LO MEJOR DE... JAVIER BARDEM

Javier Bardem es el único actor español con calidad de estrella. Su camino, pese al apellido, no fue fácil y su in crescendo ha sido rotundo. Conocedor de premios, Bardem siempre aporta prestigio a los títulos en los que interviene, aunque sea tan solo como extra o pequeño secundario (Sin noticias de Dios, Las edades de Lulú, El amor perjudica seriamente la salud, Torrente o Collateral). En su vitrina brillan seis Fotogramas de Plata, cuatro Goyas, dos copas Volpi, un Bafta, un Globo de oro, un Oscar, un Independent Spirit Award y una Concha de Plata. Una carrera brillante, con pocos altibajos (El amor en los tiempos del cólera es la única excepción) y muchos buenos momentos. A la espera de que llegue Biutiful, parte importante de la selección oficial del Festival de Cannes 2010, aquí repasamos las diez mejores interpretaciones de nuestro valor más internacional y portentoso.

10. CARNE TRÉMULA, de Pedro Almodóvar (1997)

Las cosas como son: Almodóvar no ha sabido darle a Bardem el papel perfecto. El protagonista de Carne Trémula, un policia paralítico con un pasado turbio (como no podía ser de otra manera en terreno almodovariano), tiene su encanto y complicación. Nominación al Goya.

9. BOCA A BOCA, de Manuel Gómez Pereira (1995)

Primer Goya como actor protagonista por esta comedia de verano bastante agradable. Bardem mostraba su cara más cómica y se acercaba al punto álgido de su carrera. Su look no tiene desperdicio.

8. PERDITA DURANGO, de Álex de la Iglesia (1997)

¿Un mafioso?, ¿un chamán?, ¿un sangriento pistolero?, ¿un drogadicto perdido? De la Iglesia no atinó en la que es una de sus peores películas. Pero ahí estaba Bardem, bordando y encarnando la maldad y la locura.

7. JAMÓN JAMÓN, de Bigas Luna (1992)

¡Eres un guarro!, decía a nuestro maromo una pueblerina y principiante Penélope Cruz. El culebrón ya se cocía desde los noventa y Bardem se convirtió en el prototipo español de macho ibérico. A golpe de jamón no hay quien lo supere (quizás Carmen Maura en ¡Qué he hecho yo para merecer esto?)

6. NO ES PAÍS PARA VIEJOS, de Joel & Ethan Coen (2007)

Y llegó el Oscar. Hierático, frío, de extraña cara, de singular peinado y, sobre todo, muy muy malo. Sus ojos se llenaron de sangre, sudor y pólvora en esta coeniana caza del gato y el ratón. El Oscar más justo de los cuatro que recibió el film.

5. HUEVOS DE ORO, de Bigas Luna (1994)

Con Luna repitió tres veces. El protagonista de Huevos de oro es un tipo complejo, un cateto con gracia, un egoísta, un machista, un vividor, un estafador, un conquistador, un ilusionista, un tramposo... En este cuento, todo huele a corrupto menos la interpretación colosal de Bardem. Tan bueno que da hasta asco.

4. DÍAS CONTADOS, de Imanol Uribe (1994)

Bardem aparece cinco minutos, pero eclipsa todo el relato. San Sebastián abrazó su gesta y la película se convirtió en la cinta con más nominaciones en la historia de los Goya (aún sigue imbatida). Notable película de la que, puestos a recordar algo, nos quedamos con un Bardem drogadicto en la escena del bar. Impagable.

3. MAR ADENTRO, de Alejandro Amenábar (2004)

Una de las películas españolas más conocidas, taquilleras y premiadas de los últimos años. Ramón Sampedro según Bardem: uno de los papeles más complicados que se recuerdan. La película puede resultar sublime o discutible, pero el trabajo de Bardem es...

2. LOS LUNES AL SOL, de Fernando León de Aranoa (2003)

Se olvidó las cenizas de su mejor amigo, soñó con viajar a Australia, apedreó una inocente farola y paseó su morro y labia por una costa en paro. Reinvención de la figura del pícaro, el burlón, el acróbata de la miseria. Armonioso relato entre la risa y el llanto. Concha de Oro en San Sebastián y un Salva para la historia.

1. ANTES QUE ANOCHEZCA, de Julian Schnabel (2001)
El momento de inflexión, el punto y a parte, la cúspide de la montaña. Relato biográfico, personal y tristísimo. Antes que anochezca es Bardem y Bardem es Antes que anochezca. Cuando Kathy Bates pronunció su nombre como nominado al Oscar, media España celebró la gesta. No ganó, pero convenció (algo que no ocurrió con el gladiador Crowe).