Amenábar, en una noche de estrellas, empezó a idear la que sería su quinta película. Tras ver el resultado de este trabajo tan laborioso como esperado, no cabe duda de que Amenábar se distancia cada vez más del cine español; es más, también se distancia del cine en general. El chileno reivindica su estilo ecléctico, su lugar en esta agora majestuosa. La película es, ante todo, una reflexión sobre la intolerancia, aquí mostrada en forma de avatares religiosos, luchas entre las fuerzas judías y las cristianas. Amenábar retrata la Alejandría en decadencia y establece un vínculo con la actualidad, cuando una crisis económica y moral carcome el sistema. Los cambios se producen en momentos convulsos, y Amenábar cambia de registro, abraza la madurez y aúlla su independencia. El autor y su obra se funden, como también quedan en eterna simbiosis los pergaminos de la Biblioteca de Alejandría e Hipatia, heroína que triunfa desde la palabra. Agora es la historia de un triángulo: Hipatia, Davo y Orestes. O mejor dicho: Davo, Orestes y Amenábar, los tres aprendices que miran su musa cual deidad. El respeto, la pulcritud por no manchar la figura de Hipatia es paralela al buen trato que ejerce Amenábar con Weisz, cara de autoridad y gran belleza. Y al final, Agora abandona el triángulo para ser una película circular, completa y compleja, llena de indirectas y relaciones. Geometría cinéfila bastante peculiar.
Agora funciona más como invento que como homenaje a algo ya hecho (y, por concepto, antiguo). La Alejandría de Agora es un recital de excelentes decorados y vestidos, aunque la sensación de grandeza se complete con el tono elegíaco de una superfície marrón, desnuda, descarnada. Agora es una película anacrónica, no porque reviva las formas del peplum, sino porque prefiere impactar más a nivel intelectual que emocional, un objetivo y un logro poco común en la actualidad. Por ello, la Alejandría de Amenábar se asemeja más al Dogville de Von Trier que al Egipto de Mankievich: aquí no hay mitos, pero sí seres humanos; no hay admiración, sino crítica; no nos deslumbran las cualidades técnicas del conjunto, o al menos no tanto como la parte menos palpable, dedicada a recordarnos que nuestra especie es, fue y será malvada, y que siempre compartirá un mismo cosmos. Al optar por los planos largos y travelings, Amenábar borra la violencia visual, entiende los dos frentes de la batalla y asume la pequeñez de lo contado. Al fin y al cabo, puede que el caos también reine en otros planetas, entre otros seres, en otros momentos históricos. La escena, imaginación artesanal y a la vez tecnológica, es reveladora. Del nivel del mapa negro de 2001: odisea en el espacio (no por casualidad, la película favorita de Amenábar).
La gran sorpresa del film está en el esclavo Davo, muy bien interpretado por Max Minghella. Davo se debate entre el amor y la filosofía, la pasión y la razón, los impulsos individuales y los caprichos del colectivo. Davo duda y pauta las dos muertes que encierra la trama: la de la Biblioteca de Alejandría, cuna del saber; y la de Hipatia, en cuyo espíritu habitan la inquietud y conocimientos de los papeles ya quemados. La tragedia de Agora es gradual y, aunque no invoca a la lágrima, sí transmite una considerable sensación de tristeza (véase la elegante y para nada morbosa muerte de la protagonista). Y el espectador, como Davo, no podrá olvidar las lecciones de Hipatia (al fin y al cabo una mártir, una científica laica con un devenir bastante religioso). Lástima que Amenábar se emborrache de tanta grandeza y caiga en algunos subrallados. Agora entretiene, aunque este no es su principal preocupación. De ello respira una mezcla de frialdad y furia, de filosofía y pomposos escenarios. No es redonda: es una elipse, como al final demuestra Weisz sobre un cuadrilátero de arena. Y, pese a esto, será una de las películas del año.
Nota: 7'5 / 10
Must Watch!
ResponderEliminarNo puedo esperar por ver esta película de uno de mis directores favoritos!!!
Muy buena crítica! Me ha levantado los ánimos, las últimas opiniones y críticas que he leído no eran muy positivas pero de cualquier modo la iré a ver, es una cita obligada.
ResponderEliminarUn saludo!
Pues es una nota muy buena. El director me gusta pero creo que aún le falta mucho por demostrar. Quiero verla porque tanto el elenco como el argumento me parecen sugestivos. Un Saludo y exitos en el festival. Todos sabemos que tu eres el ganador XD.
ResponderEliminarMucho se ha dicho y se dirá de este film. Pues a mí me gustó. Es cierto que tiene elementos que no me gustan y paradójicamente, lo que más me gusta a mí es lo que el resto del mundo parece que no, como es toda la filosofía que contiene y las dudas astronómicas de la protagonista.
ResponderEliminarLa parte bélica es lo que (siempre) más me aburre y creo que peor logrado está. De todos modos, creo que ha sido una buena intentona de Amenábar, aunque prefiero su lado más intimista.
Por cierto... siendo frío y superficial, creo que lo mejor de la película es...
http://www.lahiguera.net/cinemania/actores/max_minghella/fotos/9588/max_minghella.jpg
DIOSSSSS!!! jaja
Un saludo Xavi
Que ganas de verla!!!!!!
ResponderEliminarPensé que ibas a destrozarla, ja, pero parece que te gusto bastante!!!!
Saludos!!!
buff tu 7,5 y el 10 de albertaco me han puesto los pelos de punta. Mañana ire a verla jajaja. Que ganas tengo de ver la pelicula.
ResponderEliminarGran analisis, como siempre.
Saludos
A mi me ha parecido un film excelente...pekeños fallos son los ke tienen..ke no kreo ke rompan la amestría del film...en cuanto a las obras de Amenábar...Abre Los ojos es un gran invento, una obra cargada de originalidad, con un excelente montaje y excelentes Eduardo noriega, Nawja Nimri, Penélope Cruz Y Fele Martínez...de la filmografía de Amenábar la ke menos me gusta...pero aún así...me gusta...ejeje..es Tesis. Un saludo y mucho suerte esta trde..aunke kreo ke esto está cantado..eejeje
ResponderEliminarCuadrando horarios para verla cuanto antes.
ResponderEliminarBuenísima crítica ;)
ResponderEliminarHola Xavier
ResponderEliminarGracias por tus palabras en mi blog refiriéndote a ágora. Dices que Amenabar se aleja del cine patrio...Talento a manos llenas tiene Amenábar y aunque Agora no es más que una película histórica creo que pone sobre la mesa la lucha entre la razón y las exacerbadas luchas religiosas-monoteíastas o politeístas y judías- con gran acierto. Un reflejo de nuestros días, al fin y al cabo.
Davo es el personaje que más dobleces tiene, y el más apasionado. Me ha impresionado.
Le ha quedado una peli redonda (¿o debería decir elíptica?)
Saludos, Javier. Excelente análisis.
Exquisita técnicamente, fenomenal Rachel.
ResponderEliminarLa de Davo me parece una interpretación sin pasión, y el resto de secundarios igual.
10 en dirección, 10 fotografia, 10 vestuario, 10 en montaje, 10 Rachel... Pero le falta, si se me permite la expresión, "chicha" a la peli para ser perfecta.
Quiersta película pronto! Lastima que en mi país aún nose si sabe siquiera si llegara. Aunque Amenabar es muy conocido todo depende de que si en USA le va bien y de allí a su distribución por Latinoamérica.
ResponderEliminarSaludos!