Sinopsis: En un pequeño pueblo de la Inglaterra de 1959, una joven viuda decide, en contra de la educada pero implacable oposición vecinal, abrir la primera librería de la zona. 12 nominaciones / 3 Goyas
Sus competidoras:
El autor 2/9 (tráiler) (podcast) (crónica San Sebastián)
Estiu 1993 3/8 (tráiler) (podcast) (crónica San Sebastián)
Handia 10/13 (tráiler) (crítica) (podcast) (crónica San Sebastián)
Verónica 1/7 (tráiler) (crítica) (podcast) (crónica San Sebastián)
Estiu 1993 3/8 (tráiler) (podcast) (crónica San Sebastián)
Handia 10/13 (tráiler) (crítica) (podcast) (crónica San Sebastián)
Verónica 1/7 (tráiler) (crítica) (podcast) (crónica San Sebastián)
Nos representaba al Óscar:
Estiu 1993, de Carla Simón (no seleccionada)
Finalistas al Óscar:
Abracadabra y 1898: Los últimos de Filipinas
Nominaciones completas Premios Goya 2017: Link
Quinielas del blog Premios Goya 2017:
Quiniela 1 (22/08), Quiniela 2 (30/11), Quiniela 3 (01/02)
Podcasts de Cine español 2017 / 2018:
Podcasts de Cine español 2017 / 2018:
3x15: Cine español ENERO 2017: Quiniela Premios Goya y El cine español de 2018
3X11: Cine español DICIEMBRE 2017: Premios Goya, Forqué, Feroz, EFA y Fénix
3x09: Cine español NOVIEMBRE 2017: La librería, Oro, Musa, Deep, La piel fría y Quiniela Premios Goya 2018
3x04: Cine español OCTUBRE 2017: La llamada, Morir, Handia, Marrowbone y Festival de San Sebastián
3x03: Cine español SEPTIEMBRE 2017: Abracadabra, Verónica, Tadeo Jones 2, Converso y series catalanas
3x01: Especial 65º Festival de San Sebastián 2017 (Donostia Zinemaldia 2017)
2x32: Cine español VERANO 2017: Estiu 1993, Festival de San Sebastián y Premios Goya, Platino y Óscar
2x29: Cine español JUNIO 2017: Premios Platino, No sé decir adiós, Colossal, Como la espuma y Selfie
2x26: Cine español MAYO 2017: Plan de fuga, Amar, Nieve negra, series, Cannes y Premios Platino
2x23: Cine español ABRIL 2017: El guardián invisible, El bar, Pieles y cine independiente
2x20: Cine español MARZO 2017: Es por tu bien, Zona hostil, Incerta glòria y Festival de Málaga
3X11: Cine español DICIEMBRE 2017: Premios Goya, Forqué, Feroz, EFA y Fénix
3x09: Cine español NOVIEMBRE 2017: La librería, Oro, Musa, Deep, La piel fría y Quiniela Premios Goya 2018
3x04: Cine español OCTUBRE 2017: La llamada, Morir, Handia, Marrowbone y Festival de San Sebastián
3x03: Cine español SEPTIEMBRE 2017: Abracadabra, Verónica, Tadeo Jones 2, Converso y series catalanas
3x01: Especial 65º Festival de San Sebastián 2017 (Donostia Zinemaldia 2017)
2x32: Cine español VERANO 2017: Estiu 1993, Festival de San Sebastián y Premios Goya, Platino y Óscar
2x29: Cine español JUNIO 2017: Premios Platino, No sé decir adiós, Colossal, Como la espuma y Selfie
2x26: Cine español MAYO 2017: Plan de fuga, Amar, Nieve negra, series, Cannes y Premios Platino
2x23: Cine español ABRIL 2017: El guardián invisible, El bar, Pieles y cine independiente
2x20: Cine español MARZO 2017: Es por tu bien, Zona hostil, Incerta glòria y Festival de Málaga
Edición XXXII de los Premios Anuales de la Academia
de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España
de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España
(Palacio de Congresos, Hotel Marriot Auditorium, Madrid) Sábado 03/02/2018. 22h.
Lectura de nominaciones: Sede de la Academia, miércoles 13/12/2017,
a cargo de David Verdaguer y Bárbara Lennie Link
Maestros de ceremonias: Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla
Presidenta de la Academia: Yvonne Blake
Audiencia: 19'9% de share y más de 3.000.000 de espectadores
Página Los Goya 2017 en RTVE: Link
PALMARÉS
Película: LA LIBRERÍA
Director: Isabel Coixet, por La librería
Director novel: Carla Simón, por Estiu 1993
Actor protagonista: Javier Gutiérrez, por El autor
Actriz protagonista: Nathalie Poza, por No sé decir adiós
Actor reparto: David Verdaguer, por Estiu 1993
Actriz reparto: Adelfa Calvo, por El autor
Actor revelación: Eneko Sagardoy, por Handia
Actriz revelación: Bruna Cusí, por Estiu 1993
Guión original: VV. AA., por Handia
Guión adaptado: Isabel Coixet, por La librería
Música original: Pascal Gaigne, por Handia
Canción original: Leiva, por La llamada
Película documental: MUCHOS HIJOS, UN MONO..., de Gustavo Salmerón
Película iberoamericana: UNA MUJER FANTÁSTICA, de Sebastián Lelio (Chile)
Película europea: THE SQUARE, de Ruben Östlund (Suecia)
Goya de Honor: MARISA PAREDES
LA LIBRERA Y EL GIGANTE VENCIERON, PERO NO CONVENCIERON
Con España en plena ola de frío, no había mejor plan para un sábado por la noche que quedarse en casa y cumplir el ritual de "sofá-peli-manta". O, en su defecto, viendo la gala de los Goya. El prime time del resto de cadenas tampoco contraprogramó nada atractivo. Y al menos nosotros, blogueros de clase obrera, no tenemos que pisar ninguna alfombra y resfriarnos mientras lucimos palmito. Así, con pijama y una taza de caldo, asistimos a la ceremonia más bizarra de cuantas recordemos. Lo decimos, claro está, por el humor chanante de Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla, que dieron un necesario volantazo al estilo que imprimió Dani Rovira en los últimos tres años. Pero también por un palmarés difícil de entender, cocinado al arropo de un lobby (CIMA repartió abanicos rojos en defensa del papel de la mujer en los oficios del cine) y parapetado por una cosecha cinematográfica pobre. ¿Un gigante verdaderamente pequeño? ¿Una librería sin lectores pero con votantes? ¿Cruz y Bardem nominados por una película que no ha visto "ni el tato" (para fortuna del citado "tato")? Sí, amigos. En los Goya cualquier cosa es posible.
Todo empezó en el Festival de Berlín. Estiu 1993 fue la película del año, aunque quien escribe no pudo ver en ella la maestría que muchos le atribuían. No existe en la historia de nuestro cine un debut tan arrollador en cuanto a repercusión nacional e internacional como el de Simón, y la lógica decía que todo ello tendría su reflejo en la gran fiesta del cine español. La crítica defendió la película en sus irregulares Feroz, en los novísimos Días de cine y en los tradicionales Fotogramas de Plata, con una votación realmente distanciada del resto de producciones de la cosecha. Los Gaudí, fieles a su impronta catalana, la auparon con un medallero holgado. Pero luego vinieron los Forqué con un ex-aequo desconcertante, y los CEC, uno ya no sabe si "muy muertos" o "muy vivos", dieron la puntilla final. La balanza empezó a desestabilizarse. Resultado: victoria por la mínima de La librería, el sleeper del año, aunque a pequeña escala y por la puerta de atrás. Nadie habló del "conflicto catalán", epicentro de la actualidad nacional durante 2017 y en el futuro, y el euskera tuvo amplia aceptación. Quien escribe no cree en las casualidades. Porque, reconozcámoslo: la épica "sin épica" de la librera "coixetiana" era lo suficiente ambigua y almibarada como para convertirse en el título del consenso, defendida con igual fuerza por independentistas y por los mal llamados "constitucionalistas", por la vieja escuela y por los gafapastas millenials. Puede, incluso, que el factor político que castigó a Coixet en los Gaudí le beneficiara en los Goya. Eso, o simplemente se quiso valorar la persistencia de la directora más prolífica de nuestro país. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Política y picaresca aparte, los Goya demostraron su salud como espectáculo televisivo. Mérito, con todo, del formato, no del ente público, que como siempre hizo una exigua cobertura de la alfombra roja y se limitó a llenar su web de streamings, coberturas paralelas e ideas muy dudosas. Los presentadores tuvieron sus aciertos y sus defectos, pero ganaron por goleada los primeros. Los discursos fueron largos, y aun así puede que un poco más espontáneos y "televisivos" que los de años anteriores. El grafismo, los vídeos de nominados (en VOSE), la dirección de cámara, la interpretación de las canciones nominadas de la mano de Marlango y la siempre difícil inserción de los momentos má farragosos (In Memoriam, discurso de la presidencia, etc.) acabaron el examen con nota alta. Nos emocionamos con el aplauso al fallecido Reyes Abades. E incluso tuvimos momentos para reírnos a carcajadas, algo que no sucedía desde los tiempos de Buenafuente. Un espectáculo mayor para un año menor. Los vascos asumirán lo conseguido por Handia como un logro sin parangón, y, aunque no deben restarse méritos a la cinta de Arregi y Garaño, es evidente que la película no entusiasmó a casi nadie y que su "casi pleno" obedece a factores de distinta naturaleza, todos cuestionables. La prensa generalista recordará lo sucedido por sus implicaciones feministas. Los periodistas especializados sólo tendrán ojos para Estiu 1993 (en la gala, "1993" era pronunciado por un locutor que recordaba la voz del traductor de google: macarrónico, postizo, casi insultante), negándoles a Verónica, Selfie, No sé decir adiós y a tantas otras los titulares y premios que se merecían. Y nosotros la citaremos "para los restos" como un desaguisado de cuidado. Con el pijama a cuestas. Sin abanico, porque en Albacete y alrededores hizo y hace "una rasca de campeonato". Y con un deseo: que en 2018 tengamos muy buenas películas para que en los Goya venideros se premie con atino y se hable sólo de cine.
Todo empezó en el Festival de Berlín. Estiu 1993 fue la película del año, aunque quien escribe no pudo ver en ella la maestría que muchos le atribuían. No existe en la historia de nuestro cine un debut tan arrollador en cuanto a repercusión nacional e internacional como el de Simón, y la lógica decía que todo ello tendría su reflejo en la gran fiesta del cine español. La crítica defendió la película en sus irregulares Feroz, en los novísimos Días de cine y en los tradicionales Fotogramas de Plata, con una votación realmente distanciada del resto de producciones de la cosecha. Los Gaudí, fieles a su impronta catalana, la auparon con un medallero holgado. Pero luego vinieron los Forqué con un ex-aequo desconcertante, y los CEC, uno ya no sabe si "muy muertos" o "muy vivos", dieron la puntilla final. La balanza empezó a desestabilizarse. Resultado: victoria por la mínima de La librería, el sleeper del año, aunque a pequeña escala y por la puerta de atrás. Nadie habló del "conflicto catalán", epicentro de la actualidad nacional durante 2017 y en el futuro, y el euskera tuvo amplia aceptación. Quien escribe no cree en las casualidades. Porque, reconozcámoslo: la épica "sin épica" de la librera "coixetiana" era lo suficiente ambigua y almibarada como para convertirse en el título del consenso, defendida con igual fuerza por independentistas y por los mal llamados "constitucionalistas", por la vieja escuela y por los gafapastas millenials. Puede, incluso, que el factor político que castigó a Coixet en los Gaudí le beneficiara en los Goya. Eso, o simplemente se quiso valorar la persistencia de la directora más prolífica de nuestro país. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Política y picaresca aparte, los Goya demostraron su salud como espectáculo televisivo. Mérito, con todo, del formato, no del ente público, que como siempre hizo una exigua cobertura de la alfombra roja y se limitó a llenar su web de streamings, coberturas paralelas e ideas muy dudosas. Los presentadores tuvieron sus aciertos y sus defectos, pero ganaron por goleada los primeros. Los discursos fueron largos, y aun así puede que un poco más espontáneos y "televisivos" que los de años anteriores. El grafismo, los vídeos de nominados (en VOSE), la dirección de cámara, la interpretación de las canciones nominadas de la mano de Marlango y la siempre difícil inserción de los momentos má farragosos (In Memoriam, discurso de la presidencia, etc.) acabaron el examen con nota alta. Nos emocionamos con el aplauso al fallecido Reyes Abades. E incluso tuvimos momentos para reírnos a carcajadas, algo que no sucedía desde los tiempos de Buenafuente. Un espectáculo mayor para un año menor. Los vascos asumirán lo conseguido por Handia como un logro sin parangón, y, aunque no deben restarse méritos a la cinta de Arregi y Garaño, es evidente que la película no entusiasmó a casi nadie y que su "casi pleno" obedece a factores de distinta naturaleza, todos cuestionables. La prensa generalista recordará lo sucedido por sus implicaciones feministas. Los periodistas especializados sólo tendrán ojos para Estiu 1993 (en la gala, "1993" era pronunciado por un locutor que recordaba la voz del traductor de google: macarrónico, postizo, casi insultante), negándoles a Verónica, Selfie, No sé decir adiós y a tantas otras los titulares y premios que se merecían. Y nosotros la citaremos "para los restos" como un desaguisado de cuidado. Con el pijama a cuestas. Sin abanico, porque en Albacete y alrededores hizo y hace "una rasca de campeonato". Y con un deseo: que en 2018 tengamos muy buenas películas para que en los Goya venideros se premie con atino y se hable sólo de cine.
SE DIJO
El monólogo inicial de Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla se acordó de Kevin Spacey, "invitado a la gala" pero, en palabras de Sevilla, lo han borrado en "pospo". Se habilitó un "rincón de agradecer" para que Karra Elejalde pudiera seguir agradeciendo el Goya por 8 apellidos vascos. El Langui acabó manchado de vómito y Handia fue la protagonista del chiste más "heavy": Handia es de ciencia ficción porque hay un vasco que al final folla (con perdón).
Paco Plaza fingió dormirse en la platea y Reyes aprovechó el gag para soltar una de sus "chanadas": Paco Plaza se me ha quedado Mortimer. Y la propia Mortimer participó del show hablando euskera. ¡Surrealismo!
Sagardoy dedicó el premio a su hermano, más guapo que yo, aunque somos gemelos. Saiora Lara temblaba en el escenario: los que me conocéis, sabéis que estoy supernerviosa. Y el auditorio se llenó de "eskerrik askos", "eta buenos" y "aupas", un beso muy fogoso (el del navarro Mikel Serrano, director de arte, con su marido) y citas a Donostia (aunque nadie agradeció a José Luis Rebordinos).
Pese a la reivindicación femenina, casi todas las parejas de presentadores fueron mixtas. La excepción llegó con (¿las militantes? ¿simplemente pesadas?) Leticia Dolera y Paula Ortiz, que recitaron a Lorca y defendieron que nosotras somos la otra mitad, del mundo y de la imaginación. Entregaron a Carla Simón, mujer, el cabezón a la mejor dirección novel, y la catalana volvió a empoderar a las mujeres del cine y se acordó de las víctimas del SIDA.
Tras dos nominaciones frustradas e incontables olvidos, Marisa Paredes obtuvo el Goya de honor de la mano de Agustí Villaronga y de su hija María Isasi. Por fin nos vemos las caras tú y yo, le decía al busto de Goya. Muchas gracias por vuestro cariño, miembros de la Academia y amigos, y un abrazo muy fuerte a Ivonne Blake. Estoy vinculada a la Academia desde sus inicios. Recordó su trayectoria como presidenta de la institución y citó su discurso del No a la guerra, un speech que hoy volvería a repetir. Señora, breve, elegante y concisa (cualquier parecido con Ana Belén es mera casualidad).
Los hosts insertaron gags, monólogos y sketches para entretener los llamados "interacts" (la televisión pública, recordemos, prescinde de cortes publicitarios). Hubo instantes brillantes (véase la videollamada de Carlos Boyero o el vídeo de "Actores primordiales" y "Las musas del cine español") y otros realmente inspirados como la cita a Perfectos desconocidos, taquillazo sin candidaturas. Os he cogido el teléfono para que no estéis "enjugascaos", decía Reyes al público. Gracias a su recolecta de móviles supimos que Julita le pedía a su hijo Gustavo que comprase pan, que Bardem no había visto Narcos y que Perales se había pasado al reggeaton.
Arturo Valls abrió el sobre de mejor fotografía deseando que no sea el francés, por favor. Por la pronunciación, no por... Laia
Marull quería anunciar el ganador al mejor diseño de producción sin
citar a los nominados, un gag involuntario que coronó con su habitual
risa nerviosa. Paquita Salas hizo acto de presencia con un vaso de
plástico vacío y tarjetas que entregó a Bardem y cía. Y Coixet, que no
se supo vencedora hasta el último minuto, olvidó los balbuceos del
pasado con su speech al mejor guión adaptado: Temía quedarme de vacío. Y mi madre es capaz de subir aquí y montar un pollo. A la gente que compra libros y va al cine.
Mariano
Barroso y Nora Navas, vicepresidentes, pronunciaron el discurso
institucional ante la ausencia de Blake, convaleciente tras sufrir un
ictus. En sus minutos hubo espacio para repasar logros, deudas, puntos
de mejora, ruegos (el realizador enfocó con avidez a los políticos
asistentes), la masacre del IVA y la lacra de la desigualdad femenina.
Un parlamento que demostró fuerza, unidad, vehemencia y saber estar.
Chapeau.
Adelfa Calvo se marcó "un Jennifer Lawrence" al tropezar con su vestido. Con el Goya en la mano, dijo: qué cabeza más grande que tiene. Pero ya es mío y para mi es precioso. ¡Me lo llevo para Málaga!
Tres palabras: rebeldía, resistencia y amor. Daniela Vega, protagonista moral de la victoria chilena de Una mujer fantástica. ¿Repetirá consigna en los Óscar?
Como
era de esperar, Julita protagonizó uno de los momentos más
desternillantes de la velada. Para subir al escenario tuvo la ayuda de
Javier Bardem y el carino de todos los asistentes. No puedo sujetar este monstruíto. Qué hago yo aquí, dios mío. Quiero dedicárselo a todas las madres. Recordó que su último deseo es adelgazar, y ya he perdido 6 kilos. Regaló el premio a su hijo Gustavo, porque ya no me cabe en casa. Y se acordó de su marido: lo siento, Antonio, pero después de ti el más guapo es Javier Bardem.
Gracia Querejeta, en clara reminiscencia a la intervención de Natalie Portman en los Globos de oro, presentó los nominados y la nominada a la mejor dirección. Y Bayona habló catalán con "la guanyadora és Isabel Coixet". Coixet,
en cambio, siguió con el español, agradeció a su hija Zoe, demandó
igualdad salarial y dio más carnaza a sus seguidores y detractores: igual me lo merezco y todo.
Y finalmente, Penélope Cruz y Carlos Saura entregaron el premio a la mejor película. El aragonés estaba exhausto: hemos llegado al final, que pffff... ¡No es gala para "viejos", maestro!
DATOS Y CURIOSIDADES
- La librería es la cuarta ganadora del Goya hablada en inglés tras El sueño del mono loco, Los otros y La vida secreta de las palabras, esta última también de Coixet. La directora barcelonesa se convierte en la realizadora mujer con más cabezones en su estantería y la más nominada en mejor película y mejor dirección, superando lo conseguido por Pilar Miró. Al sumar dos premios en mejor dirección, iguala la estadística de León de Aranoa, Bayona, Almodóvar, Amenábar y Trueba. Sólamente El viaje a ninguna parte, Todos a la cárcel y La soledad se impusieron en la categoría reina con 3 escuetos premios, y únicamente la cinta de Fernán Gómez ganó película, dirección y guión. La librería, además, es la única ganadora en 32 años de Goyas presentada en la Seminci vallisoletana.
- Con la victoria en película de animación de Tadeo Jones 2: El secreto del Rey Midas, el personaje creado por Enrique Gato se convierte en el más laureado de la historia de los Goya, sumando sus victorias en largo y cortometrajes. Se trata, además, de la única secuela vencedora, si bien en el apartado de animación se habían considerado adaptaciones o versiones de historias y personajes ya existentes como las de El bosque animado y Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo.
- Las 5 nominadas a la mejor película han recibido al menos 1 premio cada una. Se repite, por lo tanto, la estadística de 1990, 2016 y 2017. En paralelo, se trata del quinteto con mayor diversidad lingüística al incluir el inglés, el catalán, el euskera y el castellano, tanto en su variante mexicana como peninsular.
- Muchos hijos, un mono y un castillo es el primer documental autobiográfico que ha sido destacado por la Academia. Suma otra efeméride: es el primer documental ganador dirigido por un actor (además, ya "engoyado" en el pasado por el cortometraje Desaliñada).
- Las 5 nominadas a la mejor película han recibido al menos 1 premio cada una. Se repite, por lo tanto, la estadística de 1990, 2016 y 2017. En paralelo, se trata del quinteto con mayor diversidad lingüística al incluir el inglés, el catalán, el euskera y el castellano, tanto en su variante mexicana como peninsular.
- Muchos hijos, un mono y un castillo es el primer documental autobiográfico que ha sido destacado por la Academia. Suma otra efeméride: es el primer documental ganador dirigido por un actor (además, ya "engoyado" en el pasado por el cortometraje Desaliñada).
- El arropo a Handia ha hecho que gran parte de los apartados técnicos hayan caído del lado de nombres que aspiraban por primera vez al Goya o bien de personalidades con escaso bagaje de nominaciones previas. De todos ellos, el más destacado es el compositor Pascal Gaigne, Goya a la mejor música original en su cuarta mención. Es la primera victoria para un músico nacido en Francia.
- Eneko Sagardoy es el primer actor premiado por un papel hablado íntegramente en euskera. Tan sólo la Iraia Elías de Amama había conseguido la nominación en el pasado con una interpretación de iguales características. Bruna Cusí y David Verdaguer son, tras los intérpretes de Pa negre (Navas, Marull, Colomer y Comas), los únicos vencedores por intervenciones en catalán.
- Aunque Sandra Escacena no pudo coronar el terror de Verónica con un Goya a la mejor actriz revelación, su presencia en la terna ya ha hecho historia: al haber nacido el 30 de marzo de 2001, es la primera persona nacida en el S. XXI que ha aspirado al Goya. Además, es la candidata más joven desde que existe la norma por la cual no pueden figurar como candidatos los actores menores de 16 años.
- Madre, si Sorogoyen cumple su palabra, se convertirá en el primer cortometraje de ficción "engoyado" que se convierte en largometraje. Para el madrileño, es su primer "cabezón" tras las nominaciones de Stockholm y Que dios nos perdone. El año que viene promete volver a la terna con El reino.
- Aunque Sandra Escacena no pudo coronar el terror de Verónica con un Goya a la mejor actriz revelación, su presencia en la terna ya ha hecho historia: al haber nacido el 30 de marzo de 2001, es la primera persona nacida en el S. XXI que ha aspirado al Goya. Además, es la candidata más joven desde que existe la norma por la cual no pueden figurar como candidatos los actores menores de 16 años.
- Madre, si Sorogoyen cumple su palabra, se convertirá en el primer cortometraje de ficción "engoyado" que se convierte en largometraje. Para el madrileño, es su primer "cabezón" tras las nominaciones de Stockholm y Que dios nos perdone. El año que viene promete volver a la terna con El reino.
- Con 10 Goyas, Handia ocupa el puesto nº 3 en el ranking de películas con mayor número de premios: iguala los datos de Blancanieves y se queda por detrás de ¡Ay, Carmela! (13) y Mar adentro (14). Es, por lo tanto, la cinta más apoyada de la historia sin el reconocimiento a la mejor película. Además, es junto a Un monstruo viene a verme la obra con mayor número de victorias en apartados técnico-artísticos (8). Aunque Arregi y Garaño no ganaron en mejor dirección, para siempre será la primera pareja de cineastas candidatos conjuntamente por un mismo film en ese apartado.
- Javier Gutiérrez se suma al restrictivo club de ganadores de 2 Goya al mejor actor protagonista: en esa lista ya figuraban Alfredo Landa, Javier Bardem (en su caso, con 4 victorias), Fernando Fernán Gómez y Luis Tosar. En el otro lado de la balanza, Antonio de la Torre sigue su racha de derrotas: de sus 11 nominaciones, la cifra más alta para un intérprete, sólo celebró el Goya a actor de reparto por Azuloscurocasinegro. En el terreno femenino, Maribel Verdú (11 nominaciones) y Penélope Cruz (10) tendrán que esperar un año más para engrosar su nómina de victorias.
- Es la primera vez que un mismo personaje tiene presencia en dos categorías de la mano del mismo intérprete. Ese es el caso de Nathalie Poza, Goya a la mejor actriz protagonista por No sé decir adiós, cuyo papel repetía en Australia, aspirante a mejor cortometraje de ficción. Para Poza, éste es su primer Goya de cuatro nominaciones. Sin contar a Ana Belén, Goya de honor el año pasado, Ángela Molina sigue siendo la actriz más nominada (5 candidaturas) sin victorias en su haber. Por cuarto año consecutivo, la actriz protagonista ganadora lo hace por una película únicamente galardonada en ese apartado (pensemos en Julieta, Techo y comida y Magical Girl).
- Javier Gutiérrez se suma al restrictivo club de ganadores de 2 Goya al mejor actor protagonista: en esa lista ya figuraban Alfredo Landa, Javier Bardem (en su caso, con 4 victorias), Fernando Fernán Gómez y Luis Tosar. En el otro lado de la balanza, Antonio de la Torre sigue su racha de derrotas: de sus 11 nominaciones, la cifra más alta para un intérprete, sólo celebró el Goya a actor de reparto por Azuloscurocasinegro. En el terreno femenino, Maribel Verdú (11 nominaciones) y Penélope Cruz (10) tendrán que esperar un año más para engrosar su nómina de victorias.
- Es la primera vez que un mismo personaje tiene presencia en dos categorías de la mano del mismo intérprete. Ese es el caso de Nathalie Poza, Goya a la mejor actriz protagonista por No sé decir adiós, cuyo papel repetía en Australia, aspirante a mejor cortometraje de ficción. Para Poza, éste es su primer Goya de cuatro nominaciones. Sin contar a Ana Belén, Goya de honor el año pasado, Ángela Molina sigue siendo la actriz más nominada (5 candidaturas) sin victorias en su haber. Por cuarto año consecutivo, la actriz protagonista ganadora lo hace por una película únicamente galardonada en ese apartado (pensemos en Julieta, Techo y comida y Magical Girl).
- La victoria de los efectos visuales de Handia deja
el medallero de Reyes Abades, ya fallecido, en 9 Goyas de 42
candidaturas. El dato, con todo, podría ampliarse a título póstumo el
próximo 2019, ya que Abades figura en los créditos de las nuevas
películas de Sorogoyen, Gilliam y Cuerda.
-
Chile consigue su cuarto Goya a la mejor película iberoamericana,
empatando en número de victorias a Cuba. Paradójicamente, se impuso la
única cinta de la noche que no estaba dirigida por una mujer, si bien Una mujer fantástica era
la obra más "femenina" del cuarteto. Tras Fresa y chocolate, XXY y Azul
y no tan rosa, la Academia vuelve a valorar en este apartado una
historia sobre la libertad/diversidad sexual (en este caso, transexual).
Se rompe así la tónica argentina que dominaba en la categoría, si bien
el país "ché" puede presumir de unos números envidiables: 17 premios de
25 menciones.
- El Goya de The Square supone el
primer premio para Suecia. Escandinavia, poco arropada en casa de los
Goya, se desquita así de varios olvidos y un sólo premio en el
medallero: el conseguido por Dinamarca y Bailar en la oscuridad a
principios de siglo. Es la sexta Palma de oro galardonada como mejor
película europea, dato muy simbólico porque el presidente que le otorgó
esa distinción en Cannes fue el español Pedro Almodóvar. Por undécima
vez, este cabezón coincide con el EFA a la mejor película del
continente.
PODCAST ESPECIAL:
30 AÑOS DE PREMIOS GOYA
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