sábado, 25 de agosto de 2018

CRÍTICA | EL ORDEN DIVINO, de Petra Biondina Volpe


EL ORDEN DIVINO (DIE GÖTTLICHE ORDNUNG)
Suiza, 2017. Dirección y guión: Petra Biondina Volpe Música: Annette Focks Fotografía: Judith Kaufmann Reparto: Marie Leuenberger,  Maximilian Simonischek,  Rachel Braunschweig,  Sibylle Brunner, Marta Zoffoli, Bettina Stucky, Noe Krejcí, Finn Sutter, Peter Freiburghaus, Therese Affolter, Ella Rumpf, Nicholas Ofczarek, Sofia Helin, Elias Arens, Mirjam Zbinden, Marietta Jemmi, Urs Bosshardt, Fabienne Hadorn, Sandra Utzinger, Steffi Friis, Walter Leonardi, Ingo Ospelt, Kristin Flückiger Género: Drama Duración: 96 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 22/06/2018.
¿De qué va?: En 1971 las mujeres todavía no podían sufragar en Suiza, razón por la cual en un pueblo del país europeo, un grupo de mujeres decidieron rebelarse y luchar por el sufragio femenino y por sus derechos. 


El orden divino fue la película más taquillera de Suiza el año pasado y representó a su país en los Óscars 2018 en la categoría de mejor película de habla no inglesa (aunque no consiguió la nominación). El film ahonda en un hecho histórico de Suiza, un país en el que las mujeres no pudieron sufragar hasta el año 1971. En este contexto El orden divino se desarrolla en una zona rural del país europeo, donde la protagonista es una ama de casa interpretada por Marie Leuenberger, quien tras diversas situaciones familiares decide abandonar su conformismo ante la desigualdad de derechos, discriminación y opresión que sufren las mujeres de su entorno y ella misma, uniéndose así a otras tantas como ella para empezar la lucha por sus derechos. La película que además está escrita y dirigida por una mujer, es de claro tono femenino y feminista la cual plasma en fotogramas el machismo, violencia y opresión que sufrían las mujeres en los años 70 en un país que aún no resarcía su postura patriarcal y los prejuicios presentes incluso en muchas mujeres. Interesante en contenido, aunque convencional en su forma, El orden divino reivindica la lucha de las mujeres de aquella época por ejercer no sólo su derecho al voto, también a la igualdad y la libertad, un drama social interesante de conocer y correcto en su ejecución, la cual pivota entre el drama y la comedia, sin resultar muy provocadora ni demasiado desenfadada, además la corta duración del metraje y la simpatía de algunos de sus personajes interpretados con mucho acierto, complementan la película: destaca el trabajo de la actriz Marie Leuenberger.


Frase favorita
"Aunque diferentes, todos somos iguales".
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