lunes, 4 de junio de 2018

CRÍTICA | NORMANDÍA AL DESNUDO, de Philippe Le Guay


Amanece en el pueblo
NORMANDÍA AL DESNUDO
Francia, 2018. Dirección: Philippe Le Guay Guión: Olivier Dazat y Philippe Le Guay Música: Bruno Coulais Fotografía: Jean-Claude Larrieu Reparto: Toby Jones, Vincent Regan, François Cluzet, Arthur Dupont, Colin Bates, François-Xavier Demaison, Grégory Gadebois Género: Comedia dramática Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 08/06/2018
¿De qué va?: Los ganaderos de una zona de la Normandía francesa están sufriendo las consecuencias de la crisis agrícola. Ante la posibilidad de que un famoso artista haga una foto cerca del pueblo, el alcalde se pone manos a la obra para convencer a todos los vecinos para que salgan en la instantánea. Con una particularidad: en la foto deben salir desnudos.



La carrera de Philippe Le Guay representa una parte importante del cine francés que nos llega todos los años a nuestras carteleras: películas amables, en el fondo intrascendentes, que aspiran a ganarse la simpatía de cierto público maduro cansado de los típicos blockbusters de multisalas. No sabemos si Normandía al desnudo será otro éxito al estilo Una razón brillante, pero virtudes no le faltan. Le Guay coge las esencias del Ken Loach más festivo y menos político, con recordatorio nostálgico a Las chicas del calendario y a algunos recortes recientes de la prensa europea (el más impactante, la noticia de que el consumo de carne roja aumenta las posibilidades de sufrir cáncer), y lo combina en una "dramedia" de fórmula, más de sonrisa que de carcajada, que se gana con facilidad el cariño de todos precisamente porque trata a sus personajes con mucho mimo. Para el grueso duro de la crítica, un retrato condescendiente de la Francia rural y sus problemas. Para el resto de los mortales, la posibilidad de pasar poco más de hora y media a pocos kilómetros de casa, entre seres entrañables, asuntos mundanos y una historia que premia el sentido de comunidad y amor al prójimo. Se trata de dejar en cueros a los personajes, aunque en verdad el guión les viste sobremanera. ¿Quién diría que no a unos días en el pueblo, con el gran François Cluzet ejerciendo de alcalde, comiendo embutidos y respirando aire puro?


Para convencidos de que el "cine fácil", bien hecho, tiene mucho mérito.
Lo mejor: Su capacidad para ser un cuento y un docudrama, todo a la vez.
Lo peor: Esperarse un análisis profundo sobre asuntos de urgencia social (vayan a la sala de al lado).

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