CRÍTICA | NUNCA JUEGUES CON EXTRAÑOS, de John Dahl

NUNCA JUEGUES CON EXTRAÑOS (JOY RIDE), de John Dahl

Largometraje nº 22: Cinoscar Summer Festival 2015: Sección oficial a concurso

Elección de J. L. Salgado

EE. UU., 2001. Dirección: John Dahl Guión: Clay Tarver y J. J. Abrams Duración: 95 min. Género: Road movie. Terror psicológico Tráiler: Link Reparto: Steve Zahn, Paul Walker, Leelee Sobieski, Jessica Browman, Stuart Stone, Basil Wallace, Rachel Singer

¿De qué va?: A punto de iniciar sus vacaciones de verano, un contratiempo trastoca los planes de Lewis: se hermano mayor sale de la prisión y debe hacerse cargo de él. Ambos inician una travesía en coche en busca de Venna, la novia de Lewis. Por el camino, los chicos contactan con un conductor perturbado. Tras gastarle una broma al hombre desconocido, los jóvenes prosiguen su viaje, pero desconocen que el extraño les perseguirá con sed de venganza.

RESEÑA ISIDRO: No sé si es porque se me toma el pelo muy fácilmente o porque en mi infancia me vi Pinocho más veces de las necesarias, pero el caso es que me cuesta gastar bromas. A ver, soy un tío con sentido del humor, ingenioso, con un talento innato para la interpretación y sin abuela, pero, al poco que empiezo a tomarle el pelo a alguien, mi Pepito Grillo interior hace de las suyas, me invade un “ay, qué lastimica, que se lo está creyendo enterito” y desisto y confieso mi embuste. Quizá es por eso que esta película me metió en situación muy pronto: me pongo en la piel de este par de hermanos gastándole una broma a un pervertido potencial psicópata sin rostro y me pongo malo. Y si además de lo bien diseñado que está el inicio, al poco la película me saca un escena con detallazos de estilo como ese lento travelín hacia el cuadro de la tormenta con ambos hermanos a cada lado del mismo tratando de oír los golpes que proceden de la habitación continua, pues me emociono y creo que estoy ante un slasher en condiciones… Pues me la colaron: pasado el primer encontronazo la tensión se desploma, el ritmo flaquea y reina la inverosimilitud por doquier, y acaba en un final de traca en el que ya me daba igual casi todo. Sí, una vez más, la broma me la gastaron a mí. Y no me hizo gracia, aunque tampoco me entraron ganas de perseguir al director con un camión. 

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RESEÑA MAYRA: Todo empieza con una broma de mal gusto realizada por dos jóvenes hermanos a un desconocido, esto dará inicio a un thriller de suspense que logrará entretener al espectador (aunque con altibajos), pero poco más. Teniendo en cuenta el nivel de las películas presentes en esta edición del CSF, sin duda estamos ante una obra menor, de esas que hubiera disfrutado mucho de haberla visionado en mi adolescencia cuando no veía cine de la manera exigente o al menos diferente a como lo veo ahora. Valorando Nunca juegues con extraños en este tiempo, no hay mucho que se me ocurra destacar de film, es una cinta de mero entretenimiento con algunos momentos más interesantes que otros, le queda debiendo mucho al espectador. Al menos me resultó interesante ver uno de los primeros guiones (aunque sea conjunto) de J.J. Abrams, quien actualmente es reconocido por series como Alias, o Lost (que me gustaron mucho), y de películas como Star Trek. 

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RESEÑA MIGUEL: Si el día antes del certamen del festival se celebrasen los Razzies, como sucede en la víspera de los Oscar, Nunca juegues con extraños se llevaría la palma en los premios. Este pseudo-entretenimiento de coches y camiones, de malos y buenos, se queda muy relegado en la lista de los potentes films que conforman este Cinoscar Summer festival. Lo único que se puede rescatar es cierto oficio en la dirección en los pocos momentos tensos desperdigados por el metraje; pues el resto es el seguimiento de tres personajes completamente idiotas sin ningún tipo de idiosincrasia que se arrastran por la carretera parloteando un guión de encefalograma plano. Steve Zahn hace lo que puede, el fallecido Paul Walker nos recuerda el pésimo actor que era, y Leelee Sobieski nos da razones para entender que esté totalmente fuera de la industria. Lo mejor: que dura poco. Lo peor: haberla visto dos veces en mi vida. 

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RESEÑA XAVIER: El primer recuerdo de Nunca juegues con extraños me lleva a la semana de su estreno. Tuve ocasión de verla con 11 años, en una sala llena hasta la bandera. La impresión fue más que positiva, pero posteriormente no tuve ocasión de volverla a visionar. El Cinoscar Summer Festival ha puesto fin a esta deuda, y debo confesar que me he sorprendido al comprobar las diferencias generacionales y los distintos entusiasmos que median entre esa festiva sesión de sábado por la tarde y la visión actual de la película. Nunca juegues con extraños se sitúa a medio camino entre dos influencias capitales a finales-principios de siglo: la moda del slasher juvenil, puesto en la picota gracias al Scream de Wes Craven, y el constante atractivo de la road movie, apelando a títulos claves del género como El diablo sobre ruedas. John Dahl consigue una película liviana, con pocos personajes y espacios, pero con un sentido del ritmo y de la diversión pasado de revoluciones. Por todo ello, el film aporta poco más que una hora y media de evasión mínimamente exigente: la pareja de personajes está descrita con cuatro trazos evidentes, la complejidad dramática se resume en apenas un esquema y la trama se resuelve de la forma más feliz y obvia. Mejor quedarse, en definitiva, con la mirada adolescente de antaño, más entusiasta que ahora. También con el recuerdo de un Paul Walker que tenía una prometedora carrera por delante… marcada, inevitablemente, por el volante y la carretera.

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RESEÑA DANIEL: Tras una introducción bastante inquietante, tensa, muy interesante, la película promete perseguir aquellas sendas que han elaborado las mejores propuestas de slasher (nótese Scream por ejemplo), pero rápidamente pierde esa nitidez, contundencia e intriga con la que inició para decantarse por los terrenos pantanosos de lo cotidiano y trivial, produciendo un argumento que se les escapa de las manos, con lluvias de sucesos ridículos e inverosímiles que nunca termina de cuajar. La película contiene, a su favor, una buena dosis de entretenimiento y adrenalina, sobre todo debido principalmente al espacio geográfico en el que la trama se desarrolla, dando oportunidad a muy buenas tomas (hubiera sido de traca no aprovecharlo), pero pese a ello y unas actuaciones que no sobresalen, aunado a un guión irrespirable, se obtiene un producto lánguido, muy regular en el género. Me pregunto ¿qué piensan los guionistas? Hay que decirles que una buena introducción no hace toda la película porque su desarrollo ni miedo provoca. Decepcionado. 

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VALORACIÓN DE LA CRÍTICA

Comienza con cierta tensión, se desarrolla por caminos mediocres y acaba en una risible traca de feria. Miguel Ángel Palomo, El País

Dahl introduce sus habituales gotas de humor negro, que enriquecen la trama, y sabe pulsar las teclas adecuadas. Federico Marín Bellón, ABC

Elegante, extravagante y absorbente. Kevin Thomas, Los Angeles Times

Mucho más efectiva aterrorizando, que los habituales thrillers sobresaturados e infraescritos de Hollywood. A. O. Scott, The New York Times 

NOTA DE LA CRÍTICA

Filmaffinity: 5'3 / IMDB: 6'6 / Sensacine: 6'0 / Metacritics: 8'05 / Rottentomatoes: 6'9

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VALORACIÓN DEL JURADO

El jurado del CSF ha decidido promover el film a  
3 PREMIOS DEL FESTIVAL:

Mejor fotografía: JEFFREY JUR
Mejor montaje: VV. AA.
Mejores efectos especiales: VV. AA.

NOTA DEL JURADO