sábado, 11 de noviembre de 2017

CRÍTICA SERIES | POR TRECE RAZONES

POR TRECE RAZONES (13 REASONS WHY)
EE.UU, 2017. 1 temporada de 13 episodios (Netflix). Género: Drama Duración: 60 min. por episodio Tráiler: Link Opening Titles: Link Director: Brian Yorkey (Creator),  Tom McCarthy,  Kyle Patrick Alvarez,  Gregg Araki, Carl Franklin,  Jessica Yu y Helen Shaver Guión: Brian Yorkey, Elizabeth Benjamin, Diana Son, Thomas Higgins, Nathan Jackson, Nic Sheff y Hayley Tyler, a partir de la novela de Jay Asher Reparto: Dylan Minnette,  Katherine Langford,  Christian Navarro,  Alisha Boe,  Brandon Flynn, Justin Prentice,  Miles Heizer,  Ross Butler,  Devin Druid,  Amy Hargreaves, Derek Luke,  Kate Walsh,  Michele Selene Ang,  Brian d'Arcy James,  Sosie Bacon, Steven Weber,  Mark Pellegrino,  Ajiona Alexus,  Henry Zaga,  Steven Silver, Tommy Dorfman,  Robert Gant,  Keiko Agena,  Uriah Shelton,  Brandon Larracuente, Timothy Granaderos,  Josh Hamilton,  Giorgia Whigham,  Anne Winters,  Bryce Cass, Allison Miller,  Samantha Logan,  Kelli O’Hara,  Ben Lawson


Por trece razones se estrenó en la plataforma de streaming Netflix el pasado mes de marzo y rápidamente se convirtió en una de las series más comentadas y también más polémicas de este 2017. Basada en la novela escrita por Jay Asher, trata temas complejos tales como el acoso escolar, el acoso y abuso sexual y tal vez el más grande tabú para la sociedad como lo es el suicidio, este último tema el protagonista principal de la serie. Por trece razones narra la historia de Clay Jensen quien un día al regresar a casa luego del instituto, se encuentra en el portal de esta un paquete que contiene varias cintas de casetes, al empezar a escuchar las cintas se da cuenta que pertenecen a Hannah Baker, una compañera de instituto que días atrás se había suicidado y que en dichas cinta expone las razones de su decisión. Partiendo de esta premisa Por trece razones retrata la multitud de experiencias y situaciones dramáticas que atraviesa  su protagonista y varios de los demás personajes, situaciones con las que el espectador sin duda puede llegar a empatizar. A priori puede parecer una historia más sobre adolescentes y, hay que admitirlo tiene más de un cliché que apoya esa idea pero, también hay que reconocer que estamos ante un relato interesante sobre temas complejos y poco tratados. La historia es un viaje por la complejidad de la vida y la frivolidad de la adolescencia tan enseñada muchas veces a tomar la juventud como excusa y escudo para causar daño a otros sin sufrir consecuencias o hacer conciencia de ello. Al mismo tiempo enfoca el descuido de los adultos; ya sean estos los padres o incluso maestros de los adolescentes, teniendo en cuenta que gran parte de la trama se desarrolla en un instituto. Personalmente Por trece razones es una de mis series favoritas de este año, ¿por qué?


Para empezar su historia tiene cierta originalidad y sus personajes (aunque no todos) tienen matices, destacando principalmente los personajes de Hannah, Clay y Alex. Entre Hannah y Clay sin duda hay mucha química y se gesta una amistad que con el pasar del tiempo se convierte en amor, un sentimiento que cabe decir, para el espectador está muy claro pero, para los personajes involucrados es un mar de indirectas nunca captadas, un montón de halagos que no terminan como deberían, y muchas conversaciones mal interpretadas que dejan como resultado sentimientos nunca expresados que no permiten que la relación vaya más allá de una amistad: esta es sólo una de las tantas situaciones que nos presenta la trama y con la cual nos permite ahondar en el tema de la falta de comunicación (entre pareja, amigos, padres e incluso alumno y maestro), lo complejo que puede ser a veces para ciertas personas expresar lo que sienten porque, aun logrando dar palabras a los sentimientos y emociones no significa que alguien realmente entienda lo que quiere decir. Pero, Por trece razones no es una historia de amor ni romances juveniles (aunque los hay) lo que evita cierto edulcoramiento, más bien es una historia de adolescentes que van creciendo, cometiendo un error tras otro y sufriendo por ello, algunos reflexionan e intentan asumir su responsabilidad ante los hechos pero otros evaden sin más las situaciones y continúan un circulo destructivo para ellos y su entorno. Una sociedad hipócrita donde no solo los adolescentes cometen errores, también ciertos padres escudándose en la buena posición económica y demás, parecen no darse cuenta de los pequeños "monstruos" egoístas y destructivos que viven bajo su techo, mientras otros progenitores con sus disolutas vidas poco aportan (para bien) a la formación de sus hijos. Una sociedad enferma que da miedo, sobre todo porque en cierto manera mucho de ello forma parte de nuestra realidad.


Estamos ante 13 episodios que a través de flashbacks matices de colores, un destacable montaje y correctas interpretaciones (sobre todo de LangfordMinnette) narran la historia de Hannah Baker y las razones por las que tomo la fatal decisión de quitarse la vida: decisión que involucra a muchas personas y que permite atisbar los grandes problemas detrás de un acto del que pocas veces se obtienen razones y, si ahondáramos en los "por qué" de cada evento  similar seguro sorprendería lo que encontraríamos. En Por trece razones el espectador va descubriendo episodio a episodio las razones y conociendo las personas que rodeaban y formaban parte de la vida Hannah, atando cabos e intentando entender lo sucedido y, aunque al principio puede dar la sensación que estamos ante razones triviales, con cada episodio la historia va in crescendo hasta llegar a un episodio final incómodo y doloroso retratando con crudeza pero al mismo tiempo con atino (al menos a mi parecer) el dolor y las decisiones de quienes debido a la depresión y diversas situaciones llegan al extremo al que llegó Hannah. A pesar de tratarse de una serie dirigida al público adolescente que en cierto modo puede sentirse identificado con su argumento, tanto los padres como los maestros que forman parte de la vida de sus alumnos, pueden encontrar reflexiones interesantes sobre las realidades de nuestro día a día en los institutos y en la vida de los adolescentes en la era de internet y las redes sociales, reflexiones que nos pueden servir porque tal y como diría uno de los personajes: "Tiene que mejorar. La forma en que tratamos y cuidamos a los demás, debe mejorar de algún modo". En resumen una historia interesante a pesar de verse opacada por los clichés típicos de la televisión y cine norteamericano. Además, extiende demasiado sus episodios (si no se quería reducir los episodios tal vez se podían reducir los minutos de cada capítulo y así se evitaba algunas escenas de más). Con todo, es una serie que merece el visionado, eso sí, no estoy segura de que su renovación para una segunda temporada tenga mucho sentido teniendo en cuenta que el misterio principal ya ha sido revelado y, aunque algunos “cabos quedaron sueltos” respecto a otros personajes, habrá que ver si la segunda temporada propone temas interesantes y una historia que merezca la pena.

Frase favorita
“...La clase de soledad de la que hablo, es cuando sientes que no te queda nada. 
Nada, ni nadie, que te estás ahogando y nadie te tirará una cuerda."
 

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