CRÍTICA | UN ABRIL ENCANTADO (ENCHANTED APRIL), de Mike Newell

Primavera romana 
UN ABRIL ENCANTADO (ENCHANTED APRIL)

2 Globos de oro: mejor actriz protagonista (comedia) y actriz secundaria. 3 nominaciones al Óscar

Reino Unido, 1992. Dirección: Mike Newell Guion: Peter Barnes, a partir de la novela de Elizabeth von Arnim Fotografía: Rex Maidment Música: Richard Rodney Bennett Reparto: Joan Plowright, Miranda Richardson, Polly Walker, Alfred Molina, Josie Lawrence, Jim Broadbent, Michael Kitchen Género: Tragicomedia Duración: 90 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 23/04/1992

¿De qué va?: Londres, años 20. Hartas de escuchar las quejas de sus maridos y del ajetreo de la gran ciudad, dos mujeres deciden alquilar un castillo perdido en un paraje italiano durante todo un mes. Al viaje se suman dos mujeres más para compartir gastos: una anciana cascarrabias y una joven rica de la alta sociedad británica.

Mike Newell, apenas recordado por éxitos de los 90 como Cuatro bodas y un funeral y Donnie Brasco, dirigió hace veinticinco años Un abril encantado, una película que gozó del favor de la Academia hollywoodiense, si bien su repercusión internacional fue mínima y en España se estrenó con retraso y de tapadillo. La cinta, beneficiada por la fama que en su momento acaparó la actriz Miranda Richardson, es un ejemplo más de la habilidad del cine de "las islas" para facturar comedias elegantes, adultas y amables, capaces de dar la vuelta al globo haciendo gala de un toque de distinción inconfudiblemente británico. En este caso, la peripecia de dos amas de casa aburridas que deciden dejar el Londres lluvioso de los años 20 para pasar un mes de vacaciones en una villa italiana aboga por un cine liviano, sin críticas sociales ni subterfugios graves que enturbien la placidez de la aventura. Ideada como una "women movie", la cinta prefiere ser una historia de amistad y reconciliación antes que una crónica de emancipación de género. Con todo, el público femenino al que apela colmará con creces sus expectativas, ya que el mayor mérito de Un abril encantado es discurrir sin altisonancias, sumiendo a la audiencia en el mismo remanso de paz que envuelve a las protagonistas nada más pisar el país alpino. Por ello, la película funciona en menor medida cuando cede al vodevil cómico o a la ecuación amorosa de su desenlace, a pesar de discurrir en todo momento varios pasos por delante de casi todas las comedias de regusto femenino y contexto paradisíaco (incluyendo las británicas). En definitiva, una obra que se visiona sin pestañear y que se recuerda con la nostalgia que nos despiertan aquellos viajes que marcan toda una vida. La mejor película de Mike Newell o, cuanto menos, la más estimable de toda su filmografía.

Para espectador@s que van al cine con amigas y buscan historias "encantadas" y "encantadoras".

Lo mejor: La química de su reparto, al servicio de un guion algo plano pero nada estridente.

Lo peor: Aunque funciona, hay que reconocer que es una película que nunca sale de su zona de confort.

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