CRÍTICA | CARÁCTER (KARACTER), de Mike van Diem

CARÁCTER (KARAKTER)

Óscar a la mejor película de habla no inglesa

Holanda, 1997. Dirección: Mike van Diem Guión: Mike van Diem, Laurens Geels y Ruud van Megen, a partir de la novela de Ferdinand Borgewjik Reparto: Jan Decleir, Fedja van Huêt, Betty Schuurman, Victor Löw, Tamr van den Dop, Hans Kesting Fecha de estreno en España: 07/08/1998 Tráiler: Link

Crítica José: Carácter es la historia de un hombre y su empeño por conseguir sus metas propuestas en la vida a pesar de las continuas dificultades que pueda tener. Una película que va mejorando a medida que avanza. La película se adentra en la historia de su protagonista para describir a unas personas y sus devenires, peculiares y bien descritos, que poco a poco te van atrapando. Como en Tristana de Buñuel, se analiza el odio de las personas, un odio que se va guardando poco a poco hasta que explota y muestra su cara más cruel. Así será la vida de nuestro protagonista, un humilde niño que tendrá que luchar por conseguir sus metas al mismo tiempo que se va cultivando en su persona un odio silencioso hacia su padre, un hombre que a su manera le quiere y quiere para él lo mejor. El título de la película resulta bastante apropiado, pues vemos diferentes caracteres como el de la madre, el hijo y el padre, caracteres que poseen la misma característica: el odio y un amor muy peculiar. Película bien actuada y bien dirigida que analiza las psicologías de unas personas para captar sentimientos y emociones tan comunes en el ser humano. Nota: 8 / 10

Crítica Mayra: Carácter inicia con la pelea entre dos hombres, situación que luego da lugar a un interrogatorio policial a través del cual el personaje protagonista empieza a hacer remembranza de sus vivencias y las peripecias que ha pasado a lo largo de su vida, centradas en la ausencia de su padre (quien a la postre se convierte en una especie de némesis para él) y en el frío y hermético carácter de su silenciosa y poco afectiva madre. Van Diem desarrolla la premisa de Carácter con voz en off y precisos movimientos de cámara que, acompañado de un montaje y una banda sonora muy acordes, logran dotar de agilidad y estupendo ritmo narrativo a una historia sobre personalidades singulares, conflictos paternofiliales y la incansable lucha del ser humano por lograr sus metas. Sin duda el film funciona muy bien en su conjunto, a pesar de que por momentos se vea afectado por la frialdad de sus singulares personajes, que hacen que se eche en falta más "alma" y emoción al relato; aún así, una obra estimable y de sólidas interpretaciones. Nota: 7 / 10

Crítica Ronnie: Cualquier cinéfilo debe conocer esta portentosa obra del cine holandés, ya sea como mero ejercicio educativo o por reconocimiento a una obra magnánima de la década de los noventa. Las interpretaciones de Fedja Van Huêt, Van Decleir y Betty Schuuman rozan la genialidad absoluta en medio de un drama familiar que da paso a una tragedia dificil de olvidar. Tener al comunismo de contexto en la trama aporta veracidad al trabajo final de Van Diem, pero el conflicto final habla de pasiones universales que resultan ser atemporales con el retrato de unos personajes tristes y serios que mantienen sus sentimientos y pasiones ocultas, razón por la cual estos mismos personajes resultan fríos y distantes a ojos del espectador. Katadreuffe (Fedja van Huêt) ha vivido toda la vida con su madre, con quien tiene una relación un tanto diferente al ser ésta una mujer un tanto cortante en su trato, de mentalidad muy fuerte. Su padre Dreverhaven (Jan Decleir), a quien no conoce hasta tiempo después, es un tipo que en cierto momento comienza a tener importancia en la vida del protagonista; sin embargo, en un aspecto que no es positivo, a tal punto que ambos tienen un enfrentamiento con el que inicia (y termina) el film. Van Diem se luce al utilizar un lenguaje cinematográfico que le permite construir personajes tan ricos que se arropan en un argumento cargado de oscuridad. Quizás todos somos los hijos idiotas o locos de un padre al que, de todas maneras, siempre cuesta mucho olvidar. Nota: 9 / 10

Crítica Xavier: El odio enciende más llamas que el amor, aunque las ascuas de los incendios que nacen del resquemor son más difíciles de eliminar y, a la postre, sus efectos son más duraderos y devastadores. La película de Mike van Diem cuenta el devenir de un hombre cuyo carácter se ha curtido a base de desaires. Primero, bastardo. Luego, repudiado por su madre. De joven, presionado social y económicamente por el padre. Y ya en su etapa de madurez, incapaz de contener una ira que le puede llevar a prisión. Van Diem cuenta todo este devenir cual novela de aprendizaje, con una factura técnica impoluta, unos actores convincentes y un sentido muy medido de la cronología y la rabia cinematográfica. Encaja, en definitiva, en el prototipo de cine histórico que Hollywood viene glorificando en su estantería de cintas de habla no inglesa desde tiempos casi inmemoriables, si bien en Carácter apenas hay espacio para la humanidad, la risa cómplice o distensiones dramáticas que acerquen el relato a zonas de confort académicas. En su frialdad, pero también en su robustez, es donde Carácter, pese a resultar ligeramente acartronada para la cinefilia millenial, se reivindica como un poderoso (anti)alegato sobre la herencia biológica, social, cultural, idiomática y de cualquier índole. Implacable y, por momentos, magnífica. Nota: 7 / 10 

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