miércoles, 26 de agosto de 2015

CRÍTICA | ESTUPOR Y TEMBLORES, de Alain Corneau


ESTUPOR Y TEMBLORES (STUPEUR ET TREMBLEMENTS), de Alain Corneau
Largometraje nº 15: Cinoscar Summer Festival 2015: Sección fuera de concurso
Elección de Álex Martín
Francia, 2003. Dirección: Alain Corneau Guión: Alain Corneau, a partir de la novela homónima de Amélie Nothomb Duración: 105 min. Género: Drama biográfico Tráiler: Link Reparto: Sylvie Testud, Kaori Tsuji, Taro Suwa, Bison Katayama, Yasunari Kondo, Sokyu Fujita, Gen Shimaoka, Heileigh Gomes, Eri Sakai
¿De qué va?: Amélie es una joven belga con un expediente académico y laboral impoluto. Dispuesta a comerse el mundo, viaja hasta Japón, país que abandonó cuando apenas era una niña, para trabajar en una empresa de renombre. En su nuevo puesto de trabajo, Amélie recibe todo tipo de humillaciones por parte de sus superiores. Infatigable, dispuesta a enmendar sus errores y a ver el lado bueno de las cosas, Amélie decide tragar, tirar adelante y terminar su año de contracto.
Palmarés: Premio César a la mejor actriz (Testud) y nominación al mejor guión adaptado.


RESEÑA XAVIER: Leí Estupor y temblores en uno de mis primeros años de universidad. O mejor: leí los primeros capítulos. Y no porque la historia y la prosa de Amélie Nothomb no me gustase: sencillamente no tenía tiempo para leer libros que no fueran estrictamente académicos, por mucho que intentase forzar mi maquinaria lectora. Por ello, la inclusión de Estupor y temblores en el festival me hizo recordar esas páginas lúcidas, de una comicidad sostenida, que disfruté en alguna hora intempestiva fuera de estudio. El film de Corneau conserva el estilo de Nothomb: es un film irónico, pero no satírico; crítico, pero no hiriente; mezcla de realidad y fantasía, autobiografía y ensoñación. Una extraordinaria Sylvie Testud, para nosotros la actriz ganadora del EFA gracias a Lourdes, pelea en una empresa japonesa en la que fastidiar al recién llegado forma parte de las cláusulas contractuales. La película produce las reacciones que escribe su título: sentimos la frustración y la rabia de su protagonista, pero en su viaje de penurias laborales salimos reforzados e incluso sonrientes. Una historia de supervivencia, de reivindicación personal, de choques culturales y de brazos que temen torcerse ante la fiereza del sistema. Un film con el filo cortante, pero con mucho corazón. Una rara avis que no ha perdido un ápice de potencia y de vigencia. Ahora sí, ya no tengo excusa para terminar la novela que dejé a medias. ¡Ah! ¡Y cualquiera se anima, visto lo visto, a buscar trabajo en Oriente!

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RESEÑA DANIEL: Desde los primeros minutos de esta película, el director nos sumerge a las realidades que abarcará la misma. Una chica enamorada de la cultura de un país, fascinada por sus dimensiones y tradiciones se embarcará en una odisea que cuestionará su vida, y todo lo que ella conlleve. Estupor y temblores es una obra que muestra con suma pericia las diferencias sociales, culturales y costumbristas entre oriente y occidente, con un 'dejo' de apatía, condicionando la figura del ‘extraño ser’ que llega a invadir el territorio ajeno. Es una película radiográfica, que desde la perspectiva de una soñadora joven nos acerca al hostigoso y a la vez admirable formato laboral de la cultura nipona, pero presentado con un toque irónico, ácido y tragicómico que consigue hacer llevadero para al espectador la (des)ventura de una mujer idealista en su país soñado. La película es intensa e interesante, marcado por la excelsa narrativa de Sylvie Testud y su fabulosa interpretación: co-habitamos en sus pensamientos y padecemos conjuntamente con las degradaciones a las que es sometida. Me ha dejado reflexionando en varias áreas. La cultura japonesa pocas veces ha sido retratada como en esta interesante adaptación.

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RESEÑA MAYRA: Estupor y temblores es la adaptación al cine del libro del mismo nombre, en el que Amélie Nothomb describe esta experiencia vital que surgió tras su añorado regreso a Japón, país del que se había marchado cuando aún era pequeña. No sé hasta qué punto se puede tomar esta historia como un reflejo de los hechos que en verdad ocurrieron, pero de lo que sí estoy segura es que Estupor y temblores es una cinta que se desarrolla con solvencia entre el drama y la comedia (inclinando la balanza a esta última), con un personaje protagónico muy curioso y un humor muy singular. El espectador será testigo de la odisea laboral de un inocente personaje, una historia cómica con algún atisbo de fantasía, donde la protagonista, que en un principio está ilusionada por cumplir su sueño, luego se dará cuenta que más bien ha caído en una profunda pesadilla, y tendrá difícil despertar. Una película atípica y amena que merece la pena el visionado.

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