Exorcismo en Connecticut suena a añejo. Solo con su título, el espectador puede intuir (luego corroborar) que la película revisita los lugares comunes de un género en alza. Tenemos una casa con un pasado turbio, escenario que hemos pisado demasiadas veces; contamos con un protagonista en eterno peligro cuyas visiones (al final siempre ciertas) nadie cree; incluso podríamos considerar la aparición de una actriz en horas bajas (Virginia Madsen), a imagen y semejanza de damiselas como Sharon Stone (La casa) o Kate Hudson (La llave del mal). Al final, poco importa si el exorcismo ocurre en Connecticut o en otra parte: el esquema es el mismo. Exorcismo en Connecticut solo funciona como juego en el que la audiencia puede y debe apostar a imaginarse lo imaginable. Tal tarea no contempla diversión ni emoción alguna porque Exorcismo en Connecticut es una película aséptica, fría, lógica, con una resolución exagerada, rocambolesca, poco apasionante. Con títulos de tal calibre, se cumple la conocida frase de 'veo, pero no miro'. Exorcismo en Connecticut se deja ver, pero no mirar; y, de mirarse, poco o nada sacaríamos en claro.
Puestos a ser condescendientes, podríamos salvar algunos momentos 'Poltergeist': las idas y venidas de luz, algún flash-back bastante logrado o la divertida escena en la que el adolescente protagonista, hacha en mano (tópico topicazo), descubre cien cadáveres en las paredes de su cocina. Poco se salva de la quema: los personajes están mal perfilados (el padre es alcohólico... ¡a la hora y cuarto de metraje!) y la trama adquiere un caliz totalmente descabellado. Y lo peor de todo: vuelve a estar basada en hechos reales. Si aún han contenido la risa, esperen a saber el motivo por el que la familia protagonista compra la tétrica casa: la excusa más mala en años. Es una pena que la película no aproveche su inicio documental (Madsen cuenta los hechos, pero nosotros vemos el conjunto como un todo cronológico e insulso). Ni sustos ni exorcismos. Más pena que gloria.
Pues yo tenía bastantes esperanzas en esta peli tras leer una gran crítica en Imágenes. En fin, aún me queda tiempo para elegir mis films de Halloween. Gran blog.
ResponderEliminarMala, mala, mala. Elias Koteas, desperdiciado al 100%. Aunque si que salvaría a V. Madsen y al crio protagonista.
ResponderEliminarSaludos.
Las peliculas de este tipo estan quemadísimas, ya ni las miro... no me atraen... Drag me to Hell se salvó de suerte, porque la verdad que ni llaman la atención.
ResponderEliminarUn abrazo Xavi! Gran blog! Te espero comentando en mi nueva crítica: The Time Traveler's Wife.
Saludos!!
PM
Y para mi que le has puesto demasiada nota, menudo bluff de peli. Ni asusta, ni exorcismos, ni nada de nada.
ResponderEliminarSaludos