jueves, 26 de septiembre de 2013

SAN SEBASTIÁN 2013 | DÍA 6 | DEVIL'S KNOT, CLUB SÁNDWICH, FOR THOSE WHO CAN TELL NO TALES y MOTHER OF GEORGE

A Touch Of Sin (Un toque de violencia), de Jia Zhang-Ke. Sección Perlas. Mejor guión, Cannes 2013.
Las películas se van acumulando y sòlo queda tiempo para destacar los films de la sección oficial: en pocos días os contaremos nuestras impresiones de A Touch Of Sin, Dallas Buyers Club y Jeune et Jolie, ambas vistas en Cannes y que han cursado en San Sebastián dentro de la sección Perlas. Las quinielas son la orden del día en los corrillos, palcos y descansos del festival: para que podáis hacer vuestras apuestas, nos centraremos en los films de la Sección oficial.

Condenados (Devil's Knot), de Atom Egoyan. Sección oficial a concurso.

El enésimo descontento general que ha producido la sección oficial lo ha marcado Condenados (Devil's Knot), el nuevo trabajo de Atom Egoyan. El director de El dulce porvenir debió intuir la acogida poco entusiasta que ha tenido su película porque en la rueda de prensa apenas ha recibido preguntas. Cuesta encontrar al Egoyan de siempre en este nuevo film, salvo algunas coincidencias temáticas con títulos como Exótica. El problema de Condenados es que quiere ser muy fiel a los hechos que cuenta, y de esa dependencia con el caso real surge un film demasiado pulcro y distante, màs coherente con el formato de tv movie que con la banda de nueva obra de un gran director. Sòlo el prestigio de Egoyan explica la inclusión del film en la sección oficial: todo lo que rasque este fin de semana en el palmarés será injusto.

Club Sandwich, de Fernando Eimbcke. Sección oficial a concurso.

La mexicana Club Sándwich, en cambio, dejó a toda la platea con una sonrisa en los labios. Fernando Eimbcke cuenta las peculiares vacaciones en un hotel de una madre y un hijo en plena adolescencia sin demasiado que hacer y poco que hablar. El film termina en el terreno de la comedia costumbrista de exploración sexual y problemas familiares, y funciona a pleno rendimiento cuando el guion y los actores dan lo mejor de sí. Es, con todo, una historia muy pequeña, casi anecdótica, que perfectamente podría proyectarse en una de las secciones paralelas. Viendo el panorama donostiarra, más bajo que el de la cosecha anterior, y por ser una película que crece a medida que avanza el metraje, no sería extraño que se alzase con alguna mención, siempre que Pelo Malo, la otra apuesta suramericana por la Concha, no esté entre las preferencias del jurado.

For Those Who Can Tell No Tales, de Jasmila Zbanic. Sección oficial a concurso.

Sin abandonar la Sección oficial, For Those Who Can Tell No Tales es el regreso de la bosnia Jasmila Zbanic a su tema preferido: las heridas de la Guerra de los Balcanes. La película merece un análisis más extenso, algo que dice mucho de este largometraje de apenas 75 minutos. Con todo, después de Grbavica y En el camino, sí podemos avanzaros que se trata del trabajo menos lucido de la directora. En esta ocasión, las huellas del conflicto son rastreadas por una turista australiana que se hospeda en un complejo hotelero que dos décadas atrás sirviò como centro para torturar y violar a centenares de mujeres. Zbanic coquetea con el documental, cuando el film precisa un tratamiento desde la ficciòn. No engaña a nadie, pero no ha cumplido nuestras expectativas. Y una sospecha: ¿el film está en Donosti porque fue rechazado por Cannes y Venecia? Nosotros tememos que sí.

Jeune et Jolie (Joven y bonita), de François Ozon. Sección Perlas.

Esta tarde cerrará la sección oficial la cinta española La herida, film que mañana abrirá la última alfombra roja antes de la clausura. El film de Fernando Franco puede y debe colarse en el palmarés: concretamente se espera que Marian Álvarez gane la Concha a la mejor actriz después de una selección con pocas interpretaciones femeninas destacadas. En actor hay tres nombres muy firmes: Javier Cámara por Vivir es fácil con los ojos cerrados, Antonio de la Torre por Caníbal y Thierry Lhermitte por Quoi d'Orsay (y a propósito del film de Tavernier, cabe apuntar que parece haber gustado a todo el mundo menos al señor Boyero y a un servidor: estará en el podio). Cito a mi compañera de platea de esta mañana: 'con esta selección, no sería extraño que ganase lo inesperado, como pasó con Los pasos dobles' (y en la sesión del film de Lacuesta casi nadie llegó sentado al final de la proyección...).

Luton, de Michalis Konstantatos. Sección Nuevos Directores.

Terminamos con una panorámica a la sección Nuevos Realizadores, cuyos títulos analizaremos más a fondo en próximos escritos. Yozgat Blues, de la que ya os hablamos ayer, es la peor valorada según los resultados de las encuestas del público que registra el periódico diario del festival: es un misterio que nadie haya valorado la melancolía y la belleza de este film tan complejo. Desconocemos la media numérica de la griega Luton, pero seguramente no será muy alta: en sus dos proyecciones del miércoles, la película fue recibida entre abucheos (sin ser escandalosamente mala, daba para mucho más: confirma, eso sí, que la moda del cine griego 'crudo y duro' ha llegado a su fin). De la lituana The Gambler puede decirse lo mismo, pero en este caso con respecto al cine negro nórdico: este thriller, historia de un médico que gana dinero a costa de un juego macabro con sus enfermos, es todo exageración, grito pelado y tortazos sin sentido. Y por último, Mother of George, aplaudida en Sundance, ha sido recibida entre caras de cansancio: no emociona esta lenta historia de una pareja nigeriana presionada por su familia para tener un hijo.

Dallas Buyers Club, de Jean-Marc Vallée. Sección Perlas.

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