Es una pena. Como admirador del cine de Álex de la Iglesia defendí con mucha convicción Balada triste de trompeta, que dividió a crítica y a público. La anterior lo tenía todo para resultar exagerada y pasada de rosca, pero incluso en ese circo de sangre, sudor y lágrimas se intuía al mejor De la Iglesia jugando con llevar al límite sus formas como cineasta y sus convicciones como ciudadano. La chispa de la vida sucede aquí y ahora, hace referencia a la pérdida de valores, cita la trágica tasa de paro en España y sitúa la trama en otro circo mediático, social y político, en un lugar muy propicio para la metáfora: un teatro romano recién remodelado y su museo anexo. Desgraciadamente no funciona casi nada. Ya desde los títulos de crédito se intuye una película De la Iglesia sin la personalidad de su autor. La función acaba como el título menor que cualquier imitador del cineasta vasco hubiera podido hacer para homenajear las operetas llenas de verdades como puños y personajes en constante paseo y verborrea de Berlanga. Con las ideas de De la Iglesia, pero sin la chispa de De la Iglesia. Veredicto: ni me siento identificado ni me emociona ni me interesa la recreación de intereses cruzados que construye el film. Todo resulta ajeno, distante, exagerado, previsible. Encaja como el título menor que De la Iglesia pudo haber aceptado sólo para olvidarse de la vorágine mediática tras los Goya 2011 y la pugna con la ministra Sinde (como dardo con autoreferencias, La chispa de la vida podria llegar a tener su gracia). No sé si es por sus actores (no me convence ningún miembro del reparto, ni José Mota ni Salma Hayek). Puede que obligar a la historia a seguir viva durante más de hora y media cuando todo sucede en pocos metros cuadrados sea demasiado (aunque La comunidad sucedía en pocas paredes y Crimen Ferpecto no precisaba más que las cuatro plantas de un gran complejo comercial). La cuestión es que me duele reconocer que La chispa de la vida hace aguas, y no acabo de ver el motivo que produjo la fuga. Una sonora decepción con un tono achispado pero nunca gamberro, hiperbólico, extremo, genial.
Nota: 5'5
Lástima! Después de 'Balada...' esperaba otra buena película del director.
ResponderEliminarSaludos.
Ha hecho buenas películas pero parece que esta última no está a la altura...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu blog, sobre todo tu post sobre la obra de Xavier Dolan.
Saludos,
www.artbyarion.blogspot.com