Título: LA VIDA DE LOS OTROS Título original: Das leben der anderen Dirección y guión: Florian Henckel-Donnersmarck Año: 2006 País: Alemania Duración: 130 min. Género: Thriller dramático Reparto: Ulrich Mühe, Martina Gedeck, Sebastian Koch, Ulrich Tukur, Thomas Thieme, Hans-Uwe Bauer, Volkmar Kleinert, Matthias Brenner, Charly Hübner, Herbert Knaup, Bastian Trost, Marie Gruber, Martin Brambach, Werner Daehn y Volker Michaloswki Palmarés: Film extranjero o de habla no inglesa (Oscar, Globo de Oro, Bafta, César, David de Donatello, Robert, Premio Turia, Críticos de Argentina, Críticos de Ohio, Críticos de España, Críticos de Australia, Críticos de Francia, Críticos de Londres, Críticos de Nueva York, Críticos de Los Ángeles, Bodil, British Independent Film Award, Cinema Brazil Grand Prize, Guldbagge Award, Independent Spirit Award), 7 German Awards de 11 nominaciones (incluído película, director, actor, actor de reparto y guión), 3 Premios EFA de 6 nominaciones (película, actor, guión) Fechas de estreno: 23/03/06 (Alemania), 16/02/07 (España) Distribuidora: Alta Classics DVD: Cameo
Sinopsis: La STASI fue la policía secreta del régimen comunista de la antigua República Demócrata Alemana. Cuatro años antes de la caída del Muro de Berlín, Gerd Wiesler actúa como espía secreto y forma a futuros agentes. Tras una visita al teatro, Wiesler decide investigar al escritor Georg Dreyman y a su novia, la conocida actriz Christa-Marie Sieland. Lo que parece un caso más para Wiesler, pronto se convertirá en la experiencia más importante de su vida, unos días que harán tambalear sus rutinas y dogmas. Años después, Dreyman descubrirá toda la verdad.
Siempre se le ha increpado al cine español que vire su mirada hacia la Guerra Civil a la hora de crear ficciones. Existe cierta suspicacia a toda ambientación histórica, un prejuicio que ha basado el devenir y recibimiento de títulos como Las 13 rosas o Los girasoles ciegos. Nuestros vecinos alemanes actúan como la cruz de una misma moneda, revisando su pasado desde múltiples perspectivas. El cine alemán, en solo una década, ha creado films populares, éxitos de taquilla y cintas generadoras de acalorados y necesarios debates como El hundimiento, Sophie Scholl, Good bye, Lenin!, La ola, R.A.F., El lazo blanco o Los edukadores, por citar títulos de films distribuidos por todo el mundo. Es evidente que La vida de los otros, por sus logros y su palmarés, es la película más importante de la lista, la más vista y reivindicada. Con este apunte, el cine alemán demuestra ser el más desarrollado, vivo e inteligente de Europa, siempre capaz de crear títulos taquilleros y películas lo suficientemente remarcables como para copar las secciones oficiales de los festivales más discurridos. La vida de los otros tiene las cualidades necesarias para ser la película alemana más importante de los últimos años, para formar parte de la historia.
LA MUTACIÓN DEL DIABLO
La vida de los otros es, en esencia, la historia de una evolución psicológica. El cine, por concepto, aplaude el papel del espía: alguien crea, alguien actúa y alguien espía el resultado en la oscuridad de una sala. El espectador espía en La vida de los otros al propia espía, un juego de voyeurismo y de tensiones que ya aparecía en films de Antonioni (Blow up) o Hitchcock (La ventana de enfrente). A su vez, el director espía la vida de la agente de la STASI y el escritor protagonista, cuyas vidas y pisos actúan como antítesis de un todo gris, de un país dividido literalmente en dos. El agente de policía se ve seducido por todo lo que no tiene al ser testigo del día a día de los artistas y centra su obsesión en Christa-Marie, de la que intuímos está enamorado. Esta evolución, esta victoria de la bondad más altruista (la de dos desconocidos, la del favor que no espera recompensa), nunca nos es contada, sino intuída. Las imágenes valen más que mil diálogos y los actores, con sus sutiles caras y movimientos, dejan entrever un mundo complejo que zozobra. El director logra que el espectador empatice con el espía y con el espiado, dando a entender que no existen buenos ni malos, sino situaciones extremas, dogmas que nos separan y ciegan. La vida de los otros es una película triste pero de raíz optimista, una obra que ayuda a reconciliarse y a aceptar el pasado. Por ello, la escena final tiene un valor especial y concierne a todo un país. No hay ficciones malas, sino realidades atroces. Y la ficción, de poder abstracto y curativo, puede ayudar a enfrentar y a entender mejor la realidad (también manipularla o adulterarla, opciones más viles que aquí no son atribuibles). Compromiso y humanismo muy bien mesurado.
DICTADURA Y CENSURA
La real guerra empieza tras la contienda armada, aunque, a nivel cinematográfico, lo que ocurre en la propia batalla tiene una fuerza visual más fuerte, a veces ligada a los mecanismos de lo comercial. La vida de los otros ya se impone como título inusual al desentrañar lo que queda de lo vivido, las señas de una sociedad herida. La película, siempre inteligente, no se reduce a evocar el conflicto y propone una mirada hacia la censura y sus prepulsores, una descripción de la bohemia en contínua revolución con la política establecida y un cuento sobre seres que sobreviven. Hacer ficción de unos hechos tan conocidos es un cometido arduo que suele caer en terreno de lo trillado (sin ir más lejos, esta década hemos asistido a espectáculos bochornosos como El niño con el pijama de rayas); en este sentido, La vida de los otros sabe utilizar la historia lo justo y necesario, sin abusos ni elipsis, con las dosis de drama y thriller justas. Una elegante forma de mirar hacia atrás y no repetir los pasos de antaño.
LA VIDA DE ULRICH
La carrera triunfal de La vida de los otros vivió su momento más dulce cuando ganó al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Ulrich Mühe estaba en el Kodak Theatre y nada hacía vaticinar que tiempo después, el 22 de julio de 2007, moriría a causa de un cáncer de estómago. Mühe fallecía tras conseguir su papel más laureado, una injusticia que imposibilitó la segunda juventud profesional de un actor de excepción. Casado con una actriz (que, irónicamente, había colaborado para la STASI), de gran trayectoria teatral y cinematográfica, Mühe será recordado, además de por su implacable agente en el film que nos ocupa, por sus aportaciones a la filmografía de Michael Haneke (El vídeo de Benny, El castillo y Funny Games). Un actor y una cinta para el recuerdo.
La escena más conocida: El piso de Dreyman acoge una fiesta. Mientras diversos amigos y escritos beben y hablan, el agente Wiesler escucha desde una azotea oscura todo cuanto acontece.
La escena más impactante: Wielser se encuentra con Christa-Marie en un bar cercano. Uno pide vodka y la otra pide whisky. Las palabras de Wielser harán que Christa-Marie vuelva al piso de Dreyman y decida no abandonarle. Ella no lo conoce. Él lo sabe casi todo de ella.
La frase: Weisler es desterrado de por vida a la mísera rutina de cartero. Pasa por delante de un ventanal y ve la cara de Dreyman. En el escaparate, miles de ejemplares de Sonata para un buen hombre esperan su comprador. Weisler entra con su carrito, revisa la librería, coge un ejemplar y lee la dedicatoria inicial. Se dispone a comprarlo y el librero le pregunta si quiere envolverlo para regalo. La última frase del film esconde un doble sentido:
- No, es para mí- responde Weisler.
Grande reseña para una obra maestra total en todo sentido,llámame precipitado pero es una de las mejores películas en la historia del cine...
ResponderEliminarA proposito espero tu critica de "District 9" a ver de que lado tiras...jjj.
Saludos!
Siempre quise ver esta pelicula, y nunca se me da... pero ni bien pueda la veré... está en mi agenda...
ResponderEliminarSaludos Xavi!!!
Te espero en mi blog para que comentes en mi última crítica! ;)
Un abrazoo!!!
PM
Una obra maestra.11 sobre 10.
ResponderEliminarCon esta no hay discusion posible jjaaja. Una de las 3 mejores peliculas de la decada sin duda.
ResponderEliminarSaludos.
Pd: Menuda encuesta de la pelicula de la decada: Expiacion, Juno, 4 meses..., la escafandra, no es pais para viejos, pozos de ambicion y sweeney todd en una unica encuesta, pero como puede ser? Esas tenian que ser la finalistas jajaja. Me has echo votar por una vez a 5 jajaa y eso que me da pena no haber votado a No es pais para viejos y Juno.
Estas retrasando la critica de malditos bastardos...no será que te ha gustado y te cuesta decirlo¿???? jajaja
ResponderEliminarUn saludo y cuidate.
Excelente reseña, compa Xavier, de una de las pelis que, sin ningún género de dudas, más me ha gustado de los últimos años; la prueba palpable de que el cine serio no tiene por qué ser aburrido, ni el cine comercial ser poco enjundioso. Una autétnica maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.