jueves, 18 de julio de 2013

CINOSCAR SUMMER FESTIVAL: SLEEPING BEAUTY, de Julia Leigh

SLEEPING BEAUTY, de Julia Leigh (Australia, 2011)
Cinoscar Summer Festival: Sección oficial a concurso
Elección y presentación de Alex Martín: ''Cinta oscura y turbadora a partes iguales que muestra parte del lado oscuro del ser humano y aquellos deseos que nadie puede conocer. Entra en este mundo prohibido de la mano de una soberbia Emily Browning como una Bella Durmiente de nuestra era. Un fiel reflejo del mundo impersonal y frío en el que vivimos''.
¿De qué va?: Una joven acepta trabajar como 'bella durmiente' para ganar dinero y costearse sus estudios. Un coche la recoge, la lleva a una casa a las afueras de la ciudad, y allí, tras ingerir un potente somnífero, duerme con hombres que no conoce. Inconsciente y frágil, la protagonista desconoce qué hacen con ella los distintos clientes. Solo hay una regla: en ningún caso puede haber penetración.
Palmarés: Sección oficial del Festival de Cannes y Sitges 2011. ADG Award al mejor director. Premio a la mejor primera película del Festival Internacional de Durban. Premio de la audiencia del Festival de Santa Fe. Mención Especial en el Festival de Estocolmo.


Reseña: En la selección a competición de Cannes 2011 coincidieron L'apollonide del consagrado Bertrand Bonello y Sleeping Beauty de la novel Julia Leigh, dos trabajos que no consiguieron colarse en el palmarés pero que comparten numerosos puntos de contacto entre ellas. Las dos cintas son los retratos de las relaciones que se establecen entre las prostitutas y sus clientes, y en ambos casos al director no le interesa tanto radiografiar unos personajes como describir las complejidades de un tiempo histórico: el París finisecular se colaba por las paredes del prostíbulo de L'apollonide, y en Sleeping Beauty asistimos a la desconexión del individuo del S. XXI con respecto sus orígenes y su entorno. Leigh cuenta por omisión y sus fotogramas parecen orquestrados con la precisión de un cirujano que juega a filmar los cuerpos vaciados de todas sus vísceras. Fruto de ese ejercicio de esterilización cinematográfica, estamos ante una película que no parece contar nada pero que esconde todo un mundo bajo sus capas. Leigh consigue un producto frío, distante, aséptico, oscuro y turbador. Su protagonista dista de ser un personaje: es un concepto, un ser que no conoceremos nunca, y el espectador atento debe reconstruir la rutina de la protagonista a partir de sus múltiples identidades y de los lugares por los que transita. Sleeping Beauty es un interrogante, una turbación, la intuición de una historia antes que una historia con un planteamiento, nudo y desenlace. Un salto sin red que muchos calificarán de banal y de capricho estético: otros valoramos que sea un producto sin asideros ni concesiones, rugoso en su superficie y cargado de interrogantes en su interior. De una belleza subyugante, siempre y cuando uno esté dispuesto a no contar con la habitual respuesta final del cine de nuestros días.


VALORACIÓN DE LA CRÍTICA

Soporífera en todos los sentidos. David Rooney, The Hollywood Reporter.

De un onirismo seductor y perturbador. A. O. Scott, The New York Times.

Fascinante, erótica y cargada de misterio. Rafer Guzman, Newsday.


VALORACIÓN DE LA CRÍTICA DEL FESTIVAL

La directora insiste en cubrir la obviedad de su mensaje con ‘cine de autor’, cayendo en lo cansino y reiterativo. Uggo Kollado

Película que nos introduce en un universo muy parecido al cine de Lynch, original y transgresora. Sin llegar a ese nivel sí mantiene una gran tensión. Emily Browning está muy bien. Guillermo Navarro

Fallida, de principio a fin; una historia aburrida y sin ningún tipo de aliciente. Jose Zambrano

Leigh consigue lo más indigno: presumir de sus errores. Charlatanería barata con ciertos aires de cine pseudo moderno. José Barriga

Un film interesante pero que de alguna manera no me acaba de convencer. Mayra Meza
 

PUNTUACIÓN DEL JURADO


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