miércoles, 22 de junio de 2016

CRÍTICA | LAS HORAS, de Stephen Daldry


LAS HORAS (THE HOURS), de Stephen Daldry
Óscar a la mejor actriz protagonista. Oso de plata a las mejores actrices. 2 Globos de oro y 2 Baftas
EE. UU., 2002. Dirección: Stephen Daldry Guión: David Hare, a partir de la novela homónima de Michael Cunningham Música: Philip Grass Fotografía: Seamus McGarvey Reparto: Meryl Streep, Julianne Moore, Nicole Kidman, Ed Harris, Toni Collette, Claire Danes, Allison Janney, Miranda Richardson, Jeff Daniels, Eileen Atkins, Stephen Dillane, John C. Reilly, Daniel Brocklebank Género: Drama Duración: 114 min. Tráiler: Link Elección de Andrés Ricaurte
¿De qué va?: En el Londres de los años 20, la escritora Virginia Woolf ultima los detalles de su nueva novela. En Los Ángeles de los años 50, Laura Brown, casada y con un hijo, es una ama de casa enfrascada en la lectura de Mrs. Dalloway. En el Nueva York de nuestros días, Clarissa Vaughan ultima los detalles de una fiesta para su amigo Richard, un poeta enfermo de SIDA. Tres mujeres separadas en el tiempo y en el espacio, pero unidas por un mismo deseo: encontrar un sentido a su existencia.


CRÍTICA XAVIER: Las horas se estrenó en una de las temporadas de premios con mayor nivel de la historia reciente: en cuestión de meses vimos, además del film de Daldry, Chicago, El pianista, Adaptation, Lejos del cielo, Hable con ella, Y tu mamá también, Frida, Gangs of New York o A propósito de Schmidt, sólo por citar unos cuantos títulos. En los primeros años de este mismo blog, Las horas fue declarada la mejor película de su década según los lectores de Cinoscar & Rarities. Y ahora, rescatada para el Cinoscar Summer Festival, no hay duda que el film es un clásico moderno en toda regla. Pocas veces un guión ha engarzado tantas historias con tanta sensibilidad, tanto equilibrio y tantas escenas para el recuerdo. Pocas veces un reparto se había situado en un estado de ánimo y de gracia tan destacado. Pocas veces la banda sonora de una película ha contado tanto y tan bien, como si fuera un personaje más de la función (sólo se me ocurre otro referente contemporáneo en el que se obre ese pequeño milagro: Expiación, de Joe Wright). Y, sobre todo, muy pocas veces el espectador tiene la sensación de estar ante una "película mundo", un todo completo y personal, un conjunto irrepetible por la universalidad y la atemporalidad de su discurso. Una película valiente que habla del abismo, de la tragedia y de la alegría que encierran las pequeñas cosas, de lo que implica ser mujer, del amor, de la lealtad y la dependencia, de la vida en su sentido más amplio. Un melodrama perfecto. ★★★★½

CRÍTICA ISIDRO: Vi Las horas por primera vez hace algo más de ocho años, recién cumplidos los quince, cuando me entró la perra por esto del cine. Hasta entonces me gustaba y era consumidor asiduo, pero por aquella época me dio por investigar un poco y ver cositas más allá de Piratas del Caribe y Saw. Con Las horas descubrí las mieles del drama: ese género desterrado en mi adolescencia tenía mucho más que ofrecerme de lo que yo me pensaba. Y la acabé considerando una de mis películas favoritas. Quizá fue porque nunca había visto algo rodado con tanta sensibilidad, donde el objeto de la película no era conseguir un barco negro o cortarse un pie, sino los dilemas existenciales de tres mujeres en tres lugares y épocas diferentes extrañamente relacionadas. Y todo con esa musiquilla maravillosa de Glass acompañando los saltos de una historia a otra con esas tres pedazo de actrices dando lo mejor de sí mismas. Ocho años después de aquello la he vuelto a ver, pero admito que el impacto ha sido menor. Le reconozco todos sus méritos, pero quizá se me hace corta y el cuerpo me pide más minutos para profundizar un poco más en las (des)motivaciones de sus protagonistas. Vamos, que me he vuelto un chungo de cuidado y le tengo que poner alguna pega que justifique las cuatro estrellas que le pongo. O eso o que desde Tan fuerte, tan cerca le tengo una tirria al Daldry que no puedo con mi vida. Yo ahogaba al niño en el río en lugar de a la Woolf, ¿vosotros no? Puta pandereta. ★★★★


CRÍTICA RONNIE: Una película perfecta. Diseño de producción, guión, dirección, banda sonora, vestuario, montaje y sobre todo unas actuaciones maravillosas. De vez en cuando en el universo suceden convergencias que mueven nuestro ser y una de esas convergencias sucedió en esta película, que de golpe nos sacude las vísceras con su intensidad. El dinamismo que vemos en pantalla a duras penas causa agobio en el espectador, porque el producto que estamos consumiendo es la cara más bella y endeble de la fatalidad de nuestras propias existencias, "Usted no encuentra la paz evitando la vida”. Este es un juego de emociones que te atrapa y te destroza en el acto, te enseña que la felicidad no es más que un momento efímero en nuestras propias vidas, nuestras vidas que tienen la opción de ser completamente libres de frivolidad en un acto de completa intimidad: el suicidio. Las horas avanzan cansadas, entumecidas, insensibles. ¿Cómo vivir cada día, uno tras otro, con esa sensación de que hay algo que no funciona y que no te deja ser feliz? ¿Cómo sobrevivir a las horas, esas horas que llegan después y siempre vienen a recordarte tus peores desgracias? Mirando de frente y avanzando con tenacidad, sin mirar atrás, sin contar las horas, conociendo y amando la vida hasta el final. ★★★★


CRÍTICA ALBERTO: Hay películas que marcan un hito decisivo en la historia del cine, y cuando la conjunción de todas las piezas llega a límites de perfección, uno ya no puede olvidar nunca semejantes espectáculos. Parece que todas las grandes obras maestras quedaron en el pasado, pero no es así, aún hay resquicios maravillosos que nos invaden la mente y el corazón y nos dejan abrumados. El año 2002 fue de una excelencia pocas veces vista, con varias grandes películas, pero el segundo film de Stephen Daldry dejó atónito a un amplio sector de los que lo visionaron y perpetuó su marcado paso por la historiografía mundial. A partir de la novela de Cunningham, llena de matices y variaciones culturales y existenciales, Daldry levanta un ejercicio apoteósico y milimétricamente medido. La consecución de las tres historias atiende a una singularidad pocas veces visitada en el cine, y la fusión de las mismas resulta de una extrema inteligencia y belleza. La formulación de estos relatos, las verdades de sus personajes y la interesante paleta discursiva de claras connotaciones culturales se funde en un todo que se define entre la interesante adquisición de notas astutamente voraces y la admiración por la consecución de tanta belleza. Hare adapta con maestría y Daldry explora con magnificencia, siempre muy respaldado por un excelente equipo técnico (inolvidable la bellísima partitura de Philip Glass). Pero sin duda la cúspide es de ellas, siempre equilibradas por los secundarios (extraordinario Ed Harris), pero capaces por sí solas de contar una historia y de plasmar una serie de vidas. Su absoluta entrega, su perspicaz destreza y su portentosa entereza otorgan humanidad a estas tres voces que hablan sobre la vida, sobre las oportunidades perdidas, sobre el paso del tiempo y sobre la necesidad de amar y ser amado: Streep, Moore y Kidman firman sus trabajos más complejos en un tríptico que brilla por la excelencia de las mismas en consonancia perfecta con sus historias. Historias que se quedan atrapadas en quien las visita, por la brillante verdad que aguardan y por la agudeza para explorar las delicias de la humanidad a través de la belleza del Séptimo Arte. Extraordinaria Obra Maestra. ★★★★

NOTA MEDIA del JURADO: ★★★★½

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