lunes, 15 de octubre de 2012

VISIONADOS VARIOS: MI CHICA (MY GIRL), de Howard Zieff

A Lady Sydonia: lo prometido es deuda

El mundo según Vada Sultenfuss
MI CHICA (MY GIRL), de Howard Zieff
¿De qué va?: Años 70 en un pequeño pueblo de Norteamérica. Vada tiene una vida de lo más peculiar. Con tan solo 11 años tiene una energía, una inteligencia y un don de la palabra arrollador. Acaba de empezar el verano y su mejor amigo es Thomas, un niño alérgico a todo. Su madre murió en el parto y eso la ha llevado a tener una obsesión con la muerte. Una extraña afición alimentada día a día porque su padre dirige junto a su hermano una funeraria. Vada se refugia en su profesor de literatura y en un curso de escritura creativa para esquivar sus miedos. Eso hasta el día que la estrambótica Shelly aparca su autocaravana delante de su casa: es entonces cuando Vada empieza a vislumbrar una estabilidad y una familia que nunca ha tenido.
Palmarés: Nominada al Young Artist Award a la mejor película familiar del 1993, y premio a la intérprete más prometedora para Anna Chlumsky. MTV Movie Award al mejor beso. Estrenada en España el 19 de junio de 1992. Su presupuesto fue de 16 millones de dólares y alcanzó solo en Estados Unidos una recaudación de 60 millones de dólares.


El dato: Una de las películas más populares de los 90 que en 1994 tuvo una secuela. Fue el primer trabajo de la actriz Anna Chlumsky: en ese momento contaba con 10 años y fue rechazada en los castings de Parque Jurásico. Actualmente Chlumsky sigue en activo y la hemos podido ver Veep y Ladrón de guante blanco. Fue una de las películas de Macaulay Culkin tras la popular Solo en casa, actor que años después desapareció del ojo mediático tras El buen hijo y comedias como Mano a mano con papá. Y fue una de las últimas obras de Howard Zieff, autor de una dilatada trayectoria consagrada a la comedia que consiguió que Goldie Hawn opositase por el Oscar gracias a La recluta Benjamin.
Valoración: Viendo Mi chica tuve la sensación de asistir al rescate de un cine antiguo que ya no existe. Un cine que en los 80 estuvo en su máximo apogeo y que en los 90 dio sus últimos coletazos con cineastas como Spielberg, Reitman, Donner y Zemeckis y obras como Lassie, Matilda o Un verano en Louisiana. Hablamos, obviamente, de un cine blanco, familiar, de ámbito popular y formas totalmente almibaradas. Una inocencia que se pierde y se difumina a finales de la década pasada con títulos nada destacables como Stuart Little, Spot o Como perros y gatos, y que muy elocuentemente rescató hace poco desde el homenaje y sus propias señas de autor J. J. Abrams en Super 8. Y puede que el hecho de que no tengamos más obras de la candidez de Mi chica no es tanto una demostración de las limitaciones del género (puestos a darle ese estatus) sino un reflejo de los cambios sociales (los niños son menos niños y hasta para los más pequeños Mi chica en el 2012 resulta del todo inverosímil). Cada época tiene sus mitos, sus idearios y su cine. Bastaría esa distancia temporal y ese desapego emocional (no puedo hablar desde la nostalgia) para decir que Mi chica es mema, tonta o directamente prescindible. También es verdad que simplemente evocar el nombre de un film como Cuenta conmigo sería suficiente para demostrar que el cine 'con niños' y en apariencia 'de niños' es capaz de trascender la historieta menor y hablar de cuestiones adultas. Siendo objetivos, Mi chica no llega ni a la hondura de esa ni es tan mediocre como otras obras citadas. Es una historia curiosa, con corazón, bastante simpática, imposible de ver sin echar mano del paquete de klínex y de gritar (ojo al spoiler) la injusta muerte final del rubito Culkin. Digamos que Mi chica es el film de las infancias de muchos que visto sin apego ni condicionamientos emocionales entretiene, sea por la chispa de su joven protagonista, sea por la magia de Jamie Lee Curtis o sea porque nos vuelve a esos veranos eternos en los que la única preocupación era jugar con nuestros amigos y vecinos. Mi chica no es cine de categoría, pero ahora el mismo patrón lo representan soberanas sandeces como Un canguro superduro, Papá canguro, La pantera rosa, 12 en casa, Rompedientes o La montaña perdida. Dato que deja Mi chica a la altura de hito generacional, tótem de la era VHS y resto de importancia más arqueológica que estrictamente cinematográfica.


Nota: 6
La escena:

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