatene hechos sin ton ni son, con diálogos forzados que acto seguido son reemplazados por silencios anticlimáticos. Desconozco cómo se orquestra una ficción desde dentro, pero, apelando al bagaje como espectador, resulta notoria la presencia machacona de la música, su montaje rudimentario y el artificio que toda la película construye en torno a la luz, con transparencias, sombras y desenfoques que parecen gazapos de alumno de 1º de grado. Los vecinos de Vitoria deben estar rellenando en estos momentos su pertinente hoja de reclamaciones. Desconozco los misterios del marketing, y aún así, escuchando los comentarios de los compañeros de sala, es evidente que el cine español debe cejar en su intento por imitar al cine norteamericano: si uno no puede competir contra las presupuestos yankis, mejor reflejarse en las obras de Arévalo, Rodríguez, Urbizu o Sorogoyen. No se trata de educar a la audiencia dándole a entender que en España somos capaces de todo porque, por el camino, se transitan lugares comunes y quienes pagan la entrada acaban dándose cuenta del desatino. Dicho esto, sin ánimo de hacer más leña del árbol caído, El silencio de la ciudad blanca logra lo imposible: que El asesino de los caprichos, todavía en cartel, también con Aura Garrido vestida de policía, parezca una maravilla del séptimo arte. Si podéis, huid: todos los personajes en el filme corren, y mucho. Esperemos que la burbuja de thrillers mediocres de Atresmedia estalle más pronto que tarde. Está en juego mucho dinero y sobre todo la credibilidad de toda una industria.



EL CRACK CERO
España, 2019. Dirección: José Luis Garci Guion: José Luis Garci y Javier Muñoz
¿De qué va?: Otoño de 1975. Germán Areta ha abandonado el cuerpo policial y trabaja como detective privado. El caso del presunto suicidio de un sastre muy bien situado de la capital le permitirá coincidir con compañeros nuevos y viejos. Ficha completa
Reparto: Carlos Santos, Miguel Ángel Muñoz, Luisa Gavasa, Patricia Vico, Pedro Casablanc, María Cantuel, Macarena Gómez, Belén López, Raúl Mérida, Cayetana Guillén Cuervo, Luis Varela, Ramón Langa, Andoni Ferreño, Alfonso Delgado, Jacobo Dicenta, Samuel Miró, Susana Paz, Jero García, Daniel Huarte Fotografía: Luis Ángel Pérez Género: Cine negro. Drama Duración: 122 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 04/10/2019.

La coincidencia en salas de dos pesos pesados como Woody Allen y José Luis Garci es una bonita anomalía. A estas alturas de la película, nunca mejor dicho, la cinefilia no puede pedir que uno u otro abandonen su forma de entender el mundo y el cine. Se trata en ambos casos de reproducir un estilo ya codificado, celebrado en su momento, posteriormente denostado, para que el espectador de 2019 valore hasta qué punto sigue vigente. Día de lluvia en Nueva York, si el público sabe abstraerse de polémicas satélite, es una de las cintas más deliciosas de la temporada. Sin llegar a esa marca, El crack Cero cumple sobradamente como homenaje a un personaje (Areta), a una ciudad (Madrid) y a un conjunto de actores no siempre considerados. Los críticos alegarán que ese desfile de rostros es solo una excusa para que Garci hable de sus filias, del fútbol al boxeo, pasando por el cine clásico, el póker y la nicotina, y no les faltará razón. Otros defenderán que los planos urbanos de los años 80 y la tendencia a la escenografía teatral, con pompa verbal de aderezo, vician cualquier intento de emoción o tensión, y de nuevo estarán en lo cierto. Con todo, Garci está en su derecho de reivindicar su mirada, incluso de incidir en sus vicios. El crack Cero, como resultado, puede definirse como una película ensimismada, de resistencia, la refutación definitiva de que su autor siempre prefirió echar la vista atrás y no mirar hacia delante. Hay impostura formal, pero de ella, bendita paradoja, emerge la verdad de alguien que sabe qué está contando, cuáles son sus limitaciones y cómo es su público. El crack Cero, destilada de todas sus esencias añejas, es un ejercicio de nostalgia pretérita, sobre todo una metáfora del vértigo que se siente ante un futuro incierto. En esa encrucijada de tiempos, El crack Cero es una bonita despedida de Garci, la película que necesitábamos para espantar la sombra de la desastrosa Holmes & Watson. Madrid Days. Seguro que a Garci le ha alegrado compartir cartelera con su querido Allen. Probablemente haya agradecido que su filme, elegía del Franquismo allá por noviembre de 1975, coincidiese con la exhumación del cadáver del dictador. La mayor alegría sería que El crack Cero motivase una revisión seria, sin prejuicios ni ideologías de por medio, de toda la filmografía "garciana". Y, con toda seguridad, de ese ejercicio surgiría un debate interesante sobre lo que fuimos, lo que somos y lo poco que hemos cambiado. Garci, al final, le pese a quien le pese, es pura contemporaneidad.


Sigue la actualidad del CINE ESPAÑOL en
EL PODCAST DE CINOSCAR & RARITIES.
Disponible en Ivoox, Itunes y Spotify

No hay comentarios:

Publicar un comentario