domingo, 16 de febrero de 2014

OSCARS 2014: MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA

Las nominadas al Oscar a la MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA son:

 AMY ADAMS, por La gran estafa americana
A favor: Poco a poco, Adams se ha convertido en una nominada recurrente: suma 5 candidaturas sin premio... y su estadística empieza a coger tintes de drama épico (Glenn Close, con 6 opciones frustradas, liderada la estadística negra del tío Oscar). Por mera compensación, o por pura regla de tres (o de cuatro: algún miembro del reparto de La gran estafa americana tiene que ganar, al menos a priori), Adams es una de las favoritas, aunque su presencia durante la temporada de premios haya sido más bien desigual. Adams es la chica de moda y su interpretación ha sido tanto o más cacareada que sus modelitos, escotes y complementos: determinados gremios técnicos pueden apoyarla como musa o símbolo del último cine norteamericano. Es el personaje más amable de la película: hasta los detractores de la 'estafa' de Russell pueden enternecerse y defenderla en su papeleta.
En contra: ¿Dos años seguidos con dos mejores actrices dirigidas por Russell? Los académicos no son muy dados a los Oscar compensatorios, y Adams, por edad, es la que tiene más margen para ganar el Oscar. De hecho, ¿sería justo que Adams ganase por un papel poco o nada lucido, al menos en comparación con sus anteriores trabajos en The Master, Junebug, La duda y The Fighter? Lawrence ha concentrado parte del aparato promocional de la película: Adams puede ser vista como una 'secundaria protagonista', algo que no ocurre con Blanchett, Dench y Bullock (protagonistas absolutas de sus respectivos largometrajes). El Oscar normalmente premia a personajes al límite, con grandes dramas y escenas de notable lucimiento: Blanchett, Dench y Streep tienen la nominación justificada por ese motivo, mientras que en el caso de Adams parece que no solo se ha valorado un trabajo individual sino una aportación de conjunto (el elenco del film). Datos, en definitiva, que dejan a Adams muy atrás en la línea de salida para la carrera final del Oscar.

CATE BLANCHETT, por Blue Jasmine
A favor: Si Allen llama a la puerta, el Oscar lo hace casi acto seguido. Blanchett será, sin demasiado margen de error, el nuevo intérprete premiado por un film de Allen (la última, otra mujer: Penélope Cruz). Blanchett lo ha ganado todo y lleva en el candelero desde las primeras proyecciones veraniegas del film: lo suyo ha sido una carrera de fondo sin apenas obstáculos y con mucho gas por delante. Blanchett representa la teatralidad, la exageración por exigencias del guion, la intérprete hecha a sí misma y la artista que ha conseguido ser noticia desde su primera nominación por Elizabeth, pero que de alguna manera sigue despegada de toda la órbita y pompa hollywoodiense. El de Blanchett es un papel que materializa el sueño de todo actor: ser requerido por el gran Woody Allen. Y no solo eso: su interpretación, por belleza y potencia, es el que más semejanzas guarda con las damas de la interpretación del viejo Hollywood. Este año, en otras palabras, no habrá sorpresas.
En contra: Allen ha sido titular recientemente por cuestiones extracinematográficas que pueden afectar a las posibilidades de Blanchett. La australiana, además, ha salido en defensa del neoyorkino, por lo que no sería raro que perdiese algunos votos rebeldes. En la Academia hay una ligera saturación de todo lo relacionado con Allen: al premio Cecil B. DeMille y al éxito de Midnight in Paris se añaden los repetidos desplantes del director, eterno ausente cuando hay una alfombra roja de por medio. Dench y Streep cuentan con la violencia promocional de los Weinstein, y Adams y Bullock están en la terna por los films más taquilleros y nominados de la lista. Pero, siendo sinceros, este apartado podría quedar vacío sin demasiado problema: nada, o casi nada, separa a Blanchett de su segundo Oscar.

SANDRA BULLOCK, por Gravity
A favor: Gravity ha cambiado la percepción académica de muchas categorías técnicas, y a su vez ha alterado los criterios clásicos para valorar una interpretación. Bullock lleva a cabo un trabajo de contención dramática y mínimos recursos: su respiración, sus muecas tras la escafandra y su mirada perdida en el espacio son los únicos recursos que tiene durante gran parte del metraje para meterse al público en el bolsillo. El trabajo de Bullock es el de actriz, pero también el de una atleta casi olímpica: el peso físico de su interpretación está al alcance de pocas intérpretes, y eso es algo que han sabido valorar desde el mismo gremio de actores (detalle que no se produjo, por ejemplo, con los personajes animados, interpretados mediante captura de movimientos, de títulos como Avatar). Un premio para Bullock sería una tremenda revolución en el seno de la industria: llega a la última ronda de premios con los deberes hechos y todas las nominaciones previas a sus espaldas. Ya es hora de valorar a Bullock como lo que siempre ha sido: una gran dama del cine de acción.
En contra: En un quinteto de actrices reincidentes a lo que Oscar se refiere, no puede olvidarse el hecho de que muchos todavía no hayan digerido la anterior estatuilla de Bullock por Un sueño posible. Gravity quedará suficientemente premiada en otros apartados: para la mente clásica de la Academia, el trabajo de Bullock carece de la fisicidad dramática de sus competidoras. Bullock fue favorita hace unos años, y ahora ese título recae en Blanchett: es muy difícil alcanzar a la actriz australiana, ya que en su palmarés figuran todos los galardones del año. La tradición de premiar a un intérprete de la 'mejor película' de cada año ha caído en desgracia: cinco de las últimas ocho ganadoras del Oscar a la mejor película no estuvieron representadas en los apartados interpretativos, por lo que una 'no victoria' de Bullock mantiene intactas las posibilidades del film de Cuarón en la categoría reina.

JUDI DENCH, por Philomena
A favor: Desde que supimos de la enfermedad ocular de Dench, muchos marcaron en el calendario de galardones a Philomena como la última opción que tiene la Academia para valorar a una de las grandes damas del cine. Su Oscar por Shakespeare in love no solo es el más lejano en el recuerdo sino que se antoja insuficiente para una artista tan remarcable como Dench: en el oscarizo film del 1998, ella apenas salía ocho minutos en pantalla. Su personaje es la antítesis del papel de la otra veterana del grupo (Streep): Philomena Lee es un 'personaje bombón' que se gana la simpatía de la platea de forma casi inmediata. El de Dench es el único personaje con un referente real, un detalle que la Academia suele tener en cuenta. Dench ya fue noticia el año pasado por Skyfall, por la que perfectamente hubiese podido estar nominada como actriz de reparto.
En contra: Dench no suele protagonizar campañas de promoción, portadas, photo calls y entrevistas: es la actriz 'menos actual' del grupo, y de alguna manera es el nombre que menos se espera que suba al escenario. Philomena carece de la impronta y de los apoyos para convertir alguna de sus cuatro nominaciones en una realidad: la candidatura ya es en sí un premio, y más en un año con tantas interpretaciones protagonistas destacadas. Dench únicamente tiene asegurado el voto british: su situación es claramente desfavorable, y más si pensamos en el antecedente inglés de Mirren y The Queen.

MERYL STREEP, por Agosto (August: Osage County)
A favor: Al recibir el Oscar por La dama de hierro, Streep aseguró que nunca volvería a ganar. La Academia hace caso omiso a la 'actriz de actrices': con Agosto suma nominación número 18, de nuevo por capricho de los Weinstein, de nuevo con un film con pocas candidaturas y de nuevo con un papel de gran hondura dramática (su papel es de esos que crean escuela). No es un ejemplo más de pleitesía académica hacia Streep: ella es, de largo, lo mejor de una película un tanto alicaída. Agosto aspiró al SAG al mejor reparto, y el gremio con mayor peso en el conteo final es el de los actores: todo ello da ciertas alas a Streep.
En contra: Por La dama de hierro se impuso hace solamente dos años: un cuarto Oscar ahora, incluso para una artista todoterreno como Streep, sería un tanto prematuro. Además de recibir el voto de Bullock (su 'amor': ¿recordáis?), no sería raro que concentrase votos entre el gremio de actores (valorarán no tanto 'la interpretación' sino 'el referente' que supone para muchos el apellido 'Streep'). Llega a los Oscar sin ganar nada en la temporada de premios de invierno, su nominación pendía de un hilo en las quinielas y la decisión de cursar como 'protagonista' y no como 'secundaria' fue muy discutida en su día. El número 18 causa sudores, pero tratándose de Streep no hay duda que habrá una decimonovena intentona al hombre dorado.



QUINIELA DE LOS LECTORES (Total votos: 138 votos)
1. CATE BLANCHETT, con 95 votos (68%)
2. SANDRA BULLOCK, con 15 votos (11%)
3. MERYL STREEP, con 14 votos (10%)
4. AMY ADAMS, con 12 votos (9%)
5. JUDI DENCH, con 2 votos (1%)

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