Animal Kingdom me parece uno de los thrillers más interesantes de los últimos años. No es una película obvia, está rodada en Australia y cuenta con un repartazo desconocido. Las posibilidades de Oscar de Jacki Weaver ha sido la excusa para visitar ese reino animal en forma de familia mafiosa, unos delincuentes muy alejados del glamour hollywoodiano que pasan durante dos horas de metraje por dudas existenciales, muchas de ellas cosidas a balazos. Joshua pierde a su madre y no tiene más remedio que acudir a su abuela. Con ella y sobre todo con sus tres tíos conocerá una vida al límite que juega con la (i)legalidad y que, curiosamente, tiene su eje en el seno familiar. Weaver es aquí La padrina por excelencia, ese león que acuna a sus tigres, que recibe los beneficios de las fechorías y la hembra que parece aceptar la mala vida, adicciones incluidas, de sus cachorros. Animal Kingdom no deja de ser tan diferente a las recientes The Town o American Gangster, incluso a un buen puñado de clásicos del género gangsteril que sirven de inspiración y sustrato a todas las películas que llegaron y llegarán (es precisamente su estilo directo la que suma interés a la propuesta: por momentos parece un Loach armado, y la importancia de Joshua, que a veces actúa de narrador, recuerda a films como Memorias de Queens). Animal Kingdom tiene acción, pero respeta a sus personajes: son ellos los que determinan el rumbo de la película. Puede que el estilo no esté del todo depurado (se aglutinan voces en off con escenas en silencio y persecuciones a cámara rápida), pero sus actores, osos carnívoros, elevan una película que consigue mucho con muy poco, al menos con bastante menos que sus compañeras cinematográficas. Una ópera prima poderosa y una de las sorpresas del 2011. Puede que la citada Weaver no merezca el Oscar, pero el buen sabor de boca que deja la película y la peculiar moral de su personaje la llevarán a los puestos de honor. Muy recomendable.
Nota: 7'5
La tengo para ver y ya le comentaré qué tal...
ResponderEliminarUn saludo!