miércoles, 3 de abril de 2013

Amores que matan: Crítica de BEAST, de Christoffer Boe

Quienes hayan visto Reconstruction, Offscreen, Allegro o Everything will be fine, toda la filmografía anterior de Christoffer Boe, sabrán que estamos ante uno de los autores más singulares del actual cine europeo. Boe toma puntos de partida bastante transitados (una falta de creatividad, una relación amorosa del pasado) y los lleva a otra dimensión, creando artefactos narrativos que son un reto a la inteligencia al negarse a discurrir en línea recta y un complejo muestrario visual a medio camino entre el Dogma 95 y los delirios oníricos del Lynch más surrealista. Obviamente forma y fondo se conjugan unidos en el cine de Boe, con la posibilidad de que cierta parte del público no conecte con su historia (y por lo tanto no acceda a las alas más fascinantes del laberinto) o con su forma (con lo que se pierde de vista la historia no tan bizarra de base). Por desgracia Beast no funciona, y no lo hace por su trama pero también por su estilo. Beast es lo más parecido que ha hecho Boe a rodar una producto teatral, con solo tres actores que, intuimos, en la vida real son amigos. Al principio asistimos al entusiasmo de una pareja de enamorados al ver la que será su casa, y tras los títulos de crédito todo degenera al centrarse en la paranoia de él (Nicolas Bro) con respecto las infidelidades de ella (Marijana Jankovic). Una historia simple y corta, más bien la sinopsis de una historia. Boe intenta adornar su película con momentos cercanos al gore o suspense pero nunca consigue despertar el interés por el manido triángulo amoroso de toda la vida. Vaya, que a Boe esta vez le ha faltado inventiva, tal vez porque por primera vez se ha propuesto contarnos algo de forma lineal, sin saltos ni sobresaltos en el espacio y en el tiempo. En Beast queda la intuición del mejor Boe (este blog se queda con Allegro), y puestos a preferir un Bro en versión paranoica resultaba más estimulante Offscreen. Si no saben nada del cine de Boe Beast puede ser una buena introducción a sus obras mayores. Si ya tienen cierto bagaje en cine danés outsider, la película es totalmente prescindible.


Nota: 4'5

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