domingo, 13 de diciembre de 2015

CRÍTICA | MACBETH, de Justin Kurzel


Borrachera de poder
MACBETH, de Justin Kurzel
Festival de Cannes y Sitges 2015: Sección oficial a concurso
EE. UU., 2015. Dirección: Justin Kurzel Guión: Todd Louiso, Jacob Koskoff y Michael Lesslie, a partir de la obra homónima de William Shakespeare Música: Jed Kurzel Fotografía: Adam Arkapaw Reparto: Michael Fassbender, Marion Cotillard, David Thewlis, Elizabeth Debicki, Jack Reynor, Sean Harris, Paddy Considine, Julian Seager, David Hayman, James Michael Rankin, Barrie Martin, Ross Anderson Género: Drama medieval. Thriller Duración: 110 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 25/12/2015
¿De qué va?: Convertido en héroe de guerra, el valeroso Macbeth regresa a sus tierras ante el júbilo de toda la corte. Sus ansias de poder le llevarán a tramar un crimen y a intentar hacerse con la corona del reino. Su esposa, una pérfida estratega, le ayudará a urdir un asesinato que puede llevarle directamente al trono, pero también a la perdición.


La obra de Shakespeare Macbeth regresa a la gran pantalla con unos índices de belleza y espectacularidad pocas veces alcanzados. La obra indaga en los peligros del poder y escarba en la destrucción de un pobre diablo que juega a ser rey. El film se aprovecha de unos paisajes esplendorosos, las frases embellecidas del autor inglés por excelencia y la gran carga dramática de las interpretaciones de Michael Fassbender y Marion Cotillard. Macbeth no escatima en escenas violentas y en diálogos tan intensos como densos: por ello, el visionado del film dista de ser fácil. Nos encontramos en las antípodas, en definitiva, de las películas de aventuras que factura Hollywood siempre que puede, a pesar de que los Weinstein estén detrás del proyecto. El film se abre y se cierra con dos batallas teñidas de rojo, con una atmósfera mortuoria y una fotografía estilizada y detallista. Desde la platea puede verse al mismísimo diablo en los ojos de Marion Cotillard. También consigue que sintamos en nuestras carnes los caprichos de los dioses, la desdicha inevitable de los protagonistas y la fuerza telúrica del texto original. Puestos a ponerle algún pero, puede decirse que el film peca de grandilocuente, aunque eso nunca resta potencia y poética a su historia. Es más: ¿cómo se puede criticar al film por sus ínfulas de grandeza si ese es precisamente el mal del que adolece su personaje? Un visionado no basta para saborear como se merece la tragedia medieval de Macbeth. Un film impresionante a partir de una obra inmortal.


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Para disfrutar de la épica de un clásico (obligatoriamente, en VOSE).
Lo mejor: Cotillard, la femme fatale del año.
Lo peor: Su solemnidad.

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