El ojo que todo lo ve. La boca que todo lo calla. El corazón que todo lo reprime. Las apariencias que hay que mantener. La disciplina que hay que enseñar. La premisa de que la letra con sangre entra y que la represión elimina toda actitud perversa. María Teresa trabaja en un colegio de Buenos Aires durante los tiempos de dictadura. Desde el claustro que preside el centro se oyen los ecos de una revuelta invisible pero palpable. Mientras, en las aulas se libra otra. La protagonista revisa que todos los alumnos estén en su pupitre, que sus corbatas luzcan rectas, que las prendas desabrochadas no enseñen más carne de la deseada, que ningún alumno tenga el pelo largo o vista un atuendo diferente al del uniforme oficial, que todos guarden silencio ante el profesorado. María Teresa es la eterna voyeur que esconde una vida miserable con su madre y su abuela, una existencia sin motivaciones y un carácter lleno de miedos. El azote que se esconde en los lavabos para cazar alumnos fumando. Pero sus deseos son más oscuros, el taconeo que dejan sus zapatos es menos inocente, y su mirada, aunque invisible, esconde un mundo de frustraciones. Mientras el personaje espía, la película adquiere un tono contemplativo, consciente de estar explicando más de lo que verdaderamente muestra. María Teresa llega a emular el personaje de Isabelle Huppert en La pianista: alguien enfermizo y miserable, masoquista y callado, un pequeño insecto que muta en dragón, una víctima que se convierte en verdugo. Al principio La mirada invisible muestra al personaje en toda su pequeñez y el espectador se pregunta qué esconden todas esas miradas furtivas con las que nos encontramos día a día. Al final la pus sale de la dermis y acaba en una de las escenas más sorprendentes y violentas en años, muy a tono con una versión argentina del mejor Michael Haneke. En los títulos de crédito la cita a la dictadura argentina es evidente, y el film logra incubar el huevo de la serpiente en la audiencia más atenta. Un cine de miradas e intuiciones que también es un film político y crítico con lo que Almodóvar acertó en llamar 'la mala educación'. El cine argentino se ha apuntado un tanto enorme con esta revisión de su pasado y una reflexión sobre los valores que deben inculcarse a los jóvenes. Una historia muy honda que gustará a los seguidores de Lucrecia Martel. De momento, uno de los films hispanoamericanos del año.
Estoy de acuerdo prácticamente todo, es una revisión de La pianista en clave argentina y en un entorno sociopolítico distinto. Julieta Zylberberg está que se sale. Una buena película que espero que no pase desapercibida. Saludos!
ResponderEliminarUy esta cuando la estrenaron me dejé estar a pesar de las ganas que tenía de verla y de lo mucho que luego me la recomendaron los que la vieron. A ver si ahora me hago con ella y te cuento qué tal me pareció.
ResponderEliminarDado que estrenó en España, estoy leyendo críticas de esta película a diario, cosa que me da mucho gusto, ya que en su momento la vi cuando en Argentina nadie la vio, de alguna forma, la disfruté solo y en silencio.
ResponderEliminarComo creo haber dicho en varias oportunidades, "La mirada invisible" es una de las mejores películas del año pasado y una de las mejores películas argentinas de los últimos tiempos. ¿Qué la hace grande? Para mí, todo. Porque es uno de los mejores retratos de la Dictadura Militar Argentina y, además, explica la formación del caos desde el que muchos llaman "el origen": la escuela.
Además, consideré a Zylberberg a la altura de muchas actrices nominadas al Oscar (aún siendo bastante severo con el cine nacional); ésto, para que veas lo que me impactó su interpretación.
No me sorprende que hagas una comparación con "La profesora de piano", de alguna forma, van agarradas de la mano. Su discurso es similar, pero sí, en circunstancias distintas (aunque en un entorno familiar difícil y en un mundo que reprime a los personajes).
Me alegra leer que te gustó mucho, y que en general vengo viendo buenos resultados en España. Espero compartan el mismo placer que tuve yo al verla por primera vez, y el que tendría volviéndola a ver.
Saludos.
Qué bueno que te haya gustado, y ojalá España la valore más que nuestro país...
ResponderEliminarYo la vi en sept. 2010, en estreno, y me encantó.
Aquí, lo que reflexionaba en ese momento:
http://micine-halbert.blogspot.com/2010/09/critica-la-mirada-invisible-2010-de.html
Slds!!!