lunes, 27 de agosto de 2012

Educación sexual: Crítica de ELÈVE LIBRE (PRIVATE LESSONS), de Joachim Lafosse

El despertar sexual ha dado pie a sinfín de películas. Jonas tiene dieciséis años y aspira a ser un profesional del tenis. Su dedicación al tenis ha llegado a tal punto que ha relegado el instituto a un papel secundario. Aunque en los entrenamientos Jonas promete ser una futura estrella del deporte, en los partidos oficiales sufre varias decepciones que le hacen repensar su sueño. Por ello se ve obligado a recuperar tres cursos en un mismo año si no quiere ir a una escuela profesional y perder la posibilidad de realizar estudios superiores. Jonas vive lejos de sus padres y encuentra en un grupo de treintañeros sus cómplices, amigos y educadores tanto en lo académico como en lo sexual. La película no acaba de explicar por qué Jonas vive tan al margen de su familia ni tampoco la fascinación que despierta el chico en unas personas de vidas y generaciones tan diferentes. El espectador tiene muy poca información de los personajes y en parte eso hace que Elève libre resulte una película un tanto inaccesible. La película propone una confrontación entre el mundo adulto y el adolescente, un poco en la línea de lo visto en títulos francófonos como Pauline en la playa de Éric Rohmer. Jonas comparte confesiones con sus amigos, habla de la vida, del amor y del sexo. Por un lado, Jonas representa la inocencia y las dudas de quien empieza a vislumbrar el rumbo de su vida. Y por otro, Pierre es el adulto que cree saberlo todo y que engaña a su pupilo. En el tramo final de la película Lafosse incluye un encuentro homosexual para subrayar todavía más las cuestionables técnicas de aprendizaje que Pierre utiliza con Jonas. Una forma un tanto enrevesada de hablar sobre la dificultad de educar. La poca definición del guión no nos permite establecer hasta qué punto el caso de Jonas es el de una negligencia familiar o el de una manipulación por parte de terceros. Pierre asume la 'reinserción' de Jonas como una cuestión personal, y por ello uno podría establecer una reflexión sobre los límites que deben mediar entre enseñante y enseñado. Pero a este blog le interesan más los momentos en los que Lafosse olvida la filosofía y pasa a la acción desnuda: es significativo que los títulos de crédito aparezcan en un fondo negro mientras oímos los jadeos de Jonas mientras juega a tenis, una respiración acelerada que se repite cuando Pierre realiza una felación al chico. Pequeños momentos que demuestran la perversión que basa Elève libre: lástima que al querer ser tan sutil termine como un film demasiado hermético.


Nota: 5'5

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