Tímidos anónimos tiene por protagonistas a dos personajes ligados a la industria chocolatera. Ella es una chef reputadísima que durante mucho tiempo ha trabajado para una firma de éxito. Él es el director de una empresa de dulces que está al borde de la quiebra. Y ambos son tímidos. No simplemente reservados: enfermizamente tímidos. Él se pone nervioso cada vez que tiene que tocar a una mujer y ella apenas recuerda la última vez que tuvo una relación estable fuera de los fogones. Personajes naïfs, anacrónicos, marginales, en la cuerda floja; a la contra de un tiempo en el que el chocolate, más que una obra de arte, es una parte más de la sociedad de consumo. Tímidos anónimos tiene un ligero humor que recordará al realismo mágico de Amélie (película que se presta a todo tipo de relaciones: es casi un género en sí misma). Lo que se dice una chocolatina que en sus ingredientes y en el envoltorio lleva la impronta de su país de origen: Francia. Como seguidor de todo lo francés y consumidor de todos sus menús cinematográficos, hay que destacar que Tímidos anónimos quiere ser una delicatessen y acaba siendo una comedieta muy insustancial, bastante mema. Tan sólo la comicidad del belga Benoît Poelvoorde defiende los escasos e insuficientes 75 minutos del film. Para colmo, parece que corren malos tiempos para la comedia francesa, este año especialmente desatinada con Una dulce mentira, Cena de amigos o Nada que declarar (este blog sí salva a Pequeñas mentiras sin importancia y Potiche). Una cosecha mala de chocolate amargo: reconocerán la elegancia de nuestros vecinos galos, pero también altas dosis de tontería que pueden enervar al público no anónimo y menos tímido. Aunque España sea un foco clave en el movimiento de exportaciones francesas, hay que reconocer que Tímidos anónimos está mal cocinada, poco hecha por dentro y con un sabor decepcionante.
Nota: 5
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Por ahi le habían dado un 8. Igual como es francesa llama mi atención.
ResponderEliminarAmargo comentario como ha de ser amargo el autor. La película es hermosa, dulce y entrañable. Una delicia en estos tiempos que corren.
ResponderEliminarBella película. Anacrónico es el review del crítico.
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