Las nominadas al Oscar a la mejor película de habla no inglesa son:
AMOUR (AMOR), de Michael Haneke (Austria)
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A favor: En Estados Unidos hay poco espacio para el cine no estadounidense, y Amour es la única película que ha sabido ganarse el respeto de la crítica. Ha recibido todo tipo de galardones y la Academia la ha enaltecido más de lo esperado con un total de 5 nominaciones. La ampliación de nominadas a mejor película no se hizo para beneficiar el cine foráneo, así que la entrada de Haneke en la lista hace pensar que la Academia considera al austríaco digno de ser premiado, como lo fue en su momento Fellini, Bergman o Almodóvar. Y al estar en mejor película, el apartado de mejor película de habla no inglesa debería ser un mero trámite: todos los films que han conseguido presencia en ambas categorías (pensemos en Z, La vida es bella y Tigre y dragón) acabaron ganando aquí sin dificultad. Ha sido la película no norteamericana de la temporada, refrendada además por los EFA, la Palma de oro de Cannes, el Fipresci de la Crítica en el Festival de San Sebastián y presencia en los Bafta: acaparará el voto indie, el europeo y el adulto (los académicos son en su mayoría ancianos y pueden sentir como propia o como mínimo cercana la historia del film). Es una de las pocas películas de los últimos años que ya goza del estatus de obra maestra incontestable, algo que la asemeja a la anterior ganadora, la iraní Nader y Simin, una separación, y que la lleva a jugar con mucha ventaja respecto sus competidoras.
En contra: Uno de los Oscar recientes más discutidos en este apartado lo protagonizó precisamente Austria: puede que el recuerdo de Los falsificadores reste algún que otro voto, si bien todo indica que los votantes se guían por los films en liza y no por las distintas nacionalidades. Amour tiene sus incondicionales, pero hay que tener en cuenta que en Estados Unidos este tipo de propuestas siguen llevando la etiqueta de 'films de arte y ensayo': puede, en definitiva, ser una propuesta demasiado dura para Hollywood. La historia nos dice que no siempre la extranjera más nominada termina ganando aquí, y los galardones acumulados no son garantía de nada: el ejemplo más evidente lo tenemos en La cinta blanca, penúltima obra de Haneke, que claudicó ante El secreto de sus ojos. Ser la favorita puede ser un arma de doble filo: quienes la amen seguramente apostarán por ella en todas las categorías en las que está nominada, pero no se puede descartar la posibilidad de que la división de sus votos en sus distintas categorías acabe afectando sus opciones de premio. Con todo, es el film de la temporada y nada y nadie parece que pueda robarle el Oscar.
KON-TIKI, de J. Ronning y E. Sandberg (Noruega)
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A favor: La danesa Un asunto real sonaba desde el primer momento, pero Kon-Tiki irrumpió a mitad de la carrera por la puerta grande: muchas asociaciones de críticos se han acordado de ella y ha peleado por el Globo de oro. Es innegable que últimamente el cine escandinavo está en alza (Islandia este año pasó el primer corte) y Noruega, todavía sin Oscar, es de los pocos países europeos nórdicos que no tienen la estatuilla. La historia real de un explorador dispuesto a dejar huella ya mereció un Oscar al mejor documental en los años 50 y los académicos tienen memoria. Kon-Tiki es un biopic bien hecho y un film de aventuras efectivo, con un pulso y un ritmo que ya querrían para sí los blockbusters marinos de Hollywood. Kon-Tiki, en definitiva, huele a cine clásico, y el hecho de que esta categoría esté dominada por el sector más conservador de la Academia le da ciertas alas de cara a un posible campanazo. Los Oscar miran a la taquilla, y sin duda Kon-Tiki tiene la solidez de los llamados 'films de temporada', pequeños grandes éxitos engrandecidos por un público fiel y el 'boca a oreja'.
En contra: De todas las nominadas, esta es la única que no presume de tener premio en un festival de categoría A, algo aparentemente secundario pero que puede ser decisivo si los académicos echan mano de palmarés a la hora de intuir el cine más notorio del 2012. El bando nórdico tiene doble representación, situación que siempre se traduce en una división de votos y conflictos vecinales. Su ausencia en la temporada festivalera conlleva otro lastre: pocos votantes fuera de la órbita de Hollywood la han visto, y la popularidad de Amour puede ser un escollo difícil de superar para una película que no ha sabido dotarse de un aparato promocional para la ocasión. Démosle la vuelta a la tortilla: puede que los yankis dejen esta categoría como ventana de ese cine difícil o diferente que no son capaces o no quieren llevar a cabo: si es así, cualquier film del grupo puede ser una ganadora en potencia, pero no Kon-Tiki, la más accesible para una mentalidad norteamericana. Su mensaje final está cargado de triunfalismo y demostraciones de que 'nada es imposible', justamente los lemas de Argo o Lincoln: ¿querrán repetir esquemas en el apartado que debería ser más libre?
NO, de Pablo Larraín (Chile)
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A favor: No representa un cine social y político que este año reina con más fuerza que nunca en los Oscar. Si alguien piensa que Amour se ha mediatizado demasiado, No es la segunda en el ring con más prestigio a sus espaldas. Gael García Bernal es un viejo conocido en Hollywood y debería concentrar el voto latino, el mismo que ya consiguió que una película suramericana (El secreto de sus ojos) ganase al respetado Haneke (La cinta blanca). Si finalmente gana Lincoln en la categoría reina, y por consiguiente los norteamericanos abrazan un film que repasa su propia historia, sería un acto bonito y coherente valorar en este apartado una película que revisa otro episodio histórico trascendente para, en este caso, Chile.
En contra: Es un pez pequeño nadando entre tiburones. Los países suramericanos acaban de despertar en película de habla no inglesa y a cuentagotas están consiguiendo la nominación países nuevos como sucedió con Cuba en los 90 y con Perú hace poco con motivo de La teta asustada. La nominación, en definitiva, ya es un premio porque es el reconocimiento a una cinematografía no siempre visible que, además, había sufrido algún desplante injusto en el pasado (recordemos que la excelente Whisky no estuvo nominada). Además, da la sensación de que el votante potencial de No también es el votante potencial de Amour, y a estas alturas es imposible competir contra la front-runner de la categoría. Su carrera comercial acaba de empezar y su primera parada será dentro de unas semanas cuando llegue a las salas españolas: No tendrá que conformarse con eso, que no es poco.
A ROYAL AFFAIR (UN ASUNTO REAL),
de Nikolaj Arcel (Dinamarca)
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A favor: A tientas, sin saber el argumento de los films y sin depender del palmarés y de las críticas de las concursantes, todos diríamos al unísono que Un asunto real es la única extranjera del año que encaja en todos los sentidos con los esquemas y las temáticas que la Academia premia aquí. Porque es un cine histórico bien hecho, bien interpretado, bien escrito, excelente en todos los apartados. Porque Dinamarca ya tiene 3 Oscar, es una vieja conocida en Hollywood y está viviendo su máximo momento de esplendor y creatividad. Con un Boe Folsgaard premiado en Berlín, una Vikander a punto de iniciar su carrera al otro lado del charco y un Mikkelsen reputadísimo, premiado en Cannes y a punto de estrenar la serie televisiva sobre Hannibal Lecter, el resultado solo puede ser notable. Ha estado peleando por todos los premios previos, los Bodil y Robert daneses la han meganominado y la productora Zentropa, la misma que supo llevar a casa la estatuilla gracias a En un mundo mejor, tiene suficientes influencias para vencer al huracán Haneke.
En contra: Dos Oscar demasiado seguidos para Dinamarca sería demasiado, aunque los nórdicos saben de qué hablamos: Pelle el conquistador y El festín de Babette ganaron de forma consecutiva. Su no presencia en categorías técnicas como mejor vestuario, donde estaba entre las favoritas, ha guillotinado su título de segunda favorita. De nuevo la citada división de votos del bando nórdico afecta de pleno a Un asunto real. Las recientes películas de ambientación histórica, de conspiraciones amorosas y palaciegas, protagonizadas por una mujer casi nunca saltan al escenario en calidad de premiadas: María Antonieta o Jane Eyre se quedaron con la pedrea, por ejemplo. La sensación de que en otro año hubiese ganado sin problema pesa, y su escollo insalvable es Michael Haneke. En los EFA Amour arrasó y Un asunto real se quedó con dos pobres candidaturas, una buena muestra de lo que puede pasar aquí. Dinamarca, más que ninguno de los cinco países nombrados este año, tendrá más opciones en años venideros: el cuarto Oscar danés tendrá que esperar un poco más.
WAR WITCH (REBELLE), de Kim Nguyen (Canadá)
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A favor: War Witch es una película tan dura y peculiar que uno perfectamente la ve multipremiada o totalmente ignorada. Y llegados hasta aquí, todo es posible, y más viniendo de un país como Canadá que tras ganar con Las invasiones bárbaras parece un nominado seguro en esta categoría. La Academia podría compartir su amor por Bestias del sur salvaje con War Witch, films que guardan no pocos puntos en común. Es un film 'bélico', o el más bélico de la contienda del Oscar: si la bosnia En tierra de nadie ganó a la favoritísima Amélie, War Witch puede hacer lo propio y aguarle la fiesta a Haneke. Ha sido convocada sin apenas promoción: es, por lo tanto, la nominada sorpresa, la más meritoria... y Hollywood sabe dar una vuelta de tuerca a las quinielas dando cancha a la opción más pequeña. ¿No son demasiadas candidaturas en balde para Canadá? ¿No es hora de que los americanos salden esa deuda con sus vecinos?
En contra: La dureza de Amour es su arma de doble filo, y lo mismo se aplica para la apuesta canadiense. Muchos tenemos la certeza de que será la menos votada de las cinco, por carecer de un grupo de votantes afines a su causa, por ser poco conocida y por haber tenido una incidencia mínima en todo el transcurso de premios. Hollywood es Hollywood y War Witch, sin un director reputado como Haneke que sostenga el castillo de arena, puede resultar una rareza demasiado difícil de tragar. Lo comentado arriba con No se aplica también aquí: la nominación ya es un premio y conseguirá tener una distribución más amplia de la prevista en un principio. De las cinco es la que se estrenó más pronto en su país de origen: si quienes la vieron no la recordaban y quienes deberían votarla todavía no la han visto,War Witch queda sin duda fuera del juego del Oscar.
QUINIELA DE LOS LECTORES (Total votos: 48)
1. AMOUR, con 44 votos (91%)
2 / 3. Empate entre KON-TIKI y NO, con 2 votos (4%)
4 / 5. Empate entre UN ASUNTO REAL y WAR WITCH, con 0 votos
2 / 3. Empate entre KON-TIKI y NO, con 2 votos (4%)
4 / 5. Empate entre UN ASUNTO REAL y WAR WITCH, con 0 votos
QUINIELA DEL BLOG
1. AMOUR
2. A ROYAL AFFAIR
3. KON-TIKI
4. WAR WITCH
5. NO
Y si el blog votase...
1. AMOUR
2. NO
3. A ROYAL AFFAIR
4. KON-TIKI
5. WAR WITCH
ResponderEliminarARGO no estba nominada?
Comparto esa visión sobre NO, cuando vi LINCOLN no pude evitar sentir una similitud entre ambas. Haneke ya perdió contra un sudamericano cuando era gran favorito, y no pasará otra vez :(
ResponderEliminarAmour es la mejor de las cinco , una vez vista todas , pero en el caso de Rebelle es mucho mejor que Bestias del sur salvaje y me gusta más la niña de Rebelle que Quvenzhane Wallis.
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