CRÍTICA | MUTE, de Duncan Jones

MUTE

Reino Unido, 2018. Dirección: Duncan Jones Guión: Duncan Jones y Michael Robert Johnson, a partir de historia de Duncan Jones Música: Clint Mansell Fotografía: Gary Shaw Reparto: Alexander Skarsgård,  Paul Rudd,  Justin Theroux,  Florence Kasumba,  Noel Clarke, Daniel Fathers,  Livia Matthes,  Kirsten Block,  Gilbert Owuor,  Eugen Bauder, Seyneb Saleh,  Nikki Lamborn,  Anja Karmanski,  Alexander Yassin,  Robert Nickisch, Robert Sheehan,  Levi Eisenblätter,  Rosie Shaw Género: Ciencia ficción, Thriller Duración: 126 min. Tráiler: Link  Fecha de estreno en España (Netflix): 23/02/2018

¿De qué va?: En un Berlín futurista y lleno de violencia la novia de Leo (Alexander Skarsgård) desaparece, él iniciará una incansable búsqueda sin importar los peligros y las consecuencias.

En el año 2009 Duncan Jones sorprendió a más de uno con su ópera prima titulada Moon, una distopía espacial protagonizada por el ahora oscarizado actor Sam Rockwell, película meritoria e interesante donde sin duda Rockwell era el gran protagonista junto a aquel robot que se expresaba por medio de emoticonos, cuando los emoticonos aún no tenían su propia película. Moon tuvo poca repercusión en taquilla pero fue bien recibida por la crítica especializada y además otorgó a su director la satisfacción de varios premios y nominaciones, singular obra que hizo conocido a Jones y más tarde le permitiría dirigir la cinta Source Code, una producción de mayor presupuesto siendo obviamente  de corte más comercial pero que mantenía la esencia de su creador encaminado en el género de la ciencia ficción, una película de guión interesante e intrigante y un reparto de lujo encabezado por Jake Gyllenhaal y Michelle Monaghan, ambos ofreciendo una interpretación bastante solvente. Las dos primeras películas de Jones sin duda dejaban atisbar el talento del director, obras que lograron calar en crítica y público (aunque no en consenso). Tras Moon y Source Code, Jones fue elegido para dirigir la adaptación cinematográfica de Warcraft (videojuego de Blizzar) que si bien no fue un total desastre en taquilla no entusiasmó a casi nadie (en lo personal, me pareció pasable). Así que tras el mal resultado de WarCraft, quienes seguimos con cierto entusiasmo la carrera del hijo de Bowie, esperábamos con mucha expectativa su próximo trabajo.

Mute es la cuarta y más reciente película de Duncan Jones, primera bajo la producción de la plataforma de streaming Netflix. El film está ambientado en un Berlín futurista donde transcurre la historia de Leo (Alexander Skarsgård) un hombre mudo y de religión Amish el cual depende poco o nada de la tecnología en un entorno de coches voladores y totalmente tecnológico. En los primeros minutos también atisbamos escuetamente la relación que mantiene con una chica la cual pronto desaparece dando inicio a una incansable búsqueda por parte del protagonista; mientras paralelamente se desarrolla la trama de un hombre (Paul Rudd) con problemas legales que intenta "arreglar" su documentación para salir del país. En principio la película resulta vistosa y prometedora pero conforme avanza el metraje nos damos cuenta que estamos ante una historia poco interesante, algo caótica en su desarrollo y con una nómina de personajes desdibujados con los que no se llega a conectar, además de algunas subtramas interesantes pero desaprovechadas que tal vez pudieron desarrollarse mucho mejor (ahí está la trama del personaje de Justin Theroux). En resumen: Mute tiene alguna idea interesante pero mal desarrolla, cuenta con algunos momentos de acción entretenidos y resulta destacable a nivel visual tanto en la fotografía como ambientación, pero poco más que destacar. En una de las escenas de Mute sucede algo parecido a la muestra de conexión entre Múltiple y El protegido, se hace cierta referencia y se deja ver que Mute y Moon comparten el mismo “universo”, un detalle que aporta poco o nada a la trama, porque lastimosamente lo que no comparten ambas obras es la misma solidez y singularidad. Si algo predominaba en las dos primeras películas de Jones era su manera de profundizar en sus personajes, los cuales tenían un fondo dramático y conflicto  interesante y, a pesar de ser ciencia ficción eran historias con alma, además de entretener y plantear ideas complejas, algo que en esta Mute, al menos a mi parecer, no sucede. Ojalá en un futuro Jones nos vuelva a sorprender con películas tan geniales como aquellas que marcaron el inicio de su carrera.

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