La cuota hispana de estos Oscar tiene el rostro de Demián Bichir, un actor mexicano que hasta la fecha sólo habíamos visto en papeles secundarios. Bichir ya ha hecho historia al recibir el respeto de Hollywood por A Better Life, una película académica de principio a fin, una apología de la figura del padre coraje que muchos definirán como burda pornografía emocional, y en segundo plano una historia de reconciliación paternofilial, un cuento sobre la fidelidad a unas raíces y una lengua, y una crítica de las políticas de inmigración de los Estados Unidos. Film de fronteras y crisis económica, de luchas y precariedades, de dos generaciones que luchan en contra de la marginación en un país donde cualquier ciudadano de origen sureño recibe la consideración de 'latino' aunque haya nacido en tierra gringa. La lucha de Bichir en A Better Life es simbólica: mueve mar y tierra por recuperar su camioneta, metafóricamente lo único que puede mentenerle activo; el objeto relacionado con el trabajo y el progreso, su única posibilidad de ascenso social, bonanza económica y posibilidad de cumplir el típico sueño americano. Chris Weitz, nacido en Nueva York, remite a sus orígenes mexicanos para rodar una película acorde con su poca personalidad como director: A Better Life podría ser sin problema un telefilm de bajo presupuesto, demasiado blando, poco sutil, y sobre todo con un planteamiento muy obvio. Una historia menor con una interpretación notable. Entretiene, aunque su mirada es más la del burgués estadounidense pusilánime que quiere subrayar 'la pobre situación de quienes cruzan la frontera ilegalmente' que la del director comprometido con la coyuntura social que retrata y creativo con las posibilidades del medio cinematográfico. A Better Life funciona aunque es una historia fácil, básica: suficiente para contar entre lo mejor para una Academia que reniega sistemáticamente del cine de género y de las películas sin pelos en la lengua, pero totalmente prescindible para los que seleccionamos lo mejor del año en función de criterios como la complejidad psicológica de los personajes o la creación de una atmósfera. Cine eficaz pero menor que apela al sentimiento. Nuevo caso en el que el actor supera a la historia que defiende. Nuevo caso de film de segunda fila que encontrará distribución internacional gracias a la magia discutible de los Oscar.
Nota: 6
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Buena crítica Xavier, lo que es la magia del Oscar no... Bichir se puede conformar con la nominación que ya es bastante premio. Saludos!
ResponderEliminarEn realidad estoy de acuerdo contigo, sobre todo con: "su mirada es más la del burgués estadounidense pusilánime que quiere subrayar 'la pobre situación de quienes cruzan la frontera ilegalmente' que la del director comprometido con la coyuntura social que retrata y creativo con las posibilidades del medio cinematográfico".
ResponderEliminarAun así, la película funciona y Bichir consigue sacar matices del personaje que quizás ni están escritos. Es verdad que es tópica, pero también es sincera y no sé complica la vida (y en la subtrama de las bandas callejeras podría haberlo hecho).
Saludos ;)
Te diría que es plana, pero no así sus personajes, que es donde encuentra cierto resguardo. Me pareció bastante flojita, e incluso esperaba una actuación que justificara la nominación al Oscar. Me decepcionó.
ResponderEliminarBuena crítica, comparto tu observación sobre el discurso del director en torno a la película. Se ve bastante desajustado, y retratando una realidad que parece serle bastante ajena. Digamos que se ha puesto en la piel del niño, por así decirlo.
Saludos.