miércoles, 28 de marzo de 2018

CRÍTICA | COSAS DE LA EDAD (ROCK'N ROLL), de Guillaume Canet


Canet según Canet
COSAS DE LA EDAD (ROCK'N ROLL)
Nominación al César al mejor actor
Francia, 2017. Dirección: Guillaume Canet Guión: Guillaume Canet, Philippe Lefevre y Rodolphe Lauga Fotografía: Christophe Offenstein Música: Maxim Nucci y VV. AA. Reparto: Guillaume Canet, Marion Cotillard, Johnny Hallyday, Jeanne Damas, Kev Adams, Gilles Lellouche, Guillaume Faure, Xavier Alcan, Norbert Ferrer, Hugo Dillon, Camille Rowe, Philippe Lefebvre, Ben Foster, Yvan Attal, Alain Attal, Yarol Poupaud, Maxim Nucci, Annie Mercier, Thomas Goldberg, Arnaud Henriet, Thierry Pietra, Nicolas Benoît, Camille Razat, Sophie Mousel Género: Comedia. Cine dentro del cine Duración: 115 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 28/03/2018
¿De qué va?: Guillaume Canet parece tenerlo todo. Una carrera estable, fama, dinero, una esposa entregada, un hijo adorable, muchos amigos... Pero acaba de cumplir 40 años y siente que ya no es el mismo. En busca del "rock'n'roll" de su juventud, intentará subir puestos en la lista de los actores más deseados por el público francés a base de decisiones muy rocambolescas.




A Guillaume Canet no le faltan proyectos, ni como actor ni como director. En el cine francés lo ha sido todo: la revelación de la temporada, el intérprete joven que fue tentado por Norteamérica, el protagonista de portadas del papel couché por su relación con Marion Cotillard y el director ganador del César por No se lo digas a nadie. Con este currículum, tiene sentido que, tras una película tan generacional como Pequeñas mentiras sin importancia, Canet vuelva a hablar en primera persona, en este caso para sacar las vergüenzas de una industria del cine que conoce a la perfección. El juego de autorreferencias llega a su máxima expresión en estas Cosas de la edad, con Canet interpretándose a sí mismo. O mejor: emulando una versión exagerada de la imagen que su público tiene de él. En ese ejercicio de cine dentro del cine, Canet parece divertirse de lo lindo con sus actores-colegas, y claramente se intuye una voluntad por colmar el morbo del espectador en forma de comedia desaforada, de parodia que se ríe de sí misma y, de paso, de todos los demás. El chiste ha tenido cierto alcance en Francia, algo lógico por otra parte, pero mucho nos tememos que fuera de ese contexto pocos conectarán con el salto mortal sin red de Canet. No ayuda que el tono de la película sea más y más ridículo a medida que avanza, que en el fondo todo sea una colección de lugares comunes o que la sátira, por alargada, termine perdiendo toda su mala baba para quedar reducida a mero disparate. Al final, no estamos tan lejos de ese humor complaciente y ombliguista de toda la vida. Por ello, tiene cierta retranca, que no gracia, que Cosas de la edad, como súmum del descenso de Canet, termine la metaficción mostrando al actor como héroe de una serie norteamericana al más puro estilo Walker Texas Ranger. Que lo descacharrante no lleve a engaño: a Cosas de la edad le hubiera beneficiado muchísimo la intrascendencia e incluso el circo de ese Hollywood que tanto parece detestar la película en su resolución. ¿No será que en el fondo estamos ante un producto un poco pedante (adjetivo, por otra parte, muy francés)?


Para "canéfilos" y francófilos de pro.
Lo mejor: Sus citas al cine francés, curiosas para todos los seguidores del cine del país vecino.
Lo peor: La sensación de que todo lo visto no es más que una tontería con aires de sofisticación.


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