CRÍTICA | HISTORIA DE UNA PASIÓN (A QUIET PASSION), de Terence Davies

Dickinson al desnudo
HISTORIA DE UNA PASIÓN (A QUIET PASSION), de Terence Davies
Festival de Berlín: Sesión especial. Festival de San Sebastián: Sección Zabaltegui-Tabakalera

Reino Unido, 2016. Dirección y guión: Terence Davies Fotografía: Florian Hoffmeister Reparto: Cynthia Nixon, Jennifer Ehle, Duncan Duff, Keith Carradine, Jodhi May, Joanna Bacon, Catherine Bailey, Emma Bell, Benjamin Wainwright, Annette Badland, Rose Williams, Noémie Schellens, Miles Richardson, Eric Loren, Stefan Menaul Género: Drama. Biografía Duración: 125 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 07/10/2016
¿De qué va?: Años después de su paso por una institución religiosa, Emily Dickinson vive con sus padres, entregando todo su tiempo libre a la escritura de versos. Su obsesión por la muerte y la pérdida de referentes familiares se convirtieron en el motor de su vida y de su obra.

Terence Davies siempre ha sido un director dado a cerimonias narradas en primera persona, con una carrera que ha combinado dramas de distinta tipología y largos silencios creativos que lo han convertido en una figura recurrente, a pesar de su intermitencia creadora, dentro de los circuitos cinéfilos más elitistas. Las décadas han pasado, pero sus películas se han quedado encapsuladas en el tiempo, dotadas de un clasicismo extraño que sólo le pertenece a Davies y que, intuimos, el crítico de turno tolera precisamente porque lleva la rúbrica del cineasta británico. Cada uno de sus estrenos viene acompañado de un peso mayestático, un hecho que se reproduce en esta Historia de una pasión, que toma el recorrido vital de la poeta americana Emily Dickinson para desplegar otra pieza de cámara sobre la familia, el amor y la muerte, todo según el sello "marca de la casa". 

Si The Deep Blue Sea intentaba remitir a un cine sensorial y Sunset Song se acogía a la novelesca romántica, en ambos casos con resultados desiguales, Historia de una pasión condensa los grandes logros de esos trabajos anteriores, tomando la austeridad escénica de la primera y la delectación por la palabra que caracterizaba una parte notable de la segunda. Con estas señas, la película, en lugar de acogerse al biopic tradicional, apenas recala en la obra de Dickinson y se interesa por la dimensión personal de su heroína, y por lo tanto la describe como hija, hermana y parte de una intrincada red de amistades y parentescos, con los pesos sociales y morales de la época como recurrente telón de fondo. De todo ello surge una narración tan densa como fluida, tan trágica como irónica, tan entregada a la vida como, paradójicamente, a la muerte. En definitiva, la "pasión" a la que remite Davies no es otra que la que Dickinson mantuvo con sus principios, los mismos que la llevaron a vivir sus últimos días encerrada entre cuatro paredes, con la única compañía de la desdicha, la soledad, la frustración y la marabunta de sentimientos que la destruyeron como persona y la elevaron como artista.

Historia de una pasión, por todo lo dicho, es la película más equilibrada de Davies. La literatura embellecida de sus diálogos, el tono casi pictórico de su escenografía y las teatrales aportaciones de sus intérpretes, con especial mención para una Cynthia Nixon soberbia, redondean una apuesta que, sin moverse un ápice de las directrices habituales de su firmante, consigue revitalizar nuestro interés por Davies. La historia de una herida: puede asustar a algunos espectadores, pero, si uno se deja llevar por la magia de Dickinson, la película conmueve enormemente. Una de las joyas del año. 

Para los que todavía confían en el poder de la palabra y las emociones humanas.

Lo mejor: Nixon debería aspirar a todos los premios habidos y por haber.

Lo peor: Muchos esperarán una biografía al uso.

Posts relacionados:
Crítica de VOCES DISTANTES, de Terence Davies

Escucha la crítica de HISTORIA DE UNA PASIÓN en

EL PODCAST DE CINOSCAR & RARITIES 2X04 - FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN 2016