martes, 26 de enero de 2016

CRÍTICA | CREED. LA LEYENDA DE ROCKY, de Ryan Coogler


Épica pugilística
CREED. LA LEYENDA DE ROCKY, de Ryan Coogler 
Globo de oro, National Board of Review, Critics Choice y nominación al Óscar al mejor actor secundario
EE. UU., 2015. Dirección: Ryan Coogler Guión: Ryan Coogler y Aaron Covington Fotografía: Maryse Alberti Música: Ludwig Göransson Reparto: Michael B. Jordan, Sylvester Stallone, Tessa Thompson, Phylicia Rashad, Will Blagrove, Juan-Pablo Veza, Andre Ward, Tony Bellew, Philip Greene, Manny Ayala, Cory Kastle, Vincent Cucuzza, Christopher Weite Género: Drama. Deporte Duración: 135 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 29/01/2016
¿De qué va?: Adonis Johnson nunco llegó a conocer a su padre, un boxeador célebre por sus títulos y por los combates que mantuvo con Rocky Balboa. Tras una infancia difícil, Adonis se gana la vida como boxeador ocasional. Con el objetivo de seguir los pasos de su antecesor, el joven viaja a Philadelphia para impulsar su carrera como boxeador profesional. Adonis convence a Rocky, ya mayor y retirado, para que lo entrene.


Rocky Balboa es un símbolo del cine yanki de los últimos años. Creed, el spin-off de la saga que ahora dirige el director de la efectista Fruitvale Station, respeta y amplía esa mística. El resultado, como no podía ser de otra manera, es una película entretenida que ofrece lo que promete. Su historia se sabe al dedillo a los cinco minutos de metraje, pero funciona y entretiene. La crítica europea arrugará la nariz, y con razón: hay mucha pompa y muy pocos personajes (los femeninos, además, son casi concubinas de sus satélites 'machos'). Los fans se chuparán los dedos. Y los que no sean demasiado afines al mundo de Rocky, disfrutarán igualmente con esta 'americanada' de tomo y lomo revestida de historia de segundas oportunidades, maestros-padres que instruyen a sus alumnos-hijos y luchas sobrehumanas que suceden al mismo tiempo en el ring y en la sala de un hospital. Michael B. Jordan aporta músculos y energía juvenil, mientras que Sylvester Stallone encaja con elegancia la evolución lógica del 'eterno héroe' y 'sempiterno perdedor', todo a la vez, que ha encarnado durante tantos años para diferentes generaciones de cinéfilos. Pero Hollywood es la gran fábrica de sueños, y Creed es una chuchería de primer nivel. Ni la Academia desperdiciará la oportunidad de darle a 'Sly' su Óscar ni los espectador deberían perder la ocasión de visitar el cine en busca de una nueva dosis de testosterona y palomitas. ¡Ah! Y nos vemos en la segunda parte. Ya se sabe: los viejos boxeadores nunca mueren.


Para evadirse durante 135 minutos de cine falso, aunque reconfortante.
Lo mejor: Las escenas de boxeo, aun sabiendo que el combate acabará bien, siguen siendo un gran espectáculo.
Lo peor: El momento 'exhibición motera' mientras el protagonista hace footing es muy hortera (hay otras escenas que merecen ese adjetivo).

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