Atropéllame que me corro...
CRASH, de David Cronenberg (Canadá, 1996)
¿De qué va?: James Ballard mantiene una especial relación con el sexo hasta el punto de ser una obsesión y de compartir fantasías de todo tipo con su mujer. Una noche sufre un terrible accidente automobilístico y acaba postrado en la cama de un hospital. Ya recuperado, visita el desguace. En su primer encuentro con la conductora del otro coche implicado en el accidente no puede refrenar sus instintos sexuales. Ese es solo el inicio de una espiral de coches y escarceos carnales, de otros accidentes de tráfico y penetraciones buscadas y casuales.
Palmarés: Premio del jurado del Festival de Cannes 1996.
El dato: En el año en que el palmarés de Cannes quedó repartido entre tres obras maestras (Palma de oro y mejor actriz para Secretos y mentiras, Gran Premio del Jurado para Rompiendo las olas, y Mejor Director para Joel Coen por Fargo), el Premio del Jurado, reconocimiento importante pero menor, fue para Crash, una de las películas más polémicas, originales y radicales de toda la década de los 90. El jurado valoró la capacidad de Cronenberg por romper moldes y proponer una estética y una ética nunca antes realizada, ni tan siquiera imitada a posteriori, mucho menos igualada. A día de hoy Crash es una obra de culto que genera tantas adhesiones como odios. Y ándense con cuidado, porque muchos cinéfilos gafapastas distinguen un 'Crash bueno' (el de Cronenberg) y un 'Crash malo' (el de Haggis, ganador sorpresa del Oscar por encima de Brokeback Mountain).
Valoración: 1. Como cinéfilo me gusta ver algo que tengo la sensación de contemplar 'por primera vez'. Parece una tontería, pero de vez en cuando no tener el peso de unas referencias, unas influencias por parte del director o un estilo 'copiado' se agradece. Crash es en el 2012 una película genuina que sorprende por su atmósfera perturbadora, oscura, sórdida, enferma y mórbida. Así, con adjetivos potentes. Al fin y al cabo alguien que ve bastantes películas a la semana busca eso: que le sorprendan. Pues bien: Crash deja ojiplático y anonanado al personal. 2. El cine cuenta historias y a día de hoy no sé de qué va Crash. Al rebobinar las imágenes en el dvd uno podría pensar perfectamente que está ante una película porno amateur de los 90. Crash es una colección de sinsentidos, rarezas y disparates. Ver coches empotrándose porque sí en el asfalto o una pareja haciendo el amor en la parte trasera del bólido mientras el conductor no pierde ripio de la escena puede tener su gracia y cierto morbillo. Pero no para quien escribe. 3. Así que Crash me interesa porque me incomoda. No, no soy masoquista, pero hay que reconocer el mérito de Cronenberg por dejarme el cuerpo revuelto. Ahora bien: si detrás de todo esto hay una metáfora de la falta de valores o similares, que no cuenten conmigo para el debate o coloquio final. Eso teniendo en cuenta que como siempre me concedo el derecho a equivocarme y a cambiar de opinión en próximos visionados. De momento sé que es provocadora. Si esa provocación es gratuita o no será tema para un nuevo post.
Nota: 5'5
Tráiler:
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