lunes, 9 de junio de 2014

CRÍTICA CSF: FARAÓN, de Jerzy Kawalerowicz


FARAÓN (PHARAOH), de Jerzy Kawalerowicz
Largometraje nº 6. Cinoscar Summer Festival 2014: Sección oficial a concurso
Polonia, 1966. Dirección: Jerzy Kawalerowicz Guion: Jerzy Kawalerowicz y Tadeusz Konwicki, a partir de la novela de Boleslav Prus Duración: 145 min. (versión restaurada y remasterizada) / 124 minutos (versión recortada distribuida en España el año 1968) / 182 minutos (montaje original del director proyectado en Cannes 1966) Género: Drama histórico. Antiguo Egipto Fotografía: Jerzy Woljcik Música: Adam Walacinski Reparto: Jerzy Zelnik, Stanislaw Milski, Piotr Pawlowsli, Leszek Herdegen, Andrzej Girtler, Krystyna Mikolajewska
Elección y presentación de José David Pérez Torres: "Faraón tiene su encanto, magia en los planos, en sus contrastes continuos de luces y sombras. Lejos de convencionalismos, nos enseña cómo era la vida de aquellos tiempos y cómo funcionaban los poderes establecidos, haciendo incluso paralelismos con la época actual. Los actores, al ser desconocidos en su totalidad, hacen que la historia sea creible. La direccion es imponente. Aunque sea la menos puntuada o votada, solo el hecho de que se conozca justifica su presencia en el festival. Les invito, pues, a visionar Faraón".


¿De qué va?: Sobre el joven Ramsés descansa la responsabilidad de mantener el equilibrio de un Egipto convulso. Harto de que el poder sacerdotal interfiera en la gestión del ejército imperial, el aspirante a faraón recurre a su padre, Ramsés XII, para ganar poderes a fin de controlar sus legiones en vistas a una posible guerra con Asiria. Aprovechando el romance de Ramsés con una judía, los diferentes grupos, tanto étnicos como estamentales, intentan mover ficha para conseguir una posición privilegiada en el titubeante orden del Imperio: los fenicios promueven el conflicto bélico con los asirios a fin de comerciar con los seres del bando perdedor, la familia del faraón no ve con buenos ojos su enlace con una mujer de otra religión, y el cónclave de sacerdotes aprovecha la relación entre Ramsés y su sacerdotisa Kama para conseguir influencias. El odio que siente Ramsés por el sacerdote Herhor llegará a su máxima expresión cuando, tras la muerte del faraón y la coronación de Ramsés, se descubra que las arcas del estado están vacías y que todo el tesoro está escondido en el templo sacerdotal. Será entonces cuando el carácter impulsivo, violento y anticlerical del faraón pondrá en jaque el esplendor y el renombre de toda su dinastía.
Palmarés: Nominación al Óscar a la mejor película de habla no inglesa (la segunda de las nueve candidaturas que ha recibido Polonia en este apartado: nunca ha ganado). Sección oficial del Festival de Cannes 1966.


Reseña Xavier: Faraón es una película política y de terror, un fresco histórico de alma apócrifa. Se inscribe dentro de la lista de obras únicas en su especie, ajenas a su tiempo y en general a cualquier tiempo. Un film de concepción radical y de surgimiento único: la casualidad quiso que ciertos condicionantes de la industria de cine polaca, la personalidad del realizador Kawalerowicz y la rotundidad de las localizaciones del rodaje se aunasen para dar a luz a una criatura sin par. Rodada años después del auge del peplum norteamericano y alejada a su vez de las constantes del cine histórico con pompa venido de Hollywood. Considerada la obra más fiel a la civilización egipcia, y paradójicamente una de las pocas ficciones que no se ciñe a unos personajes y hechos históricos reales. En otras palabras, una experiencia cinematográfica alucinada y alucinante que en los años 60 debió tener el impacto y el efecto narcótico-estimulante de las grandes obras de Kubrick y de otros cineastas capaces de poner a prueba la paciencia y el intelecto de la audiencia. Profundamente clásica, rabiosamente moderna, a medio camino entre la tradición y la incorrección, Faraón ofrece una imagen austera pero trabajada del Antiguo Egipto: la fotografía hipnótica, el estudiado vestuario, el estilizado montaje y los vivísimos colores ocre de las arenas y de los templos que presiden los fotogramas ayudan a trasladar al espectador a un espacio exótico a la par que reconocible; y cuestiones técnicas y contextuales aparte, la historia de Faraón bien podría llevarse a otros paisajes y civilizaciones: su esencia es universal, y su historia de lucha de poderes, corruptelas y tráfico de influencias podría enmarcarse perfectamente en la Edad Media o en los tiempos modernos, en la China Imperial o en la Norteamérica del far west. Tal vez resulta una película excesivamente parsimoniosa, pero muchas de sus escenas están dotadas de una atmósfera increible: consigue que el espectador, aun asistiendo a la inmensidad del desierto, sienta en cada plano el peligro latente que al final estalla en una conclusión épica. Lástima que la versión que ha sobrevivido a la incomprensión general y a los avatares de la censura se intuya ligeramente recortada en metraje y rebajada en intensidad con respecto a la obra de tres horas que concibió Kawalerowicz en su inicio y que sólo pudieron ver los presentes en la sesión de clausura del Festival de Cannes 1966 (nunca sabremos si la gran película que es Faraón en realidad escondía una obra maestra mayor): más sombras si cabe para una cinta-jeroglífico, encapsulada en el sarcófago de los caprichos cinematográficos y afortunadamente rescatada por la cinefilia valiente.


Reseña Mayra: Faraón nos traslada a las pugnas de poder, tanto religioso como civil, en la antigua cultura egipcia. Aunque la historia nos presenta un personaje de ficción (Ramsés XIII), ello no la hace menos interesante: el protagonista, sucesor del faraón, no se sientesatis fecho ante todo el autoritarismo que ejercen los sacerdotes sobre los faraones y sobre todo el pueblo egipcio, algo que le lleva a tomar una decisión para frenar la supremacía principalmente económica de los sacerdotes. El film, a pesar de estar basado en una historia y personajes ficticios, logra ser interesante, ya que su argumento bien podría usarse en un contexto social actual, donde los poderes religiosos suelen ser preponderantes. Faraón, además, presenta una destacable puesta en escena en cuanto a fotografía, vestuario e interpretaciones.


VALORACIÓN DE LA CRÍTICA

Es sin duda la plasmación cinematográfica más trabajada y convincente del antiguo Egipto. No extraña que fuera rechazada por un público totalmente ignorante de lo que iba a ver, pero lo curioso es que la crítica tampco la apreció lo más mínimo: a la prensa de izquierdas le pareció lenta y dogmática, y a la de derechas le molestó el tufillo anticlerical. Rafael de España, Universidad de Barcelona

'Faraón', a pesar de su gigantismo, no tiene nada que ver con cuanto ha salido hasta ahora comercialmente en los estudios. 'Faraón' es una película redonda, estructurada cerebralmente, llena de ideas, política y socialmente intencionada, densa de contenido, cuidada formalmente y de una belleza en sus imágenes que raramente se encuentra. Periódico ABC

Un cuento suntuoso que cuenta la historia de un joven aspirante a faraón en pugna con el sacerdote de su tiempo. Las tomas en mitad del desierto, las escenas de batalla, la corte pomposa y sus vestidos se combinan para recrear la riqueza de la época. Una potente mezcla de necesidades humanas y destinos implacables. Opulenta y trágica. Variety

Obra importante, llena de magníficos colores, de imágenes fantásticas, de decorados increibles, de incontables figurantes y de intérpretes que aspiran a ser estrellas. Prueba de rigor en la descripción de personajes, de sus amores y de sus conflictos. France Soir

Nota Filmaffinity: 7'5 - Nota IMDB: 7'6 - Nota Rottentomatoes: 8'8


VALORACIÓN DEL FESTIVAL

Faraón es candidata a 6 PREMIOS DEL FESTIVAL:

Mejor director: JERZY KAWALEROWICZ
Mejor actor protagonista: GEORGE ZELNIK
Mejor actriz secundaria: BARBARA BRYL
Mejor guion adaptado: JERZY KAWALEROWICZ y TADEUSZ KONWICKI
Mejor fotografía: JERZY WOLJCIK
Mejor vestuario: MARIA CZEKALSKA, ANDRZEJ MAJEWSKI,
BARBARA PTAK y LIDIA RZESZEWSKA


PUNTUACIÓN DEL BLOG


1 comentario:

  1. Vaya por delante que "Faraón" no es ni un peplum, ni un film de género aunque si una de las mayores superproducciones de la Historia del Cine Polaco. Y además, una obra maestra insoslayable. Una película profundamente política y redicalmente marxista en la que se muestra hasta que punto la religión es "el opio del pueblo" y algo más. He tenido la suerte, hace muchos años, de ver la versión íntegra en la Cinematéque de Paris, y en esta totalidad resta como una película monumental en todo y que no ha perdido vigencia en nada. Es rabiosamente actual y perfectamente aplicable a la España de nuestros días (y de mucho, mucho antes..desde los Reyes Católicos). Cannés 66 queda como el año en que confluyeron en el magno Festival obras de la envergadura de "Campanadas a medianoche" (Welles), "Cenizas" (Wajda, duración exacta 4 h. 30 min., argumento: la intervención del ejército polaco como mercenario de las tropas napoleónicas en su guerra con España con una reconstrucción admirable del sitio y toma de Zaragoza), "El joven Törless" (primera y acaso insuperada película de Volker Schlöndorff) y...."Faraón". La Palma de Oro se concedió ex-aequo a dos engendros del calibre de "Un hombre y una mujer" (badabadaba, Claude Lelouch) y "Señoras y señores" (quizá la peor película del gran Pietro Germi). El abucheo fue épico y Germi se enfrentó al público fuertemente encolerizado. A Welles se le concedió un "inventado premio" del XX Aniversario.

    Kawalerowicz fue uno de los cineastas más importante del cine polaco de cualquier epoca. "Faraón" es su obra cumbre, pero "Tren de noche", "Celulosa, "Agonía","Cien", "Madre Juana de los Angeles" y la extraordinaria "La muerte de un presidente" certifican sobradamente su calidad. Su generación fue la misma del gran Wajda (todavía vivo y en activo)y el prontamente malogrado A.Munk ("Eroica", "La pasajera"). Kawalerowicz se desmarcaba de los dos Andrzej en que él fue un ferviente comunista, justamente lo que más odiaban los otros.

    Trás esta generación - la mejor que probablemente haya conocido el cine polaco - vendrían los Polanski, Skolimowski que rápidamente huirían de su tierra natal.

    Un cordial saludo y entiendo que como solidaridad entre blogs, os aguardo con algún comentario en el mío llamado "vergerus" (homenaje encubierto a Ingmar Bergman).

    Luis Betrán

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