a Zuaitz Huerta
En la historia más reciente de los Oscar no ha habido un episodio más polémico que la victoria de Crash por encima de la favorita Brokeback Mountain la noche del 5 de marzo de 2006 en el Kodak Theatre. A continuación se enumeran posibles razones que explican lo que para muchos es la gran injusticia de los premios de la Academia de Hollywood.
1. FACTOR AMERICANO: Crash es una película contemporánea que habla de las tensiones y las desconfianzas de una sociedad descrita por su heterogeneidad y babelia de razas y lenguas. La película de Haggis es un reflejo directísimo de la Norteamérica plural herida por los atentados del 11-S. De hecho podríamos decir que mucho antes que En tierra hostil Crash puede declararse el primer film 'político' tras la desastre de las Torres Gemelas. El discurso de la película se basa en la idea de que lo que nos une es más fuerte que lo que nos separa, por lo que muchos optaron por Crash al ser la vía más conciliadora de las cinco nominadas. Brokeback Mountain en cambio es el retrato de una América oculta, la de granjas y ranchos, de chismorreos y vidas destrozadas, marcada por la tragedia, el silencio y la insatisfacción. Con Capote, Munich y Buenas noches, y buena suerte evocando tiempos pasados (y no precisamente mejores), el orgullo estadounidense solo podía resarcirse metafóricamente dando cancha a Crash.
2. STAR SYSTEM: Sin el apoyo de los actores difícilmente una película puede llevarse el oro a casa. Crash estuvo nominada a 2 Globos de oro, ninguno de ellos el de mejor film dramático, y muchos sentenciaron las posibilidades del film en ese momento. Pero un repaso a la historia reciente de la temporada de premios nos indica que los SAG tienen muchísimo peso. Los actores votaron al reparto de Crash, su análogo a 'mejor película', y solo con eso la cinta presentaba suficiente fuerza para ofrecer resistencia hasta el final de la carrera. Obviamente ese galardón no supuso un logro suficiente para cambiar el rumbo de las quinielas porque el SAG está lleno de arbitrariedades: premió el cast de Slumdog Millionaire cuando ninguno de sus actores salvo Dev Patel figuraba en la terna, se valoró el reparto de Malditos bastardos sin que ello afectase a las posibilidades de Avatar y En tierra hostil (o lo que es lo mismo, ese año los SAG 'no decidieron nada', si bien corroboraron la antipatía de los actores hacia el sistema de rodaje del film de Cameron, discutido al 'restar' presencia a los intérpretes), y recientemente todo el elenco de Criadas y señoras acabó ganando a The Artist, aunque la victoria de Jean Dujardin como actor protagonista ya era indicativo de por dónde irían los tiros en el Kodak Theatre. La cuestión del Star System es mucho más profunda. Don Cheadle, actor del film y nominado en el pasado por Hotel Rwanda, figura como productor de la película, y todos los actores (Matt Dillon, Brendan Fraser, Sandra Bullock, Terrence Howard, etc.) eran en ese momento artistas más o menos consagrados en la industria. Crash, en definitiva, supo llegar a todos los despachos pertinentes, desde la élite del cine comercial hasta las entrañas del voto alternativo. Una estudiada campaña de promoción típicamente norteamericana que Brokeback Mountain, presentada en Venecia, Toronto y Telluride, y por lo tanto más cercana a un modo de actuar 'europeo', no supo orquestrar a tiempo.
3. BLACK POWER: En la sombra, Crash siempre fue la película de las minorías. El voto gay se repartía entre Brokeback Mountain, Capote y Transamérica, mientras que el voto negro, salvo las anecdóticas menciones a Hustle & Flow, se centraba únicamente en Crash. El 'factor negro' es muy importante: dio su particular 'golpe de autoridad' la noche en que Washington y Berry ganaron sendos Oscar por sus papeles protagonistas (no por casualidad, en uno de los años más empatados en las categorías actorales: de nuevo la sorpresa 'aflora' solo en las ediciones en las que no existe consenso), y desde entonces ha visto con premio a Whitaker, Hudson, Foxx y Mo'nique entre otros, sin olvidar la larga ristra de nominados. Ese año Terrence Howard tenía imposible dar el campanazo a mejor actor y premiando a Crash, film en el que aparece, quedaba valorado ni que fuese de una manera simbólica. Es bastante factible que hubiese una mobilización 'entre bambalinas' para aunar esfuerzos por Crash. Los productores de Brokeback Mountain nunca quisieron promocionar el film como una película gay y nunca apelaron a un posible 'sector' o 'parte de los votantes' para iniciar ningún tipo de campaña. Que las minorías favorecieron a Crash se hace más evidente si pensamos en el poder hispano en Hollywood y su reticencia a aceptar la realidad homosexual: el film no les era 'propio', al menos no al mismo nivel que Crash por el factor 'racismo'. Y aunque la cinta de Lee ganó el Bafta, la posibilidad de que Brokeback Mountain centrase el voto europeo no es viable: resulta significativo que los David di Donatello italianos premiasen también a Crash por encima de Brokeback Mountain, país muy influido por la religión y El Vaticano, y paradójicamente el país que dio a la historia de Jack Twist y Ennis del Mar el León de oro a la mejor película, el máximo galardón de su festival insignia.
4. HABILIDAD DRAMÁTICA: Aunque Buenas noches, y buena suerte apenas llega a la hora y media de duración, casi todos estaremos de acuerdo en que no es una película liviana ni de fácil visionado. Con Capote sucede lo mismo. Y Munich y Brokeback Mountain superan las dos horas de metraje. Todo ello convierte a Crash en la película más accesible de las nominadas y seguramente la que mayor número de académicos, precisamente por sus características, vieron más de una vez. Crash reparte su fuerza dramática en varios momentos muy estudiados dispuestos a conciencia a lo largo del metraje: el robo del coche, el rescate del policía, la muerte final y los últimos fotogramas con la nominada canción In the deep. Brokeback Mountain es una película que se describe por un crescendo dramático y puede que muchos académicos desconectasen a los pocos minutos de la narración por resultar 'demasiado contemplativa' o 'europea'. En el país de 'lo inmediato' y el 'fast food', Brokeback Mountain proponía una crítica y disección de las entrañas más oscuras del país, algo incómodo para unos votantes ancianos que son de la misma generación de los dos cowboys protagonistas. El anciano de Crash, en cambio, recibe los cuidados de su hijo, un policía racista (Matt Dillon), en una película que defiende el concepto de familia tradicional. Al final la aparente crítica de Crash no deja de ser un discurso burgués y poco profundo, diseñado para 'invocar la lágrima' pero no para 'tocar el alma' ni para 'mover conciencias'. La habilidad dramática de Crash se basaba en la inmediatez, mientras que Brokeback Mountain precisaba de espectadores atentos: el inicio de Crash, con todos sus personajes en constante verborrea, y el comienzo de Brokeback Mountain, con los actores callados esperando recibir un trabajo en las montañas, son antitéticos tanto en fondo como en forma.
5. L.A.: La historia de amor de Lee sucedía en unas simbólicas montañas mientras que Crash tenía lugar en Los Ángeles, 'aquí y ahora'. Los Ángeles es una ciudad con vida propia, consagrada al cine y al glamour. Es la ciudad de los Oscar, y eso la convierte en la casa de toda la industria. Con todo, ¿puede reprocharse que por contexto Crash resultase más 'conmovedora' que Brokeback Mountain? Imagínense a los académicos viendo Crash: a la salida del cine uno hablaría a otro de que 'eso que habéis visto me ha pasado a mi', 'mis vecinos también son persas', 'el otro día en la tele venía un caso similar' o 'a mi también me robaron el coche'. Con Brokeback Mountain lo más seguro es que a la salida del cine reinase un silencio casi sepulcral, 'no vaya a ser que piensen tal cosa si digo tal otra'. Reconocer que 'mi vecino' o 'yo mismo' he sufrido, vivido o sido testigo de algo parecido es mucho más difícil para una sociedad que considera la violencia visual y verbal de Crash para 'todos los públicos' mientras que los contados momentos sexuales de la obra de Lee fueron suficientes para hacer chistes y causar escándalos. La ganadora del Oscar se decide por la voluntad de particulares: uno pasa el dvd de la película que le ha gustado a su compañero de Academia, ese otro a un tercero, y así hasta tener el suficiente número de votantes. Brokeback Mountain demostró que se podía llevar el cine romántico de halo clásico a una esfera actual: en otras palabras, quería y debía generar un debate, esa discusión existió a nivel de espectadores y de medios, pero los votantes se mantuvieron 'en otro mundo' y seguramente Brokeback Mountain en esa dimensión 'académica' gustaba tanto como incomodaba. Crash, por su parte, citaba asistentes sociales, políticos, policías y personas que trabajan en rodajes televisivos y de cine, justamente 'el mundo' en el que están inmersos los académicos.
6. CAMPAÑA PUBLICITARIA: Es un hecho: cuando los Oscar se retrasan hasta marzo, al ampliar el plazo de votación o al quedar el proceso de decisión 'interrumpido' o 'abierto a influencias externas' los nombres de los sobres fluctúan. Eso explica en parte el éxito de Shakespeare in love. Explica también la presencia de El pianista en el palmarés de 2003 en detrimento de Gangs of New York en categorías como director y actor protagonista. Y explica el caso que estamos tratando. Fíjense que estamos hablando de años en los que los premios de 'película' y 'director' fueron por caminos distintos, algo que solo ha sucedido una veintena de veces a lo largo de ochenta y cinco años de Oscars. Puede parecer una tontería pero no lo es: ¿hubiese ganado Brokeback Mountain el Oscar de haberse celebrado la gala una o dos semanas antes, como sucede con el calendario actual? La respuesta es que 'puede', solo 'puede', pero ya la duda es significativa. Decir que la cinta de Lee perdió el Oscar con las protestas y mobilizaciones 'en contra' en cines del país es una tontería. Decir que el hecho de que la película empezase a proyectarse en enero y febrero de 2006 en zonas rurales benefició a la película es otra sandez. Brokeback Mountain tenía poco que ganar y mucho que perder y el devenir de la temporada de premios le daba la razón: solo hizo falta 'mantener el tipo' hasta el final y esperar que el milagro 'no tan milagroso' tuviese lugar. Crash tenía poco que perder y mucho que ganar: sin haber sido la protagonista de galas previas, había estado en todas ellas, en mayor o menor medida, y eso le daba ciertas alas. La verdadera campaña anti-Brokeback Mountain, aunque pueda resultar un argumento contradictorio, fue la que menos ruido generó. Me explico. Se sabe que muchos académicos votaron sin ver la película, y por lo tanto cabe intuir que la cinta no estaba entre sus elecciones. Muchos o bien se negaron a ver la película o bien no la quisieron apoyar, pero si esa opción personal, muestra de una opinión más numerosa, hubiese quedado verbalizada y recogida en los medios de comunicación, eso hubiera supuesto una campaña de publicidad gratuita para Brokeback Mountain. Recordemos que genera tanto morbo, o incluso más, la película que todos aplauden como la que todos, por una razón u otra, odian en cierta medida. No hubo ni lobby gay ni lobby antigay porque los votantes callaron, y ya votasen con el corazón o con la cabeza la cruz no estuvo en la casilla de Brokeback Mountain.
7. PODEROSO CABALLERO: A simple vista podría parecer que los caminos de una y otra película son bastante parecidos al incluirse en lo que desde Estados Unidos se llamaría 'cine indie' (en esta parte del mundo lo indie sería otra cosa, 'más indie' si cabe respecto la mentalidad yanki). Crash tuvo un presupuesto de 7 millones de dólares (muy poco, una cifra realmente anecdótica) y una recaudación mundial final de 90 millones. El dinero base de Brokeback Mountain era ligeramente mayor (14 millones, tampoco tanto) al necesitar más semanas de rodaje y diferentes localizaciones, algo que conlleva mobilizar a todo un equipo o contar con varias unidades de trabajo; y su taquilla superó los 180 millones, doblando a su rival. En los medalleros se repite la proporción: la primera ganó 50 premios y la segunda 92, casi el doble. ¿Dónde está la diferencia? Muy fácil. A simple vista, ¿qué película creen que tiene más potencial comercial? Una pregunta importante si, además, forman parte de la industria pero no siguen semana tras semana las cifras de recaudación. En los Oscar 'ser comercial' o como mínimo parecerlo es muy importante, vital, casi una condición sine qua non. Miremos las películas que ganaron el Oscar con más meses de distancia respecto su estreno: El silencio de los corderos ganó el Oscar un año después de llegar a los cines siendo la película más taquillera y alquilada de la temporada, y Forrest Gump se convirtió en el fenómeno veraniego del momento, algo que Spielberg ya consiguió con E.T.: El extraterrestre (justo en ambos casos la historia nos dice que Blade Runner es mejor que la primera y que Pulp Fiction supera a la segunda). Eso nos lleva a una conclusión: para mantenerse en la carrera al Oscar hay que tener dinero y haber recaudado bastante dinero. Eso o estrenarse en otoño-invierno, en fechas típicas de Oscar. Crash se estrenó en EE. UU. en mayo de 2005, en otoño llegó a casi todos los países europeos (menos España), en Navidad ya estaba en formato doméstico y muchos la rescataron o bien la revisionaron, y a la hora de diseñar el palmarés era la cinta que los académicos habían 'digerido' más. Tras su proyección en Venecia, un periodista de la revista Variety dijo que Brokeback Mountain era 'su favorita del año', pero que orquestrar una campaña de marketing para vender la película en Estados Unidos era el reto más difícil de la historia reciente de Hollywood. Esa idea siempre estuvo latente entre los votantes, independientemente de que las cifras finales hayan sido las que son. Uno puede apelar a En tierra hostil-Avatar o al caso de The Artist como contraejemplos en los que Oscar y taquilla no han ido de la mano, pero las campañas de estas tuvieron otras directrices que no son comparables al caso Crash-Brokeback Mountain. Si los Oscar son el máximo galardón del séptimo arte y desde América se decide 'el ejemplo a seguir' en lo cinematográfico, Crash se entendió como la película más 'idónea'. No se trata de recaudar más sino de tener un potencial o target más amplio. Brokeback Mountain llegó a casi todos y trascendió el terreno del queer cinema, pero no fue suficiente. No para la exigente Academia. Y por allí no estaban los Weinstein para convertir algo tan anticomercial (la apuesta muda y en blanco y negro de The Artist) en un producto 'must see'. Se trata de convertir lo no comercial en comercial, como sea, a toda costa, llamando a las puertas que sean, jugando limpio o sucio. Piensen que Crash fue a posteriori una serie televisiva: adivinen el por qué, intenten averiguar los motivos por los que alguien vio potencial en la película para ampliar metraje y personajes... y entonces tendrán la respuesta de por qué ganó. No interesó hacer eso con Pozos de ambición, más 'difícil' que No es país para viejos, pero sí con En tierra hostil: a cada año, nominados diferentes y necesidades diferentes.
8. ENEMIGOS: En los Oscar no se gana según amistades sino por menor número de detractores. Crash fue como el corredor de fondo que siempre ocupó la tercera plaza del podio, pero que pese a todo había llegado a la última carrera. Sobre el papel, en lugar de Crash hubiesen podido estar en la categoría reina El jardinero fiel, Syriana u Orgullo y prejuicio, difícilmente cualquier otra. Repasar las 6 nominaciones de Crash, las justas y necesarias, significa darse cuenta que la película había calado 'hondo'. Paul Haggis en mejor director fue ya de por sí una sorpresa y daba a entender que la cinta había gustado. La mención a Matt Dillon representaba a todo el reparto del film que no había podido aparecer en la lista final por una previsible 'división de votos'. Que reconocieran a la canción In the deep justo en el momento en que la Academia empezaba a demostrar que no se tomaba en serio esa categoría era un indicativo de que ya no la canción sino la escena que esta ambienta (el final de la película) había impactado lo suficiente como para merecer su espacio en la gala. Y sobre todo: ganar el Oscar a mejor montaje, típicamente 'la llave del Oscar' (aunque hay excepciones como la de La red social-El discurso del rey), fue el jaque mate decisivo. Es fácil situarse como 'detractor' de Crash y decir que ganó por una cuestión de suerte, pero las casualidades casi nunca existen en los Oscar. Todo sucede por alguna razón, como diría el eslogan de la serie Lost (Perdidos). ¿Y hablamos de frases promocionales? En el póster de Crash se leía lo siguiente: 'a la velocidad de la vida, corremos el riesgo de chocar contra los demás'. ¿A que es una forma poética de resumir la esencia de la historia? ¿A que sin haberla visto difícilmente podrían decir 'de qué va'? La frase de Brokeback Mountain era: 'el amor es una fuerza de la naturaleza'. Relaciona el concepto de 'amor' con el de 'naturaleza' (el lugar que une a los personajes para toda la vida), pero junto a la imagen de dos hombres (¡dos hombres!) la carátula adquiere otra dimensión. ¿A que en este caso, ni que sea porque somos 'muy malpensados', sería fácil intuir el argumento de la película? ¿A que podríamos jugarnos algo a que desconociendo los detalles de la película 'esos dos tíos acabarán enrollándose'? Conclusión: la película de Lee, desgraciadamente, ya tenía enemigos antes incluso de llegar a los cines, y es fácil intuir que a la salida de la proyección el número de no simpatizantes fue mayor.
9. UN AÑO RARO: Paul Haggis es el hombre de la suerte desigual. Cuando Million Dollar Baby ganó, el guión de Haggis no lo hizo. Y justo el año que Haggis llegó al peldaño de mejor director, gana Lee en ese apartado. Pero cojamos la calculadora. ¿Existe la ley de la compensación en los Oscar? Este blog cree que sí. Ni el guión ni la producción de Brokeback Mountain venía firmada por Ang Lee, así que la forma 'directa' de valorarlo era dándole el reconocimiento a mejor director, solo esa. Si tenemos en cuenta que Lee ya se había impuesto con Tigre y dragón, habría que sumar dos victorias para el taiwanés por parte de la Academia. Justo las mismas que recibió Haggis en una noche: mejor guión y mejor película al ser productor de la misma. Asunto arreglado y partida acabada en tablas. El empate fue numérico (3 premios para cada film) y 'moral' para la Academia. Pero... ¿y si defendemos la opción de que la Academia vota pensando únicamente en 'ese año', sin tener en cuenta ediciones pasadas, sin calibrar posibles cuentas pendientes y sin anticiparse al hecho de que quizás una persona pueda recibir el Oscar en un futuro y otra no? En ese caso, Crash también gana. Porque dudo que Crash sea entendida como 'mejor' respecto otras historias cruzadas y tramas corales como Short cuts y Gosford Park de Altman o tantas otras. Así que Crash solo aparece como 'opción decente al Oscar' si la inscribimos en 'la cosecha de películas de su año'. Un año raro por más motivos. La máxima nominada (Brokeback Mountain) tenía 8 nominaciones, cifra insuficiente para imponerse al resto con autoridad. Tras cinco años consecutivos con alguna película con más de 9 nominaciones, la dinámica se rompe y gana American Beauty con 8 nominaciones, caso análogo a Crash y sus 6 nominaciones. Una ganadora con 3 premios era algo común en los inicios de los Oscar pero eso no había vuelto a suceder desde 1977 con Rocky (y para más inri, esa también ganó 'mejor montaje'). Las ganadoras en apartados técnicos, King Kong y Memorias de una geisha, no tuvieron la unanimidad de la crítica, pese a ser taquilleras no se han impuesto como 'eventos' del último cine... y también empataron a 3. Pocas veces la carrera a mejor actriz discurre en paralelo al resto al no tener ninguna representante de las películas nominadas, pero ese año se dio (¿resultado?: Felicity Huffman y su transexual perdieron contra la Reese Witherspoon de En la cuerda floja... ¿no se parece demasiado al asunto Crash-Brokeback Mountain?). ¿Más teorías de la compensación? Spielberg ya tenía más de un Oscar, Lee en menor medida también, Clooney ya quedaba premiado por su secundario en Siryana (otra rara coincidencia en un año 'peculiar') y el cupo de Capote quedaba cubierto valorando a su alma mater Philip Seymour Hoffman. ¿Se necesitan más datos?
10. NUNCA HUBO UN 'CRASH VS. BROKEBACK MOUNTAIN': Los premios, por concepto, son imparciales e injustos. De la cultura estadounidense hemos adoptado la política de distinguir 'vencedores' de 'vencidos', y esa es la base de unos galardones: unos suben al estrado y otros se quedan en la platea ensayando la mejor de sus sonrisas. Parece que en esa dinámica, una forma más de llamar la atención y de escribir un titular impactante, solo entran dos películas, mientras que las demás se dan de buenas a primeras como 'perdedoras'. Hay excepciones: con ESDLA: El retorno del rey no había demasiado margen para la sorpresa (si acaso lo inesperado fue que hiciese pleno). Pero... ¿a que podemos hablar de un 'Gladiator contra Tigre y dragón', un 'Chicago contra Gangs of New York', un 'Million Dollar Baby contra El aviador', un 'Slumdog Millionaire contra El curioso caso de Benjamin Button', un 'En tierra hostil contra Avatar' o un 'The Artist contra La invención de Hugo? ¿Cómo negar que recientemente la lucha por el Oscar, como si se tratase de un partido de tenis, ha sido cosa de dos y existe un constante ataque al campo contrario? El premio no es el propio objeto (el Oscar) sino el orgullo de tenerlo (ser, por lo tanto, 'el ganador'). De todos los puntos marcados este es el más evidente: nunca se produjo a nivel mediático un 'Crash contra Brokeback Mountain'. Se creó a toro pasado, con el palmarés sobre la mesa. A nadie le interesó enfrontarlas, nada de hecho las conecta temáticamente, la temporada de premios no dejó ninguna pista al respecto, nada hacía pensar que esa era la batalla que se libraría en 'la última noche'. Brokeback Mountain perdió porque las cinco nominadas fueron por libre, tuvieron su espacio y por lo tanto su posibilidad de ganar. Crash fue la que supo mover los hilos de la forma más eficaz. Ninguna de ellas tuvo acceso al título de 'película de culto' u 'obra maestra instantánea' salvo Brokeback Mountain. ¿Se confundió eso como pasaporte directo al Oscar? ¿Se pecó de confianza? Puede que sí. Los resultados son los que son. Aunque siempre nos quedará pensar que los Oscar y la historia del cine van por caminos paralelos pero separados.
Tuve la suerte de ver Brokeback Mountain antes que Crash, movido por la expectativa y maravillas que se hablaban de esa peli de "vaqueros gay". Y al inicio me cautivó la trama, paisajes, actuaciones y dirección, pero una vez que bajaron de la montaña, todo lo demás me resultó indiferente, y con nada especial que otras pelis de amor imposible pero duradero en el queer cinema o con parejas hetero no hubieran tratado ya. Fue una peli muy buena, eso sí, pero para mí no es la obra maestra que se dice. Y creeme que he disfrutado con pelis lentas y reflexivas que muchos considerarían aburridas. Solo vi Crash movido por el morbo de ser el filme que derrotó a la peli de Lee en los Oscars, no me esperaba mucho de ella, pero me convenció, y yo sí creo que fue merecedora totalmente de la estatuilla oscaril. Mi segunda opción era Munich, también mucho mejor cinta que Brockeback. Lamentablemente a Crash jamás se le perdonará la victoria sobre la popularidad que recibió este atípico western, y el solo hecho de mencionar contra quien compitió ya causa, de entrada, animosidad por parte del espectador. Un abrazo.
ResponderEliminarCoincido con lo que dice Atticus Grey , Brockeback es una buena película (no una obra maestra)que es muy reflexiva y tiene un ritmo lento. Crash, por otro lado, me ha parecido una película mejor, mas entretenida, mas accecible, con un problema que todos podemos entender y sentirnos identificados, y tal vez por eso ha gustado mas. Si tengo que elegir entre alguna de las 2 películas, opto por la de Haggis, sin duda.
ResponderEliminarCreo que Crash es una justa ganadora, y de no haberlo hecho ella, creo que debio haber sido Munich, en ningun momento la cinta de Lee
Un artículo muy interesante, no me había planteado algunos de tus puntos. Que Brokeback Mountain se quedara sin Oscar fue una sorpresa, pero hay que reconocer que Crash es un muy buen film, más entretenido y accesible para la población, sobre todo en un momento en que la homosexualidad no estaba demasiado aceptada y muchos hablaban de ésta como casi un film porno gay (sin haberla visto siquiera en muchos casos). Un año con dos contrincantes brillantes que merecían ambas reconocimiento, así que el reparto de película y directo era correcto. (Además, Ang Lee es un director de primera y ése premio sí era indiscutible.) Saludos.
ResponderEliminarDejando aun lado ser gay o no, solo hay que pasarse por Filmaffinity ("La academia del publico") y ver como entre las 5, la pelicula con mejor de media era Crash y muchas veces es eso lo que da la victoria, la pelicula que menos detractores tiene como bien has dicho. La decada ha sido muy polemica pero volviendo a mirar filmaffinity en la decada de los 2000, el publico coincide con la mayoria de los oscars.
ResponderEliminarCreo que ambas son grandes peliculas y soy partidario que antes de dar todos los premios a una, la academia reparta los premios y este año se hizo bien, ya me habria gustado que esto se repitiera mas años