El niño pez no convence, y más sabiendo que su joven autora es capaz de armar obras como XXY. Puede que no haya entendido la trama, aunque a priori se me antoja simple y previsible. Puede que, fruto de esta inconprensión, se me haya negado la emoción para vivir este romance atípico. Puede que el acento argentino me haya despistado, perdiendo quizás algunas de las sutilezas del relato. O puede, simplemente, que sea una película inconsistente, una mezcla de drama, amor y fantasía que naufraga en el lago de las buenas intenciones y mejores ideas. La poca precisión ya se intuye en el mismo título, una frase ramplona que no atrae. El niño pez empieza de forma desordenada: presenta un crimen, una huida y una Inés Efrón que cada día gana en expresividad e importancia. El animal sigue con idas y venidas que no se entienden para acabar con otra muerte y con otra huida. De hecho, detectamos otra vez los esquemas de XXY, pero de forma más caótica, insuficiente: amor entre mujeres, clara diferenciación entre el mundo de los adultos (corrupto) y el de los niños (el lugar desde el que Puenzo fabula, siempre tratándolo con una gravedad y textura insólita), unos escenarios herederos del realismo mágico literario (no por causalidad, las dos obras comparadas son adaptaciones de libros, aunque aquí el negro predomina tanto a nivel cromático como a nivel metafórico). Es una obra arriesgada, y por ello bien merece los halagos que recibió en Malaga. Pero arriesgar, en este caso, implica perder. Una lástima.
Viaje físico y emocional, lagos fantásticos y amores a contracorriente... Puenzo está consiguiendo el título de Julio Medem sudamericano, una etiqueta halagadora que se confirmará en un futuro esperemos que próximo. Se añora por parte de la directora una explotación mayor de la sexualidad que desprenden sus actrices, una cohesión de tonos y registros más fuerte y una filmación más precisa, menos críptica. Este niño es como es: rebelde, incomprendido e incomprensible. No pierdo la confianza que nos demostró Puenzo hace cinco años: ha venido para quedarse, y este amfibio es solo un pequeño tropiezo.
Xavier,¿podrías poner mi nuevo blog en vez de el antiguo en el cineranking? Cine y Demencia
ResponderEliminarhttp://cinedemencia.blogspot.com/
Gracias por anticipado.
Un saludo.
Xavi, yo soy argentina y también me dejó medio en ascuas esta película. Todavía estoy pensando en qué cosas rescatarle. Además tiene como una atmósfera demasiado contemplativa para mi gusto y la verdad no sé cómo aún no la destrozé, tampoco me convenció y eso que tuve la suerte de verla en una premier. En fin, no te sientas mal porque coincido que no está del todo acertada.
ResponderEliminarA mí me resultó bastante tibia a pesar (o a consecuencia) de los riesgos que toma. Es un paso atrás respecto a XXY, que me convenció más. Creo que esta película tenía una meta, El Niño Pez es demasiado pretenciosa y como dice el refrán: "quien mucho abarca, poco aprieta"
ResponderEliminarSaludos.
Lo cierto es que la vi por recomendación enfervorecida de un amigo y me dejó bastante frío. No terminó de convencerme a pesar de sus buenos momentos.
ResponderEliminarSaludos
De las 3 peores películas argentinas de este año junto con "Las viudas de los jueves" y "Felicitas"...
ResponderEliminarMuy de acuerdo con tu crítica: El Niño Pez no sabe nadar, se ahoga en sus mar de excesos y metáforas planas. Inés Efrón, regular. En este caso la única actuación destacable es la de Emme como "La Guayi"...
Saludos!
Veo que encasillaron bastante a Efron por "XXY". Una pena, porque da para más, aunque no ví este filme por leer críticas como la tuya jeje...
ResponderEliminarSaludos Xavi! No seas tan etnocentrista para tus críticas! jaja, un consejillo de amigo ;)
Te espero comentando en mi nueva edición de VERSUS. En esta entrega: "Paranormal Activity" VS "[•REC]2".
Saludos!!
PM