martes, 27 de octubre de 2015

CRÍTICA | TRUMAN, de Cesc Gay


Amigos 
TRUMAN, de Cesc Gay
Festival de San Sebastián 2015: Concha de plata al mejor actor (Ricardo Darín y Javier Cámara)
España, 2015. Dirección y guión: Cesc Gay Fotografía: Andreu Rebés Música: Nico Cota y Toti Soler Reparto: Ricardo Darín, Javier Cámara, Dolores Fonzi, Àlex Brendemühl, Javier Gutiérrez, Eduard Fernández, Elvira Mínguez, Silvia Abascal, Nathalie Poza, José Luis Gómez, Pedro Casablanc, Francesc Orella, Oriol Pla, Ana Gracia, Susi Sánchez, Àgata Roca Género: Comedia dramática Duración: 105 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 30/10/2015
¿De qué va?: Tomás vuelve a Madrid para visitar a Julián, uno de sus amigos de la infancia. Julián tiene cáncer y aprovecha los días junto a Tomás para realizar todo aquello que no había tenido tiempo de hacer. El reencuentro de los dos compañeros será de forma inevitable la historia de una despedida.


Truman demuestra el grado de madurez y de humanidad que ha alcanzado el cine de Cesc Gay. El director catalán es uno de los pocos artistas del panorama actual que sabe construir diálogos veraces, personajes de carne y hueso, situaciones reconocibles y problemáticas que nos atañen a todos. Truman es en esencia una historia de amistad, como Krampack, pero la distancia que separa una de otra es evidente: lo que antes era un cuento juvenil e iniciático, ahora es una historia melancólica de dos seres adultos que se miran a sí mismos y observan el tiempo transcurrido con melancolía pero también con sentido del humor. Truman puede parecer una crónica de muerte, pero Gay se encarga de iluminar todos los espacios, personajes y situaciones de su obra. El film habla de la pérdida, de cómo despedirse de un ser querido, de cómo ser fiel a unos ideales y de cómo respetar la voluntad de nuestros semejantes. Una obra que no se permite ni un chiste ni una lágrima de más, elegante y sensible. Una de esas películas que camina sobre un hilo fino entre la tragedia y la comedia, y que sale victoriosa de su conjunción de tonos y temas: el público se ríe y se emociona entregado. Ricardo Darín y Javier Cámara, con la ayuda del perro Truman y la actriz Dolores Fonzi, dan forma a una buddy movie pletórica. Los personajes se abrazan, se dan palmaditas en la espalda y se miran cómplices, y desde la butaca sientes el calor de todo lo vivido y de lo efímero que queda por delante. Sin clichés ni golpes bajos. Una película triste y bonita, en el sentido menos manido de los adjetivos. Cine que te recuerda todo lo cruel que puede llegar a ser la vida, y a su vez lo mucho que vale la pena vivirla. Una joya.


Para los que buscan historias de amistad masculino con sensibilidad y sin tonterías.
Lo mejor: Te crees y empatizas con Darín y Cámara desde el minuto uno.
Lo peor: A ratos le puede su costumbrismo de manual. 

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