jueves, 19 de julio de 2012

VISIONADOS VERANIEGOS: BOOGIE NIGHTS, de Paul Thomas Anderson

Putos 70, malditos 80
BOOGIE NIGHTS, de Paul Thomas Anderson (EE. UU., 1997)
¿De qué va?: Años 70. Eddie Adams es un joven que se niega a estudiar y que trabaja en el pub Boogie Nights. Una noche en el club se reúne la flora y nata de la industria del porno presidida por el cineasta Jack Horner. Jack recluta a Eddie sorprendido por el físico imponente y el ímpetu del chico. El joven deja su casa y se instala en el chalé de Jack. Allí, Amber, la actriz porno pareja de Jack, se pasa todo el día esnifando cocaína, lamentándose por el hijo que no ve y preparando fiestas con decenas de invitados en su jardín. Con el nombre artístico de Dirk Diggler, Eddie empieza a triunfar como actor pornográfico. Pero los 80 están a la vuelta de la esquina y presentan nuevos retos. El video se impone a los antiguos sistemas de rodaje y distribución, otros actores están dispuestos a quitarle el sitio a Eddie y las drogas empiezan a hacer estragos en el grupo. Tras una navidad de lo más surrealista, Jack y los suyos deberán adaptarse o morir, y las noches locas de los 70 darán paso a unos 80 igual de caóticos.
Palmarés: Nominada a 3 Oscar (actor de reparto, actriz de reparto y guión original), 2 Baftas (actor de reparto y guión original) y 3 SAG (reparto, actor y actriz secundaria). Presente en la lista de las 10 mejores películas del 1997 de la National Board of Review. Premio especial en el Festival de Toronto. Satellite Award al mejor actor y actriz de reparto (Burt Reynolds y Julianne Moore) y mejor elenco (de 8 nominaciones). Globo de oro a la mejor interpretación masculina de reparto para Burt Reynolds, y nominación en la categoría femenina para Julianne Moore. Considerada por numerosas asociaciones de críticos en la temporada de premios 1997 - 1998.


Curiosidades: Para conseguir la calificación R, la única que garantiza una distribución amplia en Estados Unidos para films de alto contenido violento o sexual, el montaje final de la película suprimió algunas escenas, luego incluidas como extras en posteriores ediciones en dvd. El guión original tenía unas 300 páginas, material que se redujo a menos de 200 folios. El film se inspira en el cortometraje The Dirk Diggler Story del propio Anderson. El personaje de Dirk se inspira en el verdadero actor porno John C. Holmes. En el film aparecen a modo de extras verdaderos artistas del porno. Siete años después, la vida de Holmes fue llevada al cine en el film Wonderland de James Cox protagonizado por Val Kilmer. New Line Cinema aceptó financiar la película con la condición de que el presupuesto no ascendiese los 15 millones de euros: finalmente la película tuvo una recaudación mundial de 43 millones y la compañía se prestó para producir Magnolia. Vincent Gallo y Joachim Phoenix rechazaron el papel de Dirk, Sidney Pollack y Warren Beauty fueron propuestos para el personaje de Jack, Marisa Tomei dijo 'no' al papel de Amber, Gwyneth Paltrow se negó a ser Rollergirl en favor de la por aquel entonces novata Heather Graham, y Leonardo Dicaprio no pudo protagonizar la cinta porque había firmado el contrato de Titanic. Finalmente el personaje central del film recayó en Mark Wahlberg, que por aquél entonces tenia 25 años y era conocido por ser modelo de ropa interior para Calvin Klein. La película estuvo prohibida en Corea del sur durante 2 años. Burt Reynolds visitó verdaderos sets de películas porno para preparar su papel. Las malas lenguas dicen que durante la promoción de la película Reynolds y Anderson tuvieron varias discusiones y desavenencias, algo que motivó que Reynolds no apareciese en Magnolia. Aunque el agente de William H. Macy rechazó el guión, el propio Macy, entusiasmado tras leer el libreto, quiso estar en la película, y más tarde Anderson volvió a contar con él para Magnolia. Se calcula que la palabra 'fuck' aparece más de 150 veces en los 150 minutos de metraje. En la última escena de la película vemos a Mark Wahlberg enseñando su descomunal pene en un espejo: en verdad se trata de una prótesis hecha de caucho que el actor sigue guardando a modo de recuerdo. La banda sonora del film incluye hits de los años 60, 70 y 80. Algunos posters que aparecen en la primera parte de la película (imágenes de Madonna, Ronald Reagan, Coca-cola, matrículas de limusinas) son anacronismos: el film los inserta en los años 70 y deberían aparecer en los 80. En el film se menciona que la Nochevieja del 1979 fue un domingo, y el calendario dice que el último día del año fue en lunes. Es una de las películas con más planos secuencia: el primero es el más célebre y en él se presentan casi todos los personajes protagonistas y secundarios de la cinta.


Valoración: ¡Qué grande es Paul Thomas Anderson! Boogie Nights forma parte del cine estadounidense más brillante de la década de los 90, directamente conectado con Pulp Fiction o Short Cuts por reinventar el thriller o cine de acción. Con unos diálogos que suceden a la velocidad de la luz. Con unos travelings, unos planos secuencia y una mezcla de personajes y texturas que solo pueden estar orquestrados por las manos y la mente creativa de un visionario. Mastodóntica en todos los sentidos. Primero, y el más evidente, por su dilatado metraje, aunque tras su visionado da la sensación de que pocas cosas podrían quitarse o añadirse a este retrato imperfecto pero apasionante de los 70 más locos. Segundo, por fundamentarse en el exceso: no podrían existir más subtramas, líneas argumentales y cambios de estética (da la sensación de que Anderson no solo explora todos los géneros sino que experimenta con todas las posibilidades narrativas del séptimo arte). Tercero, por el carácter exacerbado de sus personajes, todos ellos parte indispensable de un collage de vidas al límite. Cuarto, por su valentía a la hora de llegar allí donde la mojigatería norteamericana nunca se atreve: estamos en el seno de la industria del porno, en tiempos de los inicios del vídeo, la década de la música psicodélica y el momento álgido del consumo de drogas entre los jóvenes (díganme si la idea de partida no es sencillamente excelente). Y quinto, porque pocas películas, cual muñecas rusas, contienen otros relatos satélite: el atraco de la pastelería, las emisiones televisivas de la serie de Dirk Diggler o la visita final al narcotraficante que da vida Alfred Molina son pequeñas historias en una, fascinantes como momentos aislados y directamente sublimes como parte de un todo inabarcable (es más: algunas escenas como la fiesta en casa de Jack Horner o el suicidio de uno de los ayudantes de rodaje son casi cortometrajes). Perversa y pervertida. Deslenguada y desquiciada. La película que antecede a Magnolia, ¡sorpresa!, compite en la misma liga de campeones que aquella. Este blog sigue prefiriendo Magnolia, quizás por tener el nervio de Boogie Nights pero por ser un poco más compacta. En paralelo, Pozos de ambición tiene las dimensiones de todas ellas y al mismo tiempo la serenidad de los grandes maestros. A algunos les enervará, crispará o incomodará. Pero nadie puede poner en duda que las imágenes de Boogie Nights respiran vida, esa tan intensa que parece que la propia vida no puede proporcionar.


Nota: 9
La escena:

2 comentarios:

  1. Un brindis bien grande para todos los que idolatramos a muerte al ilustre Paul Thomas Anderson y a cada una de sus particulares y magistrales películas!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Excelente reseña de la que es mi película favorita. Quisiera resolver una duda que me carcome y ojalá puedas arrojar luz sobre ella: en la escena del atraco a la pastelería aparece una música de fondo que parece una especie de canción navideña pero que no logro identificar y que enlaza a la perfección con esos ocho minutos previos de campanadas que añaden una tensión asfixiante a la caída de Dirk, Jack y Rollergirl... ¿Se sabe si las campanadas de fondo forman parte de la canción "navideña" de la pastelería (de ser así repetirían el inicio una y otra vez) o se compuso específicamente para toda esa secuencia?

    Gracias por tu tiempo y magnífico trabajo.

    ResponderEliminar