jueves, 30 de marzo de 2017

CRÍTICA | DOÑA CLARA (AQUARIUS), de Kleber Mendonça Filho



Resistir, existir
DOÑA CLARA (AQUARIUS), de Kleber Mendonça Filho
Festival de Cannes, La Habana, Mar de Plata y Valladolid: Sección oficial
Brasil, 2016. Dirección y guión: Kleber Mendonça Filho Fotografía: Pedro Sotero y Fabricio Tadeu Música: VV. AA. Reparto: Sonia Braga, Jeff Rosick, Irandhir Santos, Maeve Jinkings, Julia Bernat, Carla Ribas, Fernando Teixeira, Rubens Santos, Humberto Carrão Género: Drama Duración: 140 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 10/03/2017
¿De qué va?: Clara tiene 65 años y vive en Aquarius, un edificio a primera línea de playa que se construyó en la década de los 40. Allí crió a sus hijos, desarrolló su carrera como crítica musical y superó un cáncer de mama. Cuando un promotor inmobiliario quiere echar a Clara de su casa para convertir el bloque en un complejo de apartamentos nuevos, la mujer inicia una guerra que no está dispuesta a perder.


La protagonista de Doña Clara (Aquarius) es un testimonio de lucha, resistencia y dignidad. Sonia Braga, su actriz, es a su vez un ejemplo de militancia fílmica: ahí están sus 65 años y una carrera tan irregular como apasionante. Clara (o, para el caso, Sonia), es la película. El savoir faire, la veteranía, el talante, la entrega y sobre todo la naturalidad que destila su estrella ilumina la pantalla. Con ella, por ella y para ella tenemos esta carta de amor a Recife, ciudad natal del director cuyos edificios históricos, por culpa de los intereses turísticos y la especulación inmobiliaria, están siendo derruidos a pesar de ser un legado social y cultural de primerísima orden. Por suerte, ahí está su protagonista para recordarnos que en toda casa se esconde un hogar, que los objetos tienen alma, y que hay espacios que encierran todo un mundo. El resto lo pone un director con mano firme y una ciudad apasionante que se cuela en los poros del celuloide en forma de sonidos, músicas, ajetreo urbano y el recurrente vaivén de las olas. Doña Clara (Aquarius), desde su nostálgico prólogo hasta el cenit combativo que supone su abrupta y a la vez excelente resolución, es un ejercicio de cine moderno, evocador, cargado de lecturas. En la lista de adjetivos no se incluye el término "redondo", pero poco importa: aunque le sobra metraje y vehemencia, Doña Clara (Aquarius) es con toda seguridad la mejor película que ha dado a luz el continente suramericano esta temporada. También la ficción que describe con mayor fuerza las contradicciones de una sociedad que, como los personajes que circundan a la sabia Clara, sancionan la seguridad en uno mismo, el aplomo ante lo vivido y lo que está por vivir. Todavía queda mucho cine por ver este año para situarla entre las mejores películas de la temporada, pero muy probablemente estamos hablando del gran personaje femenino del año.


Para espectadores ateos que buscan la paz en el mejor templo posible: la sala de cine.
Lo mejor: Sonia Braga.
Lo peor: La terquedad de su protagonista puede llegar a enervar.


Escucha nuestra reseña de Doña Clara (Aquarius) en
EL PODCAST DE C&R: ESPECIAL ESTRENOS MARZO 2017

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